domingo, 7 de septiembre de 2014

OBITUARIO (3)


El Nacional, Caracas, 21 de septiembre de 2001
Murió Marcos Pérez Jiménez, el último dictador del siglo XX
El ex presidente, que pasó más de la segunda mitad de su vida en el exilio, falleció en Madrid rodeado de sus familiares. Junto con el legado de sus obras públicas queda en el recuerdo un régimen que aplicó la censura y la represión como hábitos sistemáticos de gobierno. Sus parientes han dispuesto que sus restos sean inhumados en suelo venezolano
Alonso Moleiro

Marcos Pérez Jiménez, el último dictador de la historia de Venezuela, falleció ayer en Madrid a los 87 años de edad, a causa de una afección cerebro-vascular que lo tenía convaleciente desde hace dos años. Los restos del ex presidente, que pasó más de la segunda mitad de su vida fuera de Venezuela, serán repatriados y sepultados en el país, informó una de sus hijas, Flor María. El Gobierno dio instrucciones a la representación diplomática venezolana en España para rendirle honores militares al difunto, envió el pésame a sus parientes y ofreció ayuda para tramitar el regreso de sus restos.
Al morir Pérez Jiménez —un detestado dictador eventualmente evocado con nostalgia por algunos— se cierra el último capítulo de una época, caracterizada por el fomento económico y la represión política, y queda clausurado su legado, el perezjimenismo, una de las expresiones venezolanas del pensamiento de derecha.
De golpe en golpe
Nacido en Michelena, estado Táchira, el 25 de abril de 1914, egresado de la Academia Militar en 1934, Pérez Jiménez tuvo participación decisiva en el movimiento militar que derrocó al entonces presidente Isaías Medina, el 18 de octubre de 1945, y llevó al poder a Rómulo Betancourt. Tras sucesivos períodos de tensión política, intervino resueltamente en el golpe de 24 de noviembre de 1948, con el objeto de sacar del poder a los dirigentes civiles de Acción Democrática que habían llegado al poder de la mano de las jefes castrenses de entonces, e instalar una junta militar, integrada por él, Luis Felipe Llovera Páez y Carlos Delgado Chalbaud, que la presidía.
Pérez Jiménez tomaría la dirección de la junta luego del asesinato de Delgado Chalbaud —el único magnicidio en la Venezuela del Siglo XX—, hecho del que se lo acusó reiteradamente como autor intelectual, y que él negaría sistemáticamente el resto de su vida. Nombró entonces a Germán Suárez Flamerich presidente de la República por un período de dos años.
El 2 de diciembre de 1952, luego de convocar una Asamblea Constituyente, Pérez Jiménez se apropió del poder tras suspender unilateralmente la consulta electoral, que había planificado Delgado Chalbaud, e inhabilitar a los dirigentes de Copei y URD. Acción Democrática ya había sido declarada ilegal.
El Nuevo Ideal Nacional
Bajo el gobierno de Pérez Jiménez se desarrolló un agresivo programa de obras públicas, que, siguiendo lineamientos del mentado Nuevo Ideal Nacional, perseguían “la transformación racional del medio físico”. Hospitales, universidades, edificios ministeriales, hoteles, plazas y paseos recreativos fueron inaugurados a una velocidad nunca vista y alteraron definitivamente la disposición espacial y los servicios, todavía provincianos, de las ciudades venezolanas. Mientras las consignas oficiales mantenían a la población distraída en un ambiente de estabilidad y crecimiento económico, los partidos políticos —AD, Copei, URD y PCV— las organizaciones civiles, ligas obreras y estudiantiles continuaban proscritos, y sus dirigentes fundamentales eran detenidos, torturados o enviados al exilio.
Luego de declarase vencedor en un plebiscito montado por el régimen el 2 de diciembre de 1957, Pérez Jiménez fue depuesto por un movimiento cívico–militar encabezado por Wolfgang Larrazábal el 23 de enero de 1958, con lo cual cristalizó un tormentoso período de resistencia protagonizada por la juventud de AD y el PCV, primero, secundado por el resto de los sectores sociales.
A bordo de la avioneta “La Vaca Sagrada” huyó primero a República Dominicana, donde lo recibió el también dictador Rafael Leonidas Trujillo, y finalmente a España, luego de un breve paso por Estados Unidos.
Pérez Jiménez enfrentó varios procesos por peculado y violaciones de los derechos humanos, y estuvo en prisión a finales de la década de 1960. Desde entonces se retiró para siempre de la vida pública y jamás regresó al país.
Expediente histórico
En 1931 ingresó a la Escuela Militar de Venezuela. En 1939 entra en la Escuela de Aplicación de Artillería en Perú, y en la Escuela Superior de Guerra de Chorrillos.
Fue nombrado jefe del Estado Mayor en 1944. Participó, junto con Carlos Delgado Chalbaud, en el golpe de Estado que derrocó a Isaías Medina Angarita en 1945. En 1948 dirigió el Ministerio de la Defensa. Fue uno de los dirigentes de la asonada que derrocó a Rómulo Gallegos en 1948.
Luego del asesinato de Delgado Chalbaud, asume la jefatura de la Junta de Gobierno. Germán Suárez Flamerich es nombrado Presidente de la República. En 1952 desconoce el triunfo electoral de URD y se declara Presidente para el período 1953–1958.
El 23 de enero de 1958 fue desalojado del poder por un movimiento cívico-militar y se exilió en Estados Unidos para luego ser extraditado y enjuiciado por peculado y malversación de fondos en 1968.
Pasó un breve lapso en prisión y se exilió en España hasta el dia de su muerte.
Vanessa Gómez Quiroz
Balance
Carlos Andrés Pérez. El régimen de Marcos Pérez Jiménez estuvo signado por crímenes, lo que trajo retraso. De él se tiene una memoria negativa por los daños que ocasionó al país. Se pueden traer sus restos porque es un venezolano, pero nos debemos oponer al homenaje y los honores.
Luis Miquilena: Sin duda Pérez Jiménez realizó un ejercicio del poder en el que se negaron las libertades y los derechos humanos, pero también realizó un gobierno con sentido nacional que sentó las bases de una política de desarrollo para Venezuela
Carlos Canache Mata. Mucho antes de este momento en que ha ocurrido la muerte de Pérez Jiménez, ya la historia había juzgado el régimen dictatorial que encabezó durante 10 años. No solamente sacrificó la libertad y atropelló los derechos humanos, sino que mereció, debido a su política internacional, el repudio de todo el mundo.

