lunes, 24 de febrero de 2020

GUERRILLEROS

OT. Editores recuerda sus 47 años
Maritza Jiménez

Tres siglos después de la aventura de Alejandro de Humboldt en Venezuela, el germano venezolano Oscar Todtmann funda una editorial que asume la tarea de mostrarnos las bellezas de esta naturaleza que maravillaron a su antepasado.

Así, da inicio a una colección que inaugura entre nosotros el "libro viajero", volúmenes en gran formato plenos de imágenes reveladoras del esplendor de nuestra geografía, y la tradición del regalo navideño empresarial en el mundo del arte y la cultura.

Son ediciones de resonancia internacional, que han puesto a nuestro país entre los más galardonados en el concurso anual "Los libros más bellos del mundo", de la Feria del Libro de Lepzig, Alemania, con títulos como La Gran Sabana y El Llano, o El sabor de la tradición libanesa, Mejor Libro del Mundo en Cocina Mediterránea en el Gourmand World Cookbook Award 2016.

A Luna Benítez no le gusta el término. Pero Oscar Todtmann se define como un "guerrillero editorial", pues solo mediante una estrategia de ese tipo han logrado mantener viva esa editorial en la que hoy siguen en pie de lucha, revelándonos ahora desde nuestra literatura como un país que se resiste a dejarse vencer.

El Alto Mando del libro 

Con más de cien títulos publicados en cuatro colecciones, la editorial OT debutó en Caracas en 1973, pero sus raíces están en aquella librería que sus padres, Dita y Oscar, al término de la guerra europea, finalmente instalan en el centro comercial El Bosque como la Librería Alemana, que, junto a otras similares, nos mantenían conectados con las novedades del mundo exterior.

"Desde que mis padres fundaron la librería, en 1951, en la cual, ya adultos, mi hermana Christiane y yo empezamos a trabajar, he estado rodeado de libros y del oficio de librero", afirma Todtmann, recordando su título como Asistente a la Gerencia del Libro, obtenido en la Escuela Superior del Libro de Frankfurt, tras una rigurosa pasantía por los más prestigiosos centros editoriales y libreros de Hamburgo y Berlín.

Muy alemán y muy venezolano, nieto de Clarita Behrens de Schierenberg, hija de Emma Braun Vollmer y Adolfo Behrens, gerente de la Casa Blohm y cónsul del imperio alemán en Venezuela en el año 1880, Carsten Todtmann es heredero de una familia con huella en nuestro país.

Una historia que recoge en Dos mundos, uno de los libros que, junto con Geografía literaria de Venezuela, constituida por los textos que acompañaron las imágenes de sus libros, servirá para recordar, "no celebrar", como prefiere, estos 47 años de su editorial.

-Librero, editor y autor. ¿Cómo se define?

-Mi formación en el comercio del libro en Alemania no diferenciaba entre libreros y editores. Además hice pasantías primero en una editorial y posteriormente en tres librerías. En son de broma, mi padre librero decía que los editores son como el alto mando militar, mientras los libreros son la infantería defendiendo los libros en las trincheras. Menor es mi experiencia como autor.

-¿Ha cambiado la línea editorial de OT en estos 47 años?

-Mi línea editorial ha sido la guerrillera: una lucha continua contra las editoriales del Estado y los grandes consorcios del libro extranjeros, conquistando espacios no ocupados por estos. Hubo tiempos en que me dediqué a libros de gran formato y de fotografía; otros, a las novelas y la poesía. En ocasiones a libros científicos, de arquitectura y artes culinarias. Como un boxeador, me he movido lo más posible dentro del ring para evitar los golpes.

-¿Cuáles han sido las mayores satisfacciones en estos 47 años?

-La amistad. La amistad con mis autores, libreros y los involucrados en la confección del libro, como traductores, correctores, tipógrafos, diseñadores, impresores, encuadernadores y un largo etcétera. Además, cada libro le abre a uno un nuevo mundo.

-¿Cuál ha sido el libro más difícil y cuál el más satisfactorio?

