De los bolséviques (y nuevamente el Esequibo)
Luis Barragán
La cada vez más marcada carencia de bolsas de plástico, acaso concebidas como una vanidad pequeño-burguesa por los elencos del poder relevados de toda diligencia doméstica, nos condena a llevar y a defender los comestibles, medicamentos y artefactos, limpiamente en la mano. Y esto significa afrontar el riesgo de un asalto a mano armada, porque ya luce ineficiente el arrebatón callejero debido a la cautela y habilidad de quienes protegen lo poco que hay para comprar.
Cada vez más costosas, las bolsas de plástico fuerzan al reciclaje, al empleo de los pequeños y pesados carritos castigados por las deterioradas aceras o a la vuelta de los viejos sacos de coleto. El país que un buen día se supuso una potencia petroquímica, en el que las abaratadas bolsas permitía regalarlas, simplemente, ya no las tiene como tampoco los platos de ánime que llevan al comerciante a utilizar un envoltorio de papel que quizá mañana sea de periódico.
Recordamos una conversación trivial de algunos meses atrás, en la que alguien retrató con acierto las penurias de la Cuba en la que, por lo general, las bolsas de papel constituyen toda una lujuriosa ostentación. Otro contertulio no lo creyó y, sonriéndole a la premodernidad que supone afecta exclusivamente a otros países del subestimado tercermundismo, celebró que acá hubiese petróleo y de sobra. Sin embargo, fue la conclusión, seríamos unos bolsas si permitiéramos que el régimen nos asfixiara a tal extremo: en propiedad, unos bolséviques ante la evidencia que pudieron creerla como fantástica por quienes predijeron un mejor siglo XXI.
Valga la digresión, el gobierno venezolano cumplimenta una gira caribeña para plantear el problema del Esequibo. El primer ministro de Barbados, Freundel Stuart, ya fijó la posición de la Comunidad del Caribe (Caricom) que preside, favorable a Guyana. Sin embargo, lo más curioso ha sido el tratamiento informativo de la vicepresidencial visita a Raúl Castro, pues, se presenta como el fatigado esfuerzo por ilustrar a una dictadura supuestamente desinformada, imparcial y desinteresada, cuando todos sabemos de sus posturas históricas ante el diferendo territorial y el aprovechamiento que hizo de su especial relación con Guyana.
Por lo demás, el presidente Carl Greenidge no acepta reunión personal alguna con el presidente Nicolás Maduro para ventilar el asunto, fuera del marco de la ONU. Y si lo hiciere, consecuente con la Doctrina Chávez Frías, abordarían todo lo que quisiese el venezolano en el contexto de las relaciones bilaterales, menos el Esequibo.
Fotografía: LB, vista de las escaleras de la Torre Multinvest,La Castellana: sede del partido Un Nuevo Tiempo y lugar de la MUD para ordenar las postulaciones de la plataforma parlamentaria. Caracas, 06/08/2015.
Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/23360-de-los-bolseviques-y-nuevamente-el-esequibo
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