domingo, 9 de septiembre de 2012

DESACOSTUMBRARNOS

San Marcos, 7: 31-34


En su homilía de hoy, el Padre José Joaquín Albístur (SJ), comentó que los fariseos oyen, sin oír; ven, sin ver. No oyen ni escuchan con su corazón.

Los médicos y curanderos de la época acostumbraban a tocar, poner aceite a las personas. Jesús toca, pero la Palabra es el más poderoso signo que empleó para suscitar la reflexión que es la necesaria de hoy, más allá de lo bonito, chévere y portentoso que nos luzca la curación que hace.

Nos preguntamos con Antonio Gracia (hijita dominical de hoy), ¿escuchas a Jesús en tu vida?, ¿es importante para nosotros su Palabra? Apunte a nuestra capacidad de oír y de sensibilizarnos, e – incluso – sentir los dolores y sufrimiento del otro.

Nos acostumbramos a las noticias trágicas, como los centenares de muertos en la morgue, pero no sólo la noticia desaparece pronto, sino que el Miss Mundo es más interesante. Debemos cambiar de actitud, acercarnos a las personas y a los acontecimientos: denunciar, porque somos cristianos y el problema de los demás es también propio.

1Is 35, 4-7
Salmo 145
Stgo 2, 1-5

Fotografía: LB, pieza de Rafael Barrios, Las Mercedes (Caracas, 2011)

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