-No hay libro fácil. Ha habido libros de apenas sesenta páginas que me han ocasionado muchas dificultades, y otros de mayor envergadura que fluyeron armoniosamente. Con dos o tres excepciones, todos me han dado una gran satisfacción, pero sí hay uno al que le tengo un cariño especial. Es uno de mis primeros libros de bolsillo: Nada Sagrado, textos zen, que compilé y edité por primera vez a mediados de los 70, y que todavía me acompaña, tanto en físico, en su décima edición, como por su contenido y mis recuerdos al cariño y dedicación con que lo concebí y realicé.

-¿Cómo y por qué desaparece la Librería Alemana?

-Desaparece después de 65 años de existencia por las trabas y el desastre económico del país. A eso se le puede añadir el éxodo de los alemanes de Venezuela. Lo mismo le sucedió a La France, El libro Italiano, La Librería Rizolli y la Libreria Americana y las otras doscientas librerías que ofrecían libros en español.

-¿Cómo ha afectado la digitalización a la industria editorial?

-En la confección de libros ha sido de avances de gran utilidad. Cuando comencé a editar todavía trabajábamos con tipografía de plomo y un libro hoy cabe en un pendrive. Ahora, el comercio del libro digital todavía no lo tengo claro. Sí pienso que un gran enemigo han sido los teléfonos celulares, que le han restado tiempo libre a la gente para dedicarse a la lectura del libro.

Como fotógrafo, también ha seguido el curso de nuestra realidad en títulos que incluyen, desde Fascinante Venezuela, pasando por Venezuela en 13 fotografías (1998); Santiago de León de Caracas, y Todos marchan (2005), este último un registro visual de las protestas en Venezuela desde 1998, y Canaima Paraíso Teukinan (2007).

-¿Cómo ve los cambios operados en Venezuela?

-Ha pasado de ser un país naif soñador, a un país de contradicciones y confusión.

Apuesta a la poesía 

Comunicadora social y docente universitaria, Luna Benítez se incorpora a la vida y la editorial de Carsten Todtman en 1994, para aplicar sus experiencias al frente de la distribuidora Kuaimare en el desarrollo de la distribución y promoción del fondo editorial OT.

En ese sentido, proclama con orgullo para este aniversario la entrada del sello en Amazon, y la distribución de su catálogo editorial en más de 13 importantes librerías en las ciudades colombianas de Bogotá, Medellín, Cali, Manizales, Cartagena, Barranquilla y Armenia, en Colombia.

Hoy es, además, responsable de la creación de la colección de poesía, una de las más emblemáticas del sello editorial, con la coordinación de Kira Kariakin, colaboración de Jacqueline Goldberg y auspicios de Mario Ovalles y Team Poetero.

"Antes el Estado diseñaba políticas para facilitar el acceso a las distintas expresiones del arte y la cultura a la población, sin distinción de credos o ideologías. Esa visión hoy es completamente distinta y las instituciones y empresas culturales independientes hacen lo propio para mantener a flote sus actividades y propuestas".

-En OTE-continúa- nos asistimos en las colecciones de poesía y narrativa. En su mejor época, la editorial publicó los más bellos libros en la colección "Imagen de Venezuela", donde la fotografía de autor y del paisaje natural, marcaron una época importante en la confección de este tipo de publicaciones que tanta resonancia tuvo dentro y fuera de Venezuela.

-¿Por qué apostar a la poesía venezolana?

-Porque apostar a la poesía -responde- es apostar a la vida, a la esperanza. Si en un país publicamos poesía, es un país que va a ser muy difícil de exterminar. Como la poesía.

"Más allá de nuestras adversidades el panorama de nuestra literatura es muy alentador, dentro y fuera de nuestras fronteras. Hay de todo para lectores de gustos diversos. El cielo es el límite", finaliza.

Fuente:
https://www.eluniversal.com/entretenimiento/62545/ot-editores-recuerda-sus-47-anos?fbclid=IwAR37wZ-lWFnoDbawLNpegwmy699ajNGeDkYRl7IrWGFPOgWripy_xsgGizE

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