sábado, 2 de junio de 2018

DE LA CARRERA, ¿SÓLO QUEDA EL CANSANCIO?

Buscando lo que no se le ha perdido
Luis Barragán


Válido el cuestionamiento de la gestión de Mariano Rajoy, aunque las diligencias judiciales no lo involucran directamente, es necesario recordar el contexto de la crisis de gobierno que dice ahora zanjar Pedro Sánchez. El solo problema de los separatistas catalanes, obliga a asumir con sobriedad y responsabilidad una situación que, por lo demás, si bien es cierto no es idílica,  tampoco apunta al seguro colapso ético, económico y social que fue la tumba que cavó en su momento el PSOE.

Desde este lado del mundo, tenemos la impresión que la corrupción real o aparentemente desbordada, es la clave del descrédito cada vez más generalizado del sistema, antes que de los partidos considerados del status quo. Nada debe sorprender que sea la punta de un hilo del que tiran  irresponsablemente, dándole al conflicto un sentido en algo o mucho parecido al de la Venezuela de los ’90 del ‘XX, susceptible de cualesquiera maniobras y conspiraciones.

El papel de PODEMOS, agenciando una coalición que es la de una deliberada inestabilidad,  por lo pronto, asocia más a España con la Italia de Berlusconi, teñida de una asfixiante antipolítica, como lo comentó recientemente Iñaki Gil para El Mundo. La estrategia de un francotirador como Pablo Iglesias, quien ha confiscado toda la tradición marxista de la península, convertido su partido en un curioso aparato personal que recibe toda la atención y esmero del madurato, adquiere una importancia que muy probablemente no guarda correspondencia con las papeletas electorales.

El prematuro ascenso de Sánchez, fruto de un común y particular proceso de selección del liderazgo español, no luce prometedor. Por lo demás, inevitable aludirlo, es el mismo PSOE que tuvo a la cabeza a José Luis Rodríguez Zapatero, el mercenario que tiene casa nueva a costa del sufrimiento de los venezolanos.

Lo que acaece en Iberia, por distante que pueda parecernos, merece una mayor y mejor atención de la acostumbrada. E, incluso, por largo y también tan peculiar que se nos antoje el debate de la moción de censura, debemos revisarla pacientemente (https://www.youtube.com/watch?v=EMUCEQKOS-E), añadida la intervención tan crítica y sensata, sencilla y directa de la diputada Ana María Oramas González-Moro. En medio de la podredumbre de la polémica política venezolana, a la medida de un régimen de falsificación del propio lenguaje, la sola revisión se ofrece como un magnífico ejercicio.

Muy antes, fue costumbre tratar de las vicisitudes españolas casi como propias, quizá por los inmigrantes que se sienten y son de acá, resistiéndose a abandonarnos. . Ahora, paradójicamente, nos hemos distanciado, por numerosos que sean nuestros coterráneos en suelo peninsular.

Puede decirse, España está buscando lo que no se le ha perdido. Y de esto sabemos nosotros muy bien, padeciendo todavía las amargas consecuencias.

Fotografía inicial:  Lluis Gene (AFP), 2014: "El piloto de Fórmula 1 Pascal Wehrlein conduce su monoplaza en la sesión calificación en el Circuito de Catalunya".

04/06/2018:
http://www.noticierodigital.com/2018/06/luis-barragan-buscando-lo-no-se-le-ha-perdido/
 

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