domingo, 17 de mayo de 2020

¿PÓLVORA PARA EL CORONAVIRUS?

Secutirización de la pandemia
Luis Barragán

Convengamos, quizá el anglicismo llegó para quedarse. Observamos, quizá no ha prosperado un término en español más adecuado para  los sectores académicos que cultivan la  materia.

Lucen numerosos los problemas comunes u ordinarios que prontamente juran comprometernos  – exclusiva e incomprensiblemente - en términos de seguridad y defensa nacionales. Así lo observó, por ejemplo, Javier Treviño Rangel (http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-013X2016000200253),  refiriéndose a la asunción estadounidense de las migraciones ilegales procedentes de México; y, paradójicamente,  la propia asunción mexicana de las migraciones ilegales procedentes del resto de Centroamérica. 

Extendida la pandemia, la usurpación  la ha tratado como un asunto militar que afecta derechos fundamentales de  los venezolanos ampliamente desinformados de la administración epidemiológica que ensaya o dice ensayar, por lo menos, en contraste con otros países en los que también destaca el ejercicio de la libre opinión pública. E, inconstitucional e ilegalmente, renueva o pretende renovar un Estado de Excepción que es el mismo de la década, apartando los obvios matices.

La secutirización  o, mejor, la militarización de un extraordinario y prolongado acontecimiento de salubridad o sanidad pública, lleva a la inmediata criminalización de quienes rompen o dicen que rompen con las normas frecuentemente sobrevenidas. Huelga comentar  - verbi gratia -  la situación de los periodistas en Venezuela, o el particular tratamiento y resultado del motín penitenciario de Guanare, pues, hasta  la simple curiosidad de un transeúnte que observa el choque de dos automóviles, predispuestas las autoridades uniformadas, significa la amenaza de una severa detención o el descarado  robo del móvil celular que no, hurto.

Predisposición interesada con pretensiones de lugar o de sentido común, el video más distraído que la curiosidad callejera suscita, compromete absurdamente la seguridad y defesa de la nación. O el lógico pronunciamiento de la  Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, en torno al COVID19, reivindicando la vocación ciudadana y la acreditación incuestionable de sus miembros, acarrea severas y muy directas amenazas de los prohombres del poder establecido, rondando los peligros para la Academia Nacional de Ciencias económicas que ha hecho lo propio.

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