EL NACIONAL - Martes 28 de Febrero de 2012 Escenas/2
LETRAS Edilio Peña tiene tres obras en las librerías
"El totalitarismo se apoya en la incontinencia verbal"
Los textos del autor pertenecen a los géneros de crítica teatral y narrativa e incluyen tres novelas cortas
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ
Después de un tiempo de mutismo, Edilio Peña tiene buenas noticias. Tres libros suyos, dos reediciones y una novela inédita, llegan a las librerías venezolanas: Macaco, Tres novelas breves y Trama.
El tríptico de narrativa corta incluye reediciones de sus obras El huésped indeseable, El prisionero de la luz y El ángel pecoso, que antes habían sido publicadas por Monte Ávila Editores Latinoamericana y por el Grupo Planeta. El tercer título analiza desde el punto de vista del crítico la construcción de la obra teatral y había sido editada antes en Argentina por el Centro Latinoamericano de Investigaciones Teatrales.
Los tres libros fueron publicados por la editorial El Otro el Mismo, dirigida por Víctor Bravo y adscrita a la Dirección General de Cultura y Extensión de la Universidad de los Andes, casa de estudios donde Peña es profesor de Dramaturgia.
"Siempre sé desde el principio si una anécdota es propia del teatro o de la novela.
Cuando una imagen comienza a acosarme, me pongo a buscar el sendero que me permite construir las novelas. A pesar de que soy dramaturgo, en mis novelas dialogo poco porque en este género es mejor la descripción, que no puede hacerse en la representación dialogante propia del teatro", indica el autor sobre su experiencia con cada género.
Contra las tiranías. Macaco, en la que un hombre se queda mudo y es poseído por las voces de personajes del pasado y de otras latitudes, cierra el tríptico sobre la tiranía que el autor nacido en Puerto La Cruz en 1951 inició con La cruz más lejana del puerto (Monte Ávila Editores) y continuó con El acecho de Dios (Alfa, 2008).
"Macaco es la novela más transgresora de las tres. Allí me refiero a cómo el totalitarismo, sea éste de derecha o de izquierda, induce a comportamientos primitivos entre los que ejercen esa forma de opresión o entre quienes la padecen. Pero la transgresión no sólo está en su tema, sino en el aspecto formal, de composición, pues allí me hago planteamientos en cuanto al tratamiento del tiempo y el espacio, e intento usar el lenguaje de lo cuántico.
Muchos personajes atraviesan la historia desde el pasado, el presente y el futuro", señala el también dramaturgo y guionista.
El protagonista de esta obra, dice el autor, representa los efectos del totalitarismo sobre los habitantes de Latinoamérica.
La mudez que le aqueja es una muestra de la violencia de ese estilo político. Allí el autor vuelve a hacerle un guiño al lector: "El totalitarismo en América Latina se apoya a través de la incontinencia verbal, como por ejemplo los largos discursos".
En el año 2009, Peña fijó posición política cuando retiró su obra El acecho de Dios de la decimosexta edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, por no estar de acuerdo con la integración del jurado Humberto Mata (Venezuela), Graciela Maturo (Argentina), Miguel Barnet (Cuba) y Elena Poniatowska (México) y también para protestar por lo que consideraba el recrudecimiento de la censura en el país.
La compañía Studio Stanislavski, dirigida por Raphael Andrade, presentará este año en Brasil La ópera del suicida y Trompa de elefante, dos piezas que Peña terminó en 2011.
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