sábado, 25 de febrero de 2012
ACORTADOS
EL NACIONAL - Sábado 25 de Febrero de 2012 Cultura/4
CONMEMORACIÓN Minotauro publicó la primera edición del libro
Julio Cortázar convirtió a la humanidad entera en cronopios, famas y esperanzas
La banda de homúnculos literarios tiene medio siglo engalanando las letras en castellano
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ
Aquella mañana comenzaba su rutina cuando el grifo se desprendió. Aún no había entrado a la bañera y el sonido, ¡pac!, la despertó. ¡Pac!, como un tronco había caído sobre las manchas transparentes de agua. Suspiró. El día antes fue una cafetera posesa. Había vomitado su líquido oscuro pintando a lo Pollock el tope de la cocina, el suelo ya coleteado y las paredes recién pintadas.
El día anterior, cuando fue a montarse en el carro, observó que había dejado las llaves encerradas adentro. Pero no se afligió, le gusta caminar hasta el trabajo. Lo peor, sin embargo, ocurrió esa misma tarde, cuando salió a c o m p ra r comida. Iba cantando, entusiasmada de tal manera que casi la atropella un ciclista y se necesitaron tres mesoneros para levantarla del suelo, a ella y a su almuerzo, porque tan distraída estaba que no vio la escalera tras la puerta.
Y ahora era la bañera.
Se amarró una cola y se miró al espejo. Estaba verde y una película aceitosa humedecía su cara. Años acumulando anécdotas inverosímiles por su despiste la convirtieron en una cronopia. Aunque quizá no sea la única, pues por estos días se cumple medio siglo de la primera edición del libro de Julio Cortázar Historias de cronopios y famas, que publicó entonces Minotauro, un sello especializado en ciencia ficción y fantasía que en 2001 adquirió Planeta.
Humanidades verdosas. El libro regaló a la literatura universal tres grupos de personajes en los que cabe la humanidad entera: cronopios, famas y esperanzas. Aunque Cortázar se negaba a dar descripciones físicas de sus personajes, en las entrevistas sobre el tema el autor de Rayuela (1963) comparaba a los primeros con los poetas y los antisociales, los soñadores que viven al margen de las cosas. Los famas eran los individuos civilizados: los gerentes de bancos, los abogados, los administradores; gente formal que defiende un orden. Las esperanzas eran personajes intermedios, sometidos a las influencias de los otros dos.
Léase, por ejemplo, el cuento titulado "Almuerzo", en el que describe una comida entre un cronopio, un fama y una esperanza con un profesor de lenguas, el día en que el cronopio acababa de inventar "un termómetro de vidas": "Aplicando sus descubrimientos estableció que el fama era infra-vida, la esperanza para-vida, y el profesor de lenguas inter-vida.
En cuanto al cronopio mismo, se consideraba ligeramente súper-vida, pero más por poesía que por verdad. A la hora del almuerzo este cronopio gozaba en oír hablar a sus contertulios, porque todos creían estar refiriéndose a las mismas cosas y no era así. La inter-vida manejaba abstracciones tales como espíritu y conciencia, que la para-vida escuchaba como quien oye llover tarea delicada. Por supuesto la infra-vida pedía a cada instante el queso rallado, y la súper-vida trinchaba el pollo en cuarenta y dos movimientos, método StanleyFitzsmmons. A los postres las vidas se saludaban y se iban a sus ocupaciones, y en la mesa quedaban solamente pedacitos sueltos de la muerte".
Esquema de las cosas. El libro de inspiración surrealista cruza los géneros narrativos con el desparpajo de lo mejor de su autor. Si bien su parte más extensa corresponde a las anécdotas de los homúnculos verdosos, incluye otras tres: "Manual de instrucciones", "Ocupaciones raras" y "Material plástico". La primera reúne nueve microcuentos que reproducen instrucciones para cantar, llorar y tener miedo, y otras tan insólitas como las referidas al modo de subir una escalera o dar cuerda a un reloj: "No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj".
En la segunda se encuentran ocho textos sobre anécdotas extravagantes de la vida humana, como un grupo de personas que hace de "posatigres".
En "Material plástico", la tercera, se exponen las relaciones cotidianas entre la gente.
El lustro que corre está lleno de ocasiones para celebrar la memoria de Cortázar, que el 12 de febrero de 2009 cumplió 25 años de fallecido, pues así como ahora se conmemoran los 50 años de la aparición de Historias de cronopios y famas, el año que viene le tocará el turno a la novela Rayuela, que vio la luz en 1963, publicada por la Editorial Sudamericana. El 26 de agosto de 2014, además, se festejará el centenario de su nacimiento, lo que asegurará una reunión mundial de cronopios alrededor de la literatura iberoamericana. En esa fiesta, no cabe duda, los lectores bailarán tregua y bailarán cátala.
Etiquetas:
Julio Cortázar,
Michelle Roche Rodríguez
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