sábado, 3 de septiembre de 2016

¿PARA QUIÉN TRABAJA ORSON WELLES?

De una frustrada invasión extraterrestre
Luis Barragán


A pesar de todos los obstáculos, la llamada toma de Caracas ofreció el inmenso testimonio de rechazo de la población hacia el gobierno que la condena literalmente al hambre.  La sistemática como ridícula obstaculización de los accesos hacia la ciudad capital,  o el terrorismo ejercido en el centro histórico y oeste de una urbe de difusas fronteras, revela cuán nervioso está el poder establecido.

La tentación es la de comentar la jornada misma, evidentemente multitudinaria, en contraste con el evento convocado por Maduro Moros. Inevitable, sus oradores desearon minimizar el llamado opositor para confinarlo a treinta mil almas, subestimando temerariamente el descontento popular. Sin embargo, otra circunstancia llama la atención respecto a la derrota moral y política sufrida, aunque insuficiente.

Faltando un libreto más convincente, dijeron de un golpe de Estado en curso. Y, con motivo de su visita a Margarita, apenas entrando a la casa de Juana – si no recordamos mal – Nicolás dijo haber frustrado el hecho.

Nada grata la estancia isleña, caceroleados en sus arrogantes narices, no otra fue y es la explicación ansiando una épica de la supervivencia de la que no se tiene ni ofrece prueba inequívoca alguna, por más que desearon prefabricarla. El reality show fracasó, además, con las dádivas que el enflaquecido Estado ofrece para poner  bonitas las zonas residenciales más humildes que esperan conseguir alimentos, medicinas y productos para  la higiene personal, con agua potable y energía eléctrica.

Por lo visto, inflamada la imaginación, daba igual versar sobre una invasión extraterrestre que las decididas fuerzas del orden, rememorando probablemente una escena de George Lucas, porque H. G. Wells les queda muy atrás, atajaron. Además,  atacada nuestras costas desde una remota galaxia, la hazaña de resistencia entroncaría cómodamente con el Cipriano Castro de 1902, en el habitual e insoportable batiburrillo que constituye toda una escuela dizque política en un país que, mal que bien, la tuvo sobria, profunda y – sobre todo – sensata.
Fotografía: http://www.abc.es/cultura/20131030/abci-aniversario-orson-welles-guerra-201310300614.html
04/09/2016:


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