martes, 4 de septiembre de 2012

BITÁCORA

Hemos logrado escapar por dos o tres horas en los días que corren,  a la Hemeroteca Nacional, siguiendo una personal línea de investigación sobre ese pasado, inmenso pasado, necesario de adivinar, predecir, pronosticar. Transitamos deliberadamente la ruta que nos lleva a una esquina asomada por una edificación de la llamada Misión Vivienda, para comprobar que ella se levanta no sólo obstaculizando el tránsito automotor y peatonal, sino impidiendo el cumplimiento de determinados servicios como el de la recolección de la basura.

Escribimos esta semana un breve texto, al que muy bien puede añadirse otra circunstancia. Descaradamente, colocan un tal "punto rojo" proselitista del PSUV tan cercano al escenario que es parte del mismo: un escenario de enorme deterioro ético.

Pasaba por el lugar, y - en las cercanías - el aparato desplegaba el mitín solitario del funcionario público, porque él mismo se dijo tal junto a los que trabajan en los ministerios adyacentes dispuestos al sacrificio por el Comandante Chávez. E, incluso, un señor algo mayor se tapó los oídos y, huérfano de mensaje, el inspirado orador indicó - palabras más, palabras menos - que hay gente que no quiere oír, señalando al transeúnte con el dedo; por si fuese poco, indignándose ya que, a pasar cerca, rechazamos la "cajita feliz" de los camaradas (afiches enrollados, presumimos que agotada la edición del programa de gobierno): le agradecimos que nos dedicara algunos minutos, porque - siguiendo camino a la Hemeroteca - le respondimos con "Capriles, Presidente!".



Ya en el Foro Libertador / Biblioteca Nacional, salimos a fumar, y - coincidiendo con Julio César Moreno -nos "sorprendió" que, a la entrada de la sede, hubiesen instalado otros camarads un "punto rojo". ¿Y si la oposición se le hubiese ocurrido hacerlo?, pues - haciéndolo en una entidad del Estado - es, simplemente, peculado de uso.

Otras fotografías más, las hemos destinado al Comando Venezuela. Empero, habrá que hacer mucho para invertir ese deterioro que nos colma.

Ciertamente, a veces resulta arriesgado quejarse abierta y públicamente del abuso sistemático del gobierno nacional que es, en definitiva, el que está en campaña. No pocos problemas hemos tenido en la calle, y hay que hacerse discretos.

LB

Fotografías: LB, 04/09/12.

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