El Nacional, Caracas, 21 de septiembre de 2001
Murió Marcos Pérez Jiménez, el último dictador del siglo XX
El ex presidente, que pasó más de la segunda mitad de su
vida en el exilio, falleció en Madrid rodeado de sus familiares. Junto con el
legado de sus obras públicas queda en el recuerdo un régimen que aplicó la
censura y la represión como hábitos sistemáticos de gobierno. Sus parientes han
dispuesto que sus restos sean inhumados en suelo venezolano
Alonso Moleiro
Marcos Pérez Jiménez, el último dictador de la historia de
Venezuela, falleció ayer en Madrid a los 87 años de edad, a causa de una
afección cerebro-vascular que lo tenía convaleciente desde hace dos años. Los
restos del ex presidente, que pasó más de la segunda mitad de su vida fuera de
Venezuela, serán repatriados y sepultados en el país, informó una de sus hijas,
Flor María. El Gobierno dio instrucciones a la representación diplomática
venezolana en España para rendirle honores militares al difunto, envió el
pésame a sus parientes y ofreció ayuda para tramitar el regreso de sus restos.
Al morir Pérez Jiménez —un detestado dictador eventualmente
evocado con nostalgia por algunos— se cierra el último capítulo de una época,
caracterizada por el fomento económico y la represión política, y queda
clausurado su legado, el perezjimenismo, una de las expresiones venezolanas del
pensamiento de derecha.
De golpe en golpe
Nacido en Michelena, estado Táchira, el 25 de abril de 1914,
egresado de la Academia Militar en 1934, Pérez Jiménez tuvo participación
decisiva en el movimiento militar que derrocó al entonces presidente Isaías
Medina, el 18 de octubre de 1945, y llevó al poder a Rómulo Betancourt. Tras
sucesivos períodos de tensión política, intervino resueltamente en el golpe de
24 de noviembre de 1948, con el objeto de sacar del poder a los dirigentes
civiles de Acción Democrática que habían llegado al poder de la mano de las
jefes castrenses de entonces, e instalar una junta militar, integrada por él,
Luis Felipe Llovera Páez y Carlos Delgado Chalbaud, que la presidía.
Pérez Jiménez tomaría la dirección de la junta luego del
asesinato de Delgado Chalbaud —el único magnicidio en la Venezuela del Siglo
XX—, hecho del que se lo acusó reiteradamente como autor intelectual, y que él
negaría sistemáticamente el resto de su vida. Nombró entonces a Germán Suárez
Flamerich presidente de la República por un período de dos años.
El 2 de diciembre de 1952, luego de convocar una Asamblea
Constituyente, Pérez Jiménez se apropió del poder tras suspender
unilateralmente la consulta electoral, que había planificado Delgado Chalbaud,
e inhabilitar a los dirigentes de Copei y URD. Acción Democrática ya había sido
declarada ilegal.
El Nuevo Ideal Nacional
Bajo el gobierno de Pérez Jiménez se desarrolló un agresivo
programa de obras públicas, que, siguiendo lineamientos del mentado Nuevo Ideal
Nacional, perseguían “la transformación racional del medio físico”. Hospitales,
universidades, edificios ministeriales, hoteles, plazas y paseos recreativos
fueron inaugurados a una velocidad nunca vista y alteraron definitivamente la
disposición espacial y los servicios, todavía provincianos, de las ciudades
venezolanas. Mientras las consignas oficiales mantenían a la población
distraída en un ambiente de estabilidad y crecimiento económico, los partidos
políticos —AD, Copei, URD y PCV— las organizaciones civiles, ligas obreras y
estudiantiles continuaban proscritos, y sus dirigentes fundamentales eran
detenidos, torturados o enviados al exilio.
Luego de declarase vencedor en un plebiscito montado por el
régimen el 2 de diciembre de 1957, Pérez Jiménez fue depuesto por un movimiento
cívico–militar encabezado por Wolfgang Larrazábal el 23 de enero de 1958, con
lo cual cristalizó un tormentoso período de resistencia protagonizada por la
juventud de AD y el PCV, primero, secundado por el resto de los sectores
sociales.
A bordo de la avioneta “La Vaca Sagrada” huyó primero a
República Dominicana, donde lo recibió el también dictador Rafael Leonidas
Trujillo, y finalmente a España, luego de un breve paso por Estados Unidos.
