lunes, 27 de febrero de 2012
EL LÍDER CONFUSOR
Del eminentísimo sincretizador
Luis Barragán
El vigésimo aniversario del frustrado golpe de 1992, movilizó a la mediana y alta burocracia en clara competencia alabanciosa que asegurara o mantuviese el ascenso en los predios del Estado. Los museos nacionales y la Biblioteca Nacional, por ejemplo, mantienen en pie las exposiciones que tienen por esencial protagonista a Chávez Frías.
Ahora, con motivo del reciente viaje hacia el quirófano cubano, redoblaron los esfuerzos por destacar y vencer, aunque quedan las otras tareas que hagan prometedor el regreso. Cada funcionario hace el inventario de los recursos y las posibilidades disponibles, empleándolos desinhibidamente.
Desde su cuenta twittera, el ministro Alejandro Fleming ha ordenado encender la tan emblemática Cruz de El Ávila y todas aquellas que asomen en los lomos montañosos del país, en “un acto de fe y amor por el comandante”, evidentemente fuera de la temporada navideña, para envidia de los colegas que tendrán que ingeniárselas para no quedar atrás. William Castillo, presidente de TVES, ha pronosticado que, en los venideros meses, los medios privados harán la guerra sucia contra el mandatario nacional.
Poco importa el asalto a las regiones sagradas que el eminentísimo ha perpetrado, manipulando las propias creencias religiosas de propios y extraños, confundidas en el radical culto a su personalidad. No hay un rincón de la consciencia colectiva y personal que no reciba el misil propagandístico y publicitario del régimen, procurando dislocar las más íntimas convicciones para glorificarlo en cada jornada del violento sincretismo dislocador que lo desea como único referente de identidad.
En días pasados, el eminentísimo sincretizador depositó todo el basurero verbal del que es capaz sobre Capriles, sin la menor vergüenza. Cobarde e irresponsablemente, encaramado sobre las ventajas que el poder garantiza, dictó cátedra de cinismo que sus privilegiados seguidores recrean temerosos de una súbita orfandad que abona más a sus urgencias políticas y hasta económicas que a las vicisitudes del psicoanálisis.
Ahora, se inventaron una despedida que añadió el baño floral, como anuncio del regreso que toda Venezuela espera por el profundo respeto a la vida humana y la fundamentalísimas convicciones cristianas que la caracterizan. Empero, luce inevitable la tristeza al sabernos en unas circunstancias que probablemente no merecíamos.
Fuente: http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/11064-del-eminentisimo-sincretizador
Ilustración: Tributo a Giuseppe Pellizza da Volpedo, "The Fifth Estate with apologiesto"
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