miércoles, 6 de junio de 2018

LA CAÍDA DE MEDINA ANGARITA

Febrero de 1945
Julio César Moreno León

El 8 de febrero el gobierno anuncia el nombramiento de nuevos Presidentes de Estado. En Anzoátegui es designado Pedro Cruz Bajares; en Apure Carlos Rodríguez Rincones; en Aragua Aníbal Paradisi;  en Barinas Francisco Betancourt Sosa; en Bolívar Carlos Tinoco Rodil; en Carabobo Enrique Tejera; en Guárico Pedro Sotillo; en Lara J.M. Domínguez Escovar; en Mérida Alberto Celis Paredes; en Monagas Juan José Palacios; en Nueva Esparta el capitán Luis Rafael Pimentel; en Trujillo Numa Quevedo y en el Estado Zulia Héctor Cuenca.
El diario El Nacional reseña las obras que adelanta el Ejecutivo Nacional con la participación del Batallón de Ingenieros “Francisco Avendaño”, al mando del comandante Hildemán Sánchez Becerra,  destinadas a construir una carretera que unirá a El Junquito con la Colonia Tovar. La construcción de esta vía permitirá el acceso a Caracas de la producción agrícola de esta zona, y abrirá paso al turismo y la recreación a  los habitantes de la capital de la república.
En un comunicado de la Cancillería venezolana publicado en todos los medios de comunicación, se da a conocer,  la decisión oficial del gobierno nacional, de declarar el “Estado de Beligerancia”, en contra de las potencias del “Eje Nazi - Fascista”.
Entre otros aspectos, el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, al hacer el recuento de la posición del gobierno venezolano en el desarrollo del conflicto mundial señala: “El gobierno de Venezuela no ha vacilado en prestar a las Naciones Unidas, dentro de las posibilidades, su colaboración política, económica y militar. A este fin, convino con Estados Unidos y Holanda, las condiciones de la defensa común del Mar Caribe y de las Antillas Holandesas; fortificó ciertos puntos de la costa para cooperar en la acción de las bases aliadas; concertó con el Gobierno británico prevenciones para la defensa de del Golfo de Paria; fortificó la Isla de Patos y combinó su acción con la base americana de Trinidad; abrió sus puertos y aeródromos a los buques y aeronaves de países beligerantes amigos; incautó naves internadas en Venezuela y pertenecientes a potencias totalitarias; dictó disposiciones para vigilar y refrenar las actividades de personas extranjeras o naciones que pudiesen poner en peligro la seguridad de cualquier país americano; fiscalizó el movimiento de los fondos pertenecientes a súbditos del Eje; liquidó o expropió empresas comerciales, industriales y de transporte pertenecientes a ellos y, en resumen, dio estricta ejecución a todas las medidas derivadas de los convenios interamericanos del país, demostrando siempre su voluntad de ayudar por todos los medios a su alcance al triunfo de las Naciones Unidas”.
Al referirse a las agresiones del régimen nazi en contra de Venezuela, el documento de la Cancillería dice: “Por su parte el gobierno alemán ha cometido actos de agresión calificada contra la República, como el hundimiento de barcos de bandera nacional, con pérdida de vidas venezolanas, y llegó recientemente en su actitud hostil, hasta el bárbaro fusilamiento de un ilustre Prelado de nuestra Iglesia”.
El gobierno continua las medidas de clausura de las empresas propiedad de ciudadanos de origen alemán. Esta vez el decreto oficial afecta a Gustavo Zingg, Gathman Hermanos, Berhol Witengel, Valentiner y Cia, y Stenworth.
El diario El Nacional, el día 17, se hace eco de los rumores que en medios oficiales señalan la posible candidatura presidencial del Embajador Diógenes Escalante. El matutino caraqueño lo califica como “notable abogado tachirense”, nacido en la población de Queniquea, egresado de la Universidad de Mérida y la Universidad Central. Escalante ha desarrollado su actividad diplomática en Alemania, Holanda, Gran Bretaña, Suiza y en la Sociedad de Naciones, y ha sido senador, diputado y secretario de la Presidencia.
El autor de la nota periodística, al destacar los años de ausencia del país del posible candidato, se pregunta “si podrá con el mismo impulso llevar adelante la etapa de perfeccionamiento de las instituciones”.
En protesta por la detención de Pedro Beroes, director del diario Ultimas Noticias se celebra en Caracas el día 24 un mitin organizado por el partido Unión Popular al cual concurren los principales directores de periódicos de la capital,  dirigentes del PDV, y de los partidos de izquierda.  Beroes, demandado por el abogado Mario Ortega quien le acusa por el delito de difamación, ha sido condenado por el  Juez Hugolino Hernández a cincuenta y dos días y medio de prisión. Su detención plantea el debate en torno al tema de la libertad de expresión en el país.
