EL UNIVERSAL, Caracas, 12 de junio de 2013
No a la explotación del trabajo infantil
En 2010 el número de niños en trabajo doméstico fue de unos 17.000 a nivel nacional
FEDERICO BLANCO ALLAIS
Hoy es un día clave para millones de niños en todo el mundo, un día en que la sociedad puede verse a sí misma y reflexionar sobre el bienestar de las generaciones futuras: es el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. El lema impulsado este año por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es: "No al trabajo infantil en el trabajo doméstico: proteger a los jóvenes trabajadores contra las condiciones de trabajo abusivas".
Los testimonios de los propios niños en trabajo doméstico recogidos en el informe publicado el día de hoy por la OIT son conmovedores y dan cuenta de condiciones de trabajo extremas que vulneran sus derechos humanos fundamentales: jornadas de trabajo excesivas y agotadoras, discriminación, tratamiento inhumano, cruel y degradante, exclusión del sistema educativo, trabajo nocturno, alimentación inadecuada, violencia física, verbal y abuso sexual, restricción de movimiento, aislamiento familiar, baja remuneración o su ausencia absoluta, son algunos de los graves problemas a los que hacen referencia las víctimas de trabajo infantil dentro del trabajo doméstico. Otros peligros adicionales tienen que ver con el uso de químicos tóxicos, el transporte de cargas pesadas y la manipulación de objetos peligrosos como cuchillos y ollas calientes. Estos factores pueden tener un impacto físico, psicológico y moral irreversible en el desarrollo, salud y bienestar de los niños y afectar sus vidas de manera permanente.
Trabajo doméstico prohibido
No todo el trabajo doméstico infantil está prohibido. De manera general el trabajo doméstico infantil es aquel realizado por menores de 18 años, con o sin remuneración, en hogares de terceros o empleadores: engloba tanto los trabajos permitidos como aquéllos prohibidos por la legislación. El trabajo infantil dentro del trabajo doméstico se refiere concretamente al que es prohibido por la legislación.
En el caso de Venezuela el trabajo prohibido comprende a los niños por debajo de la edad mínima de admisión al empleo (14 años) y a los adolescentes entre 14 y 17 años que aun cuando podrían estar legalmente autorizados para trabajar, no cumplen las estrictas condiciones de protección, supervisión y control que establece la Lopna. Algunas de estas condiciones incluyen el registro de adolescentes trabajadores ante el Consejo de Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes, así como contemplan la armonía entre el trabajo y la educación, jornadas de trabajo limitadas y prohibición de jornadas extraordinarias, jornadas de descanso adicionales para los adolescentes en trabajo doméstico, exámenes médicos, vacaciones remuneradas y la inscripción obligatoria en el sistema de seguridad social. En este sentido los empleadores de los adolescentes deben tener un rol fundamental en garantizar el cumplimiento de la ley.
Dimensión del fenómeno
La dimensión del fenómeno es un tema esencial. En 2010, la OIT estimó que en el mundo 15.5 millones de niños realizan trabajo doméstico -remunerado o no- en el hogar de un tercero o empleador, y que dicha cifra representa tanto como el 30 por ciento de todo el trabajo doméstico a nivel mundial. De este universo 10.5 millones están en trabajo infantil (trabajo prohibido) y 8.1 millones realizan trabajos peligrosos. Asimismo las cifras revelan que el trabajo doméstico infantil constituye un desafío central de género ya que el 72 por ciento de todos los menores de edad que lo desempeñan son niñas. Un 47 por ciento tiene menos de 14 años de edad.
Situación en Venezuela
En Venezuela existe poca información sobre la dimensión del problema. Sin embargo, la Encuesta de Hogares por Muestreo realizada por el Instituto Nacional de Estadística permite identificar a los menores de edad ocupados en la producción económica a partir de los 10 años y, de manera específica, aquéllos involucrados en trabajo doméstico. En 2010 el número de niños en trabajo doméstico entre 10 y 17 años fue aproximadamente 17.000 a nivel nacional: 59 por ciento eran mujeres y 20 por ciento menores de 14 años de edad. El trabajo doméstico infantil representó el 6.0 por ciento de los cerca de 285.000 menores de edad ocupados en actividades económicas: 3.3 por ciento en el caso de los niños y 13.2 por ciento en el caso de las niñas. Los menores de edad en trabajo doméstico laboraron un promedio de 31.9 horas a la semana con grandes diferencias por sexo: 38.4 horas las niñas y 22.5 horas los niños.
No existe una fórmula única para erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico. Se requieren medidas complementarias y la participación activa del gobierno, así como de las organizaciones de empleadores y trabajadores, y los grupos de la sociedad civil, para tomar acciones decisivas y darle una mayor visibilidad al trabajo doméstico infantil. Este tema constituye una prioridad social y de desarrollo y una cuestión de derechos humanos fundamentales, y, por lo tanto, requiere la máxima atención por parte de todos los actores sociales.
"Erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico y proteger a los jóvenes trabajadores contra las condiciones de trabajo abusivas"
Fotografía: LB.
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