lunes, 3 de septiembre de 2012

ESTRATAGEMAS DERECHISTAS


EL NACIONAL - Lunes 03 de Septiembre de 2012     Opinión/6
El Editorial
Desamparados Yanomami

Después de varios días de titubeos, el Gobierno decidió que era conveniente enviar una comisión oficial a la región selvática del estado Amazonas, para comprobar una denuncia hecha pública a principios de semana.
Se trata de la matanza de 80 seres humanos pertenecientes a la etnia yanomami, en julio, por un grupo de garimpeiros, es decir, mineros ilegales procedentes de Brasil.
Hace bien el ministro del Interior, Tareck el Aissami, al enviar a la zona en cuestión a funcionarios de la Fiscalía General, a personal del Cicpc y a integrantes de la Fuerza Armada, para que aclaren si es cierta la masacre denunciada por un diputado y por organizaciones no gubernamentales que conocen bien el terreno.
El ministro El Aissami dijo que, a través de la Guardia Nacional, se logró contactar a integrantes de siete comunidades que habitan esa selva fronteriza. Todos respondieron que no afrontaban problemas de violencia con garimpeiros.
Faltan por localizar otras dos que se mueven por lugares muy aislados, de difícil acceso. "Ojalá y Dios quiera que las que falta contactar estén también sin ningún tipo de situación ni violencia", dijo, con un suspiro, el ministro.
Y no es para menos porque después de la tragedia de Amuay, que causó más de 40 muertos (nunca se sabrá el número real de los que perecieron), centenares de casas destrozadas y expendios de alimentos saqueados, otra tragedia vendría a fortalecer la fama de candidato pavoso que arrastra el aspirante presidente a la reelección.
La comisión que anunció Tareck el Aissami debería ser fortalecida con integrantes de la sociedad civil o de las universidades que, si bien no son policías, pueden levantar un informe sobre las condiciones en que sobreviven las comunidades indígenas.
Además, el Gobierno ha perdido tanta credibilidad que esa comisión, por muy bien intencionada que sea, siempre será objeto de dudas y manipulaciones por ser este régimen uno de los más embusteros del continente.
Como bien lo recoge un despacho de una agencia internacional, la denuncia formulada por el diputado de la oposición, Andrés Avelino Álvarez, miembro de la Comisión de Pueblos Indígenas, indica que en la matanza ocurrida el 5 de julio apenas "sobrevivieron tres integrantes de la comunidad Irotatheri, en el municipio Alto Orinoco". Agrega que los indígenas fueron atacados desde un helicóptero por mineros ilegales que provenían de Brasil.
Sea lo que fuere, lo que importa es que en primer lugar, se investigue y se compruebe la presencia de bandidos brasileños que incursionan en Venezuela para cometer todo tipo de tropelías, desde violaciones hasta asesinatos masivos con bombas; y en segundo lugar, se obligue a la Fuerza Armada a ocuparse de la frontera y deje de vender verduras y frutas en los mercados que organiza el PSUV para obtener votos

CIUDAD CARACAS, 3 de Septiembre de 2012
El Aissami descartó matanza en comunidades Yanomami