Pérez Jiménez enfrentó varios procesos por peculado y
violaciones de los derechos humanos, y estuvo en prisión a finales de la década
de 1960. Desde entonces se retiró para siempre de la vida pública y jamás
regresó al país.
Expediente histórico
En 1931 ingresó a la Escuela Militar de Venezuela. En 1939
entra en la Escuela de Aplicación de Artillería en Perú, y en la Escuela
Superior de Guerra de Chorrillos.
Fue nombrado jefe del Estado Mayor en 1944. Participó, junto
con Carlos Delgado Chalbaud, en el golpe de Estado que derrocó a Isaías Medina
Angarita en 1945. En 1948 dirigió el Ministerio de la Defensa. Fue uno de los
dirigentes de la asonada que derrocó a Rómulo Gallegos en 1948.
Luego del asesinato de Delgado Chalbaud, asume la jefatura
de la Junta de Gobierno. Germán Suárez Flamerich es nombrado Presidente de la
República. En 1952 desconoce el triunfo electoral de URD y se declara
Presidente para el período 1953–1958.
El 23 de enero de 1958 fue desalojado del poder por un
movimiento cívico-militar y se exilió en Estados Unidos para luego ser
extraditado y enjuiciado por peculado y malversación de fondos en 1968.
Pasó un breve lapso en prisión y se exilió en España hasta
el dia de su muerte.
Vanessa Gómez Quiroz
Balance
Carlos Andrés Pérez. El régimen de Marcos Pérez Jiménez
estuvo signado por crímenes, lo que trajo retraso. De él se tiene una memoria
negativa por los daños que ocasionó al país. Se pueden traer sus restos porque
es un venezolano, pero nos debemos oponer al homenaje y los honores.
Luis Miquilena: Sin duda Pérez Jiménez realizó un ejercicio
del poder en el que se negaron las libertades y los derechos humanos, pero
también realizó un gobierno con sentido nacional que sentó las bases de una
política de desarrollo para Venezuela
Carlos Canache Mata. Mucho antes de este momento en que ha
ocurrido la muerte de Pérez Jiménez, ya la historia había juzgado el régimen
dictatorial que encabezó durante 10 años. No solamente sacrificó la libertad y
atropelló los derechos humanos, sino que mereció, debido a su política
internacional, el repudio de todo el mundo.
Pedro Ortega Díaz. Su gobierno despilfarró recursos y cobró
un dineral en concesiones petroleras. Cuando lo derrotamos había quebrado el
Tesoro, los crímenes fueron muchísimos. Traer sus restos removerá heridas. Él
estaba en el exterior gozando el dinero que se llevó de Venezuela.
Julio Borges. Espero que con su muerte también desaparezca
la ruptura institucional, la subordinación de los civiles a los militares y la
pérdida de libertad. 3 Willian Lara. Se debe hacer un balance objetivo de lo
que simbolizó su régimen en dos hechos fundamentales como políticas de Estado.
Por una parte, existe el establecimiento de las condiciones necesarias en lo
relativo a la infraestructura y, por otra parte, un régimen caracterizado por
la negación de las libertades básicas y por las violaciones sistemáticas de los
derechos humanos.
Miroslaba Suárez.
Reproducción: El Nacional, Caracas, 20/01/2001. Papel Literario. Y, la segunda gráfica, tomada de la entrevista que le hiciera Oscar Yánes, en: https://www.youtube.com/watch?v=3KbJSancxh8
NOTA LB: Tanto o más importante, ahora, luce estudiar el
perejimenismo … después de la caída de Pérez Jiménez. Tres son las notas
llamativas al respecto: por un lado, el auge y la consiguiente división de las
fuerzas perezjimenistas, hasta desfallecer, entre 1968 y 1973, quedando después
una caricatura. Por el otro, el papel acaso involuntario de Pérez Jiménez en la
campaña de 1998, halagado por Hugo Chávez (“mi general”). A éste, “lo
acompañaban sectores de la izquierda y de la derecha militarista, algunos
añorantes de la lejana dictadura de Pérez Jiménez…”, escribió Rafael Arráiz
Lucca (“Venezuela: 1830 a nuestros días”, Alfa, Caracas, 2013: 205). Luego,
ironías de la vida, el resurgimiento de una minoría de jóvenes que pretenden
reivindicar el Nuevo Ideal Nacional por estos años.
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