Los sectores opuestos a lo que consideran injusta medida judicial ponen de relieve la contradicción existente entre un gobierno respetuoso de las libertades públicas, y una vieja legislación que lesiona el ejercicio de esas libertades.
El acto realizado en la Plaza San Lorenzo de la Parroquia San Juan, lo presiden Laureano Vallenilla Lanz, Pascual Venegas Filardo, Jesús González Cabrera, Mariano Picón Salas, P A Ruiz Castillo, Antonio Arráiz, Miguel Otero Silva,  Ernesto Silva Tellería  y  Vaughan Salas Lozada.
En las páginas de El Nacional, el lunes 19, la periodista Ida Gramco da amplia cobertura a uno de los primeros intentos llevados adelante por la incipiente industria cinematográfica venezolana. Se trata de la filmación de la película venezolana “Dos Hombres en la Tormenta”, basada en la novela de Napoleón Ordosgoitti “Abismos Azules”. La dirección del film está a cargo de Rafael Rivero, y sus protagonistas son Fernando Gómez, Pepe Torres, y la actriz Luz Vegas. Los protagonistas del film comentan las peripecias experimentadas en la realización de la película en el interior del país, en las poblaciones de Cusuy, Araira y la Isla de Margarita.
Durante el mes de febrero, los reportes bélicos relacionados con la guerra mundial describen lo que se vislumbra como la debacle definitiva del nazismo, en medio de un elevado costo en vidas humanas y recursos materiales para las naciones en pugna.
Se considera inminente el asalto definitivo a Berlín, al encontrarse las tropas soviéticas comandadas por el general Zhukov a escasos kilómetros de esa ciudad.
El 14 de febrero el Heraldo destaca las declaraciones de Stalin, en las que anuncia la captura de Budapest “comandada por los Mariscales Fedor Toibulkhin, y Rodion Malinovsky, cuyos dos ejércitos se unieron para rodear y destrozar la capital húngara, capturando ciento diez y seis mil prisioneros luego de tres meses de guerra”.
Los cables internacionales de la agencia AP reportan que para el día 16, la aviación norteamericana en un  lapso de cuarenta y ocho horas ha bombardeado quince puertos industriales entre Austria y el Ruhr, y que los efectivos militares del Tercer Ejército comandado por el general Patton perforan en medio de intensos combates la Línea Sigfrido. Los bombardeos de Estados Unidos y Gran Bretaña se intensifican, atacando a Munich, considerada como punto estratégico del sistema ferroviario alemán, así como a las ciudades de Aschaffenburg y Ulm, esta última, esta última situada a  orillas del Danubio.
La Radio Moscú da a conocer, el domingo 18,  la muerte del general Iván Danilov Cherniakowsky quien falleció como consecuencia de graves heridas sufridas en el frente de batalla. El oficial soviético es el comandante del grupo de ejércitos de la Rusia Blanca que ha conquistado la mayor parte de Prusia Oriental.
El 24 las tropas rusas comandadas por el Mariscal Rokossowsky  ya han cruzado la frontera polaco-alemana de la región de  Pomerania y avanzan hacia el norte con el objetivo de atacar a la guarnición nazi que  defiende el puerto de Danzig en el Mar Báltico. La nota informativa de la agencia Reuter agrega que “las tropas del Mariscal Koniev están penetrando hacia el corazón de la asediada ciudad fortaleza de Breslau”, y que los combates ocurren en el centro de la ciudad.
En el frente de Branderburgo, afirma el cable de Reuter, ocurren fieras luchas y son atacadas las ciudades de Guben y Forst, baluartes avanzados de la capital del Reich.  La zona de los sudetes, primer territorio capturado por Hitler, dice la agencia Reuter, “oyó hoy el tronar de los cañones soviéticos al aproximarse las fuerzas del Mariscal Koniev, en su avance por el sur de  Silesia, a la frontera de Checoeslovaquia”. 
Mientras canadienses, ingleses, escoceses y galeses atacan diversos puntos de la población alemana de Gotha, el Mariscal Montgomery anuncia que sus ejércitos están avanzando en lo que considera como El Asalto de la Victoria.
Reportes provenientes de Berlín publicados por El Heraldo, especulan en torno a un plan destinado a sacar de territorio alemán a los principales jerarcas del Tercer Reich. Según esta información, dos aviones cargados con combustibles, hasta para cuarenta horas, y alimentos para diez personas, serán utilizados en la fuga de Hitler, Himmler, Ribbentrop, y Goering. De acuerdo con este reporte, el encargado de asumir la resistencia final de Alemania  será Joseph Goebels.