Comisiones integradas por funcionarios del Ministerio Público, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas comprobaron la situación de normalidad que viven las comunidades de la etnia Yanomami, después de la visita que realizaron a las nueve comunidades del estado Amazonas, señaló ayer el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia.
A través de su cuenta en la red social Twitter @TareckPSUV, el titular de Interior y Justicia rechazó los rumores que circularon en internet desde la semana pasada sobre la supuesta matanza de 80 yanonamis en una comunidad indígena, ubicada en el sector Momoi, municipio Alto Orinoco, refirió el portal web de RNV.
“Es repudiable la manera miserable como personas y medios difundieron la falsa noticia sobre las comunidades Yanomami”, señaló en un segundo mensaje.
Esta información también la ratificó la ministra para los Pueblos Indígenas, Nilcia Maldonado, quien afirmó que “el balance de estas visitas que hemos realizado es que no se encontró evidencia de ninguna muerte. No hay rastros de casas o shabonos incendiados en las comunidades que fueron señaladas como escenarios de este supuesto crimen”.
Cabe recordar, que este rumor tiene su origen en una denuncia difundida días atrás por Luis Ahiwei, secretario ejecutivo de la Horonami Organización Yanomami (HOY), quien interpuso una querella ante la Fiscalía porque, supuestamente, unos garimpeiros habían disparado y lanzado explosivos desde un helicóptero contra un shabono donde vivían aproximadamente 80 personas.
Según el activista indígena, el conflicto se originó cuando los garimpeiros “se llevaron a una mujer yanomami y los indígenas la rescataron. Por eso los mineros se armaron y atacaron”.
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Pistolero invisible
El ministro Tareck El Aissami comentó que los medios de comunicación privados dan cobertura a falsas informaciones y censuran las verdaderas, tomando como referencia el caso del camarógrafo de Globovisión que desenfundó un arma de fuego en la Unidad de Producción Social (UPS) Paula Correa el pasado 28 de agosto y disparó a dirigentes campesinos, resultando herido el ciudadano Rafael Cañizales, de 34 años de edad.
Denunció que se trata de una maniobra de los medios privados para intentar generar una matriz de opinión de ingobernabilidad del país. Instó a estar atentos para poder reconocer estas estratagemas derechistas.
JUAN RAMÓN LUGO/CIUDAD CCS

EL UNIVERSAL, Caracas, 3 de Septiembre de 2012
La tragedia de los Yanomamis
OSCAR HERNÁNDEZ BERNALETTE

De comprobarse la masacre de nuestros indígenas y que fue oficialmente denunciado a la Fiscalía se convierte esta en una tragedia de proporciones increíbles en estos tiempos. La noticia nos impacto; "el pasado 5 de julio la comunidad indígena Irotatheri, ubicada en el municipio Alto Orinoco en Amazonas, se tiñó de sangre con un presunto ataque de garimpeiros que incluyó armas y explosivos y dejó el saldo de 80 personas muertas".
Las investigaciones tienen que acelerarse. El gobierno de Venezuela tiene que pronunciarse y tomar todas aquellas acciones que sean necesarias para que un evento de esta naturaleza no se vuelva a repetir en ninguna de nuestras comunidades indígenas. Son ochenta seres humanos vilmente asesinados,  en una acción sin precedentes en nuestro país y que nos recuerda la crueldad de semejantes actos en otras partes del mundo. No podemos olvidar que una masacre o una serie de masacres pueden convertirse en un genocidio.
Lo sorprendente, es que según los medios de comunicación, nuestras autoridades habían sido informadas y comprobaron la denuncia de tres solitarios cazadores que sobrevivieron toda vez no se encontraban en el lugar. Para quien escribe estas líneas ese caso tiene una dimensión superior al accidente de la refinería de Amuay  en términos de globales. En este caso de lo que se trata es de una masacre, violación de los derechos humanos, de violación territorial por parte de extranjeros (los garimpeiros), perjuicio a nuestro medio ambiente e irrespeto a nuestras comunidades autóctonas victimas del atropello por siglos.
En el pasado la penetración de los garimpeiros generaron polémica y distanciamiento con nuestro vecino Brasil. Mala bienvenida que nos dan ahora que entramos a Mercosur, porque si bien no es una acción esta de Estado,  Brasil tiene que asumir sus responsabilidades. El actual Gobierno y el que viene, tienen que echarle un parado a esta situación irregular, que desangra no solo a nuestros pueblos indígenas sino también a nuestros suelos y sus valiosos recursos que en ellos se encuentran y que solo le pertenecen a los venezolanos. Hay que recordar que hace unos años, se denunció la muerte de varios Yanomami de la comunidad de Momoi, por supuesta intoxicación con el  mercurio presente en el agua proveniente de la actividad garimpeira.
Esperamos que este no sea  un tema que pasará por debajo de la mesa. Las autoridades tienen que dar respuestas y la diplomacia venezolana tiene que actuar.

Ilustración: J.R. Querebi (1991), Aeropuerto Cacique Aramare de Puerto Ayacucho, 15/09/11.

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