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¿De quién es Romero?
Luis Barragán

En medio de la pavorosa guerra civil salvadoreña, llegó al solio arzobispal Óscar Arnulfo Romero. Conservador y prudente, se dijo, fue extraordinariamente consecuente con sus convicciones cristianas.

El 24 de marzo de 1980, oficiando una misa en el hospital de la Divina Providencia, fue ultimado por un francotirador encargado por un sector de la extrema derecha, escandalizado por sus corajudas denuncias e inequívoco mensaje orientador. Nos conmovió muchísimo el hecho que, al sumarse al fusilamiento de seis jesuitas, junto a otras dos personas, en una universidad, años después, acentuó un compromiso que procuramos reivindicar día a día.

Los victimarios lograron relevar momentáneamente de toda responsabilidad histórica al sector de la extrema izquierda, en la funesta situación que padeció el pueblo centroamericano. La confusión llegó a profundizarse de tal manera que Napoleón Duarte, frecuentemente maltratado gracias a los estereotipos en boga, a pesar de sus inmensos esfuerzos,  posterior e injustamente se convirtió en otro emblema del gorilaje.

La izquierda más anacrónica de los días que corren, la que poco a poco – inevitable -  reivindica al propio Stalin (*), desde ya celebra la santidad de Monseñor Romero, diligenciada por el Papa Francisco. A título de inventario, lo ha incorporado a  su propio santoral político y hará suyo el ascenso a los altares terrenales.

A objeto de rellenar el Orden del Día, procurando distraernos de los más pesados problemas  que ha ocasionado al país,  la bancada oficialista apelará a un Proyecto de Acuerdo en homenaje a Monseñor Romero. Desdoblándose, lo reclamará como propiedad del socialismo del siglo XXI, encontrará sorprendentes semejanzas con   Chávez Frías, y emprenderá una violenta campaña publicitaria para notariarlo, irrespetando la verdad histórica y la legítima creencia ajena. Empero, no huelga la pregunta: ¿De quién es Romero?

(*) Nada inocente lo dicho por Maduro sobre el personaje (El Nacional, Caracas, 12/03/2015). Esto dijo, según la fuente:
 
EL NACIONAL, Caracas, 12 de marzo de 2015
El presidente hizo el comentario al ver un libro cuya carátula mostraba una fotografía del dictador soviético
 El presidente Nicolás Maduro encabezó la inauguración de la Feria Internacional del Libro (Filven) y durante el acto, recorrió varios de los stands que participan en la 11 edición de la Filven en los espacios del Teatro Teresa Carreño.

Allí, el jefe del Estado se detuvo a conversar con algunos de los encargados de atender a los visitantes de la feria y, al observar un libro con la foto del dictador de la antigua Unión Soviética, José Stalin, en la portada, comentó: “Por aquí tienen, Stalin: Historia y crítica de una leyenda negra. Mira, Stalin se parecía a mí. Mira, el bigote, igualito. El camarada Stalin, que venció a Hitler”.

(http://www.el-nacional.com/politica/Maduro-Stalin-parecia_0_590341148.html)