Entre tanto, en la guerra contra Japón, las tropas comandadas por el general Mac Artur invaden en medio de sangrientos combates a Grand Island, al norte de la Bahía de Manila, en territorio filipino, y  realiza finalmente las conquistas de esa ciudad, así como de Batán y de la isla Corregidor.
En Japón, los alrededores de Tokio son bombardeados con el apoyo de portaviones norteamericanos que operan en aguas del Pacífico, produciendo desastrosos incendios que convierten en escombros las zonas atacadas. Se calcula que en los ataques ocurridos el día 23, un total de 1.500 aviones y 200 súper fortalezas descargaron más de 2.000 toneladas de bombas llegando a impactar el edificio del Palacio Imperial.
El día 19 las tropas norteamericanas al mando del general Spruance desembarcan en Iwo Jima, territorio considerado como una base estratégica indispensable para realizar el ataque definitivo al  Japón.
Ante la proximidad de una victoria definitiva se reúnen en el territorio ucraniano de Crimea, en el antiguo “Palacio Imperial de Yalta”, los jefes de las potencias aliadas José Stalin, Franklin  Rossevelt y Winston Churchill, para debatir en torno a las acciones conjuntas en el final de la guerra, y a la organización político- militar de Europa.
En esta cumbre realizada del 4 al 11  de febrero, se acuerda la eliminación de raíz del racismo y el militarismo alemán; la división de Alemania en cuatro sectores controlados por las tropas de Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, y Francia; la  constitución de una Comisión de Reparaciones de Guerra; el establecimiento de gobiernos de unidad nacional en Polonia, y Yugoeslavia; así como la escogencia, en elecciones democráticas, de las autoridades nacionales a establecerse en los países liberados.
Con el fin de crear la Organización de Naciones Unidas la Cumbre de Yalta aprueba la realización de una conferencia de países a celebrarse el 25 de abril, en Estados Unidos, en la ciudad de San Francisco.
Luego de concluir la reunión de los Jefes de Estado, el Primer Ministro Winston Churchill afirma en un discurso pronunciado el día 18 en el aeropuerto de Crimea: “La tarea que tenemos por delante es entrar en el corazón del territorio enemigo y destrozar para siempre a la diabólica tiranía nazi. Todos nos comprometimos a trabajar juntos, luego de concluida la guerra para lograr una vida más feliz y próspera a las grandes masas de los pueblos de todos los países, de modo que las naciones puedan subsistir en el mundo sin temor, sin base de agresión y sin estar expuestas a los horrores de la guerra”.
Un cable de la agencia AP, reproducido el día 14 por El Nacional, destaca la reacción de Adolfo Hitler ante la reunión de los jefes de las potencias aliadas, a la que califica como un “crimen contra la humanidad producto del programa del odio judío”, y como “el mayor crimen de todos los tiempos”.
Por su parte el general Charles De Gaulle, establece diferencias políticas y diplomáticas con los resultados de la conferencia y señala que “Francia no está unida por ninguna decisión que afecte sus intereses, y que haya sido tomada sin su consulta”.
El día  21 se instala en la capital mejicana, en el Castillo de Chapultepec la “Conferencia Interamericana sobre los problemas de la Guerra y de la Paz”, destinada a discutir las bases de las relaciones entre los países del Continente. En esta cumbre están presentes los miembros de la Unión Panamericana, con excepción de Argentina, excluida por sus vinculaciones con el régimen nazi, y El Salvador, cuyo gobierno se abstuvo de asistir por no tener relaciones diplomáticas con México, país sede de la reunión.
El Presidente de la nación azteca Manuel Avila Camacho, al intervenir en la inauguración de la Asamblea ratifica la voluntad democrática de América afirmando que “con dictaduras no podrá funcionar ningún organismo internacional”.  El Canciller venezolano Caracciolo Parra Pérez se pronuncia porque “América sea un factor esencial en el mantenimiento de la paz, evitando la repetición de la tragedia mundial que hoy estamos sufriendo”. Y el Secretario de Estado norteamericano Edward Stetinius, en su discurso ante los delegados asistentes a la reunión continental dice que “cualquier agresión en contra de un país americano, lo es en contra de todos”. Y aboga porque “todos los hombres de todas las tierras del mundo vivan libres de temores, sin distingos de razas o credos”.     
La agencia de noticias AP informa el 25 de febrero desde París, que  de acuerdo con informes oficiales de Francia, Don Juan de Borbón reivindica ante  el pueblo español su derecho a asumir el trono de España y cuestiona la legitimidad del régimen de Franco.
El Partido Monárquico asegura, ante la proximidad de la Conferencia de San Francisco, que Franco nunca será aceptado por las Naciones Unidas  y que Don Juan como legítimo monarca permitirá a España incorporarse plenamente al nuevo concierto mundial de naciones.

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