De
los límites de la narrativa coronoviral
Luis
Barragán
“Una formación discursiva no ocupa, pues,
todo el volumen posible que le abren por
derecho los sistemas de formación de sus
objetos, de sus enunciados, de sus conceptos;
tiene, por esencia, lagunas, y
esto por el sistema
de formación de sus elecciones estratégicas”
Michel Foucault (*)
En
otra etapa de la vida republicana, el nombre de los directores nacionales de
Epidemiología y de Defensa Civil, por ejemplo, serían familiares a los
venezolanos que no atinan siquiera con el de los ministros del ramo, porque la
pandemia ha sido ocasión para la reivindicación extrema de la cúpula del poder que arbitra sobre la vida y la muerte mismas. Constituye una reafirmación piramidal de la usurpación, traducida en
un órgano rector para administrar al peligroso huésped, dependiente directamente de las decisiones
presidenciales y vicepresidenciales, con un solo ministro aventajado como
vocero; y una reafirmación kelseniana
de sus resoluciones, mediante un decreto de Estado de Alarma imposibilitado de
cualquier debate parlamentario, de la opinión pública y de los expertos que la
accedan.
Más
allá de su obvia pertinencia, la
cuarentena ha agudizado el control social habitualmente ejercido por la
delincuencia común, la precariedad y encarecimiento de los servicios
médico-asistenciales, o las consabidas faenas represivas de la dictadura
socialista. El confinamiento es,
prácticamente, el único recurso preventivo que emplea una población desasistida
y, además, forzosamente auto-disciplinada, aunque intuye o sabe que no lo vive igual o
parecido a los países de una caracterizada democracia liberal, acercándose más
al silencio resignado de aquéllos regímenes totalitarios que ocultan
celosamente sus tragedias.
Puede
aseverarse, hasta nuevo aviso, las redes digitales todavía ayudan a la
conformación de una comunidad cada vez más amplia, espontánea y heterogénea
para el intercambio necesario de información y de pareceres, capaz de ejercer
una orientación y también una resistencia formidable ante el biopoder en auge.
Susceptible de toda desviación, conciliando tácitamente la inquietud, la
convicción y el pensamiento político con el antropológico, luce como una veta
extraordinaria para el estudioso sobre el discurso común que está emergiendo,
ojalá alternativo, con sus dificultades, truncamientos, desarrollos y promesas.
Inevitable digresión, nada fortuita o circunstancial fue la denuncia fundada que hizo María Corina Machado sobre la inminente crisis humanitaria, por 2014, comprobada las generosas posibilidades que ofrece un pensamiento, una actitud y un compromiso de ruptura. Comprobando los límites angustiosos de una narrativa, por siempre temeroso de revelar las propias, Maduro Moros suele invocar las cifras del contagio y de la muerte de otros países que libremente las divulgan, como si bastara para convencernos de su intención antes que de su diligente voluntad por salvar al país de esta y de otras tragedias. Sin embargo, imponiéndose, otra vez constatamos la íntima naturaleza de un régimen que se realiza con el tráfico ilícito de la gasolina y de otros bienes escasos, como del asedio inconcebible de los llamados colectivos armados contra la dirigencia social y política de numerosas localidades, negado el combustible y el salvoconducto a los profesionales independientes de la salud.
Inevitable digresión, nada fortuita o circunstancial fue la denuncia fundada que hizo María Corina Machado sobre la inminente crisis humanitaria, por 2014, comprobada las generosas posibilidades que ofrece un pensamiento, una actitud y un compromiso de ruptura. Comprobando los límites angustiosos de una narrativa, por siempre temeroso de revelar las propias, Maduro Moros suele invocar las cifras del contagio y de la muerte de otros países que libremente las divulgan, como si bastara para convencernos de su intención antes que de su diligente voluntad por salvar al país de esta y de otras tragedias. Sin embargo, imponiéndose, otra vez constatamos la íntima naturaleza de un régimen que se realiza con el tráfico ilícito de la gasolina y de otros bienes escasos, como del asedio inconcebible de los llamados colectivos armados contra la dirigencia social y política de numerosas localidades, negado el combustible y el salvoconducto a los profesionales independientes de la salud.
Por
consiguiente, no tratamos sólo de la biopolítica que lidia con el biopoder,
según los términos consagrados por la literatura especializada, la que dispensó
sus mejores atenciones al mundo occidental y el capitalismo avanzado, sino de
una prolongada guerra no convencional que le ha asignado un papel al
coronavirus, instrumentalizándolo para la supervivencia misma del régimen. Sugiere, por lo pronto, el hallazgo, la
apropiación y la maduración de un
discurso que está lejos de agotarse, a
favor de las libertades públicas y de la reivindicación de la condición humana,
generador de múltiples estrategias que superan la sola interconectividad.
(*) “La arqueología del saber”,
Siglo Veintiuno Editores, México, 1979: 110 s.
13/04/2020:
https://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/36710-cuarentena
http://www.ventevenezuela.org/2020/04/14/de-los-limites-de-la-narrativa-coronoviral-luis-barragan/
http://www.ventevenezuela.org/2020/04/14/de-los-limites-de-la-narrativa-coronoviral-luis-barragan/
Ilustración: Ghee Beom Kim (no es un coronavirus).
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