Pedro Ortega Díaz. Su gobierno despilfarró recursos y cobró un dineral en concesiones petroleras. Cuando lo derrotamos había quebrado el Tesoro, los crímenes fueron muchísimos. Traer sus restos removerá heridas. Él estaba en el exterior gozando el dinero que se llevó de Venezuela.
Julio Borges. Espero que con su muerte también desaparezca la ruptura institucional, la subordinación de los civiles a los militares y la pérdida de libertad. 3 Willian Lara. Se debe hacer un balance objetivo de lo que simbolizó su régimen en dos hechos fundamentales como políticas de Estado. Por una parte, existe el establecimiento de las condiciones necesarias en lo relativo a la infraestructura y, por otra parte, un régimen caracterizado por la negación de las libertades básicas y por las violaciones sistemáticas de los derechos humanos. 
Miroslaba Suárez.

Reproducción: El Nacional, Caracas, 20/01/2001. Papel Literario. Y, la segunda gráfica, tomada de la entrevista que le hiciera Oscar Yánes, en: https://www.youtube.com/watch?v=3KbJSancxh8

NOTA LB: Tanto o más importante, ahora, luce estudiar el perejimenismo … después de la caída de Pérez Jiménez. Tres son las notas llamativas al respecto: por un lado, el auge y la consiguiente división de las fuerzas perezjimenistas, hasta desfallecer, entre 1968 y 1973, quedando después una caricatura. Por el otro, el papel acaso involuntario de Pérez Jiménez en la campaña de 1998, halagado por Hugo Chávez (“mi general”). A éste, “lo acompañaban sectores de la izquierda y de la derecha militarista, algunos añorantes de la lejana dictadura de Pérez Jiménez…”, escribió Rafael Arráiz Lucca (“Venezuela: 1830 a nuestros días”, Alfa, Caracas, 2013: 205). Luego, ironías de la vida, el resurgimiento de una minoría de jóvenes que pretenden reivindicar el Nuevo Ideal Nacional por estos años.

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