domingo, 29 de junio de 2014

QUIZÁ, ¿FELICES Y NO LO SABEN?

De una marcada distancia
Luis Barragán


Motivo para una extensa observación y reflexión, la experiencia política acumulada por la España contemporánea está en el tablero de sus actuales circunstancias.  Además de los acuciantes problemas que atraviesa en el orden económico, como en lo referido a su (cuestionada) integración estatal, surgen otros que va tramitando gracias a una fortaleza institucional que quizá no logra valorar suficientemente el ibérico promedio.

El desprestigio de la corona que intenta atajar la abdicación,  aparentemente ahondado por el caso Nóos, cuenta con sus específicas e independientes instancias para dirimirlo. Éste único dato, aunque el escándalo sea estratosférico, ha de aliviar las tensiones y ratificar la vocación democrática de una sociedad que inevitablemente se … escandaliza y, un primer contraste, ojalá no le ocurra como al venezolano promedio que, en lugar de ponderar la renuncia y el enjuiciamiento de Carlos Andrés Pérez, apostó por el suicidio comicial de 1998.

Incluso, dibujando una cierta profecía, a mediados de los noventa del siglo pasado, Manuel Fraga Iribarne al visitarnos de nuevo, como acostumbraba, comentó en Caracas que la corrupción no había tocado al rey Juan Carlos,  pincelando una crisis del gobierno, mas no del sistema. Consabido,  ahora el asunto de Iñaki Urdangarin ha picado y sigue extendiéndose, asomada  su real (ex) esposa.

Lamentando que ocurran tamañas incursiones en el mundo de los negocios, no lo hacemos con el procesamiento de los nobles o ennoblecidos involucrados.  Apuntando el segundo contraste, de ocurrir en nuestro país, el juez José Castro estaría moral, judicial y políticamente perseguido y aniquilado por atreverse a imputar a la infanta Cristina de Borbón, apresurada y estridentemente reivindicada por el régimen como la heroína de las mejores causas, convertida sorprendentemente en agraviada.

La sola denuncia de Jorge Giordani lo remite al banquillo del desprecio gubernamental y, hasta con alguna ínfula ideológica, en el linchamiento cooperan aquellos que hacen cola para ingresar o reingresar al tren ministerial.  Nadie puede relevarlo de sus responsabilidades, pero – el último contraste que marca la distancia con la península – el objeto fundamental de la denuncia pasa inadvertido, indiferente el Ministerio Público y la mayoría oficialista de la Asamblea Nacional ante la gravedad de una materia que, entre otras consecuencias, ha de acarrear la deshabilitación legislativa inmediata de Nicolás Maduro.

Reproducciones: El Globo, Caracas (mediados de los '90). La tercera fotografía es la del juez español José Castro, tomada de: http://www.lavanguardia.com/politica/20140625/54411277327/infanta-cristina-imputada-juez-castro-noos.html

Fuente:
http://opinionynoticias.com/internacionales/19796-de-una-marcada-distancia

Breve nota LB: Por cierto, traemos a colación la segunda reproducción, pues, se nos parece a Alfredo Pérez Rubalcaba.

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