Las múltiples verdades sobre el billete de 100
Elides J. Rojas L.
Un día cualquiera de este diciembre de 2016 esta extraña revolución bolivariana le dio por sacar de circulación los billetes de 100 bolívares, el popular marrón, el de más alta denominación, el paño de lágrimas de una moneda totalmente destruida por el socialismo. Ocurrió así de sopetón, como lo hacen los grandes, como actúan los próceres en cualquier ámbito cuando atraviesan enormes inconvenientes. A grandes problemas, grandes soluciones. Hasta ahí la historia en el mundo de los folletines de historias inspiradoras.
Pero no es tan fácil. Hay muchos elementos que diferencian este episodio criollo de esas hermosas historias de próceres que sacan todo lo que tienen para salvar la patria justo cuando la película está a punto de terminar. Es Venezuela, van 18 años de régimen chavista, el país está absolutamente quebrado, hay vulnerabilidad por todos los costados de la nación y, lo más importante, Maduro es el presidente. Y su gabinete tampoco ayuda. Así que lo primero que se extraña del anuncio de matar al billete de cien, justo cuando la inflación lo había liquidado desde hace muchos meses, es saber la razón. El ¿por qué?
Nunca se dijo. Todo el mundo trató de establecer una razón lógica. Haremos un resumen de todo lo que los ciudadanos venezolanos, bien apoyados por la eficiente comunicación oficial, pudieron tejer como la razón de la drástica medida. El fracaso de la aplicación es otra cosa. También se hablará de eso al final.
La razón: Uno. Maduro y su brillante equipo económico, incluido el jefe español, han establecido la necesidad imperiosa de utilizar billetes de real valor y significado para la economía. Dos. Hay un tumbe. Esto se traduce en una guerra entre comerciantes muy poderosos en la frontera que incluye a militares y gobernantes, que finalmente decidieron usar el poder del Estado para dejar fuera del juego a la parte colombiana de esta guerra de choros. Tres. Los especuladores recibieron lo suyo. El gobierno de Maduro se puso serio y atacó en la línea de flotación. Cuatro. Los panas de DólarToday no esperaban que un gobierno tan malo en materia cambiaria los agarrara movidos de la base. Cinco. Dos gigantescas bandas del narcotráfico jugaron a la batalla final. Seis. Se ejecutó la más grande operación de lavado de capitales en toda la historia. Siete. Es una seria medida de política de Estado puesta en práctica entre el BCV, el ministerio de Finanzas y, claro está, la masa gris del Ejecutivo. Ocho. Es parte de las políticas de los Castro y el chavismo para terminar de quebrar y enloquecer a los venezolanos. Nueve. “Nada de lo que ocurre es casual”. El gobierno chavista tiene todo calculado y es sumamente inteligente. Cada paso que da está medido. Ataca a la clase media. Poco a poco la esclaviza. Va ganando claramente esta guerra. Diez. El billete de 100 no servía para nada. Hay que admitirlo. El chavismo destruyó al bolívar viejo, aniquiló al bolívar fuerte y está listo para acabar con todo en poco tiempo. El tractor destructor de los Castro funciona perfectamente.
Hasta ahí. Lo demás lo viven y sufren los venezolanos. Otra loquetera irresponsable y de incapaces. Basta ver lo que dijo Maduro, en medio de protestas, represión, quema de negocios y bancos, presos, violencia; producto de esa genialidad de gerencia que los caracteriza para tratar de culpar a otros como siempre hacen: Somos víctimas de un sabotaje internacional. Por eso no llegan a Venezuela los nuevos billetes. Por eso el pueblo sufre esta calamidad.
La verdad es que, después de 18 años de incapacidad manifiesta, todos sabíamos que vendrían días sin billetes, sin comida, sin bancos y hasta sin gasolina. Más colas que nunca. Una cosa lleva a la otra. Y que nadie diga que no sabía. Al contrario. De esta gente siempre hay que esperar lo peor.
Y lo que falta.
Fuente:
http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/las-multiples-verdades-sobre-billete-100_631912
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