domingo, 4 de septiembre de 2016

EL PERIÓDICO COMO ESTAFETA POSTAL


Hoy es toda una curiosidad, en la era de los correos  electrónicos y de las respuestas - públicas y privadas - inmediatas. Cartas, telegramas y hasta paquetes postales que se acumulaban. El aviso nos transmite una triple circunstancia para columnistas y lectores: la tardanza de las respuestas que seguramente esperaban, además de las sugerencias imaginables y quién sabe si insultos; el seguimiento del columnista que, apenas, pasaba o mandaba su colaboración a la sede del periódico, indiferente o desinformado de las peticiones y comentarios que suscitaba; y el costo de las respuestas epistolares que, salvo fuesen significativas, quizá pocas veces hallaban cabida en el siguiente texto de prensa. Además, incluye a los anunciantes (LB).

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