Estamos en medio de una impune guerra sucia que, habilidosamente autorizada por el CNE, quizá responde a una estrategia gubernamental de aturdimiento total desde el chavezato francamente amenazado por la derrota. Creo que se impone la cautela, pues, yendo al reclamo de absoluta pureza total, la que cínicamente ha invocado el gobierno nacional en todos estos años, la manipulación es gigantesca. En última instancia, ¿cuál es la interpelación?
Por lo pronto, la llamada división de poderes. O, mejor, la divición (SIC) de poderes, término que no existe, como no existe esa división. El doble Aponte dice algo gravísimo, pasando por debajo de la mesa. No hay administración de justicia confiable, y - valga la solemnidad - la mesa directiva de la Asamblea Nacional monta un espectáculo, obviando cualquier investigación - por ejemplo - de la putrefacción de PDVAL.
Nos escribieron en el Facebook, increpándonos por no decir nada al respecto. Creo al remitente un perfil falso, ya eliminado. Ya se habla de allanar la inmunidad parlamentaria. Prefiero la cautela....
LB
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