“Todos los lectores más o menos profesionales hemos tenido que responder frecuentemente a una pregunta entre admirativa e incrédula que hacen, al entrar en nuestras bibliotecas, quienes no tienen mucho hábito del comercio con las letras: ¿y tú has leído todos esos libros? He tenido diversas respuestas preparadas al correr de los años. Me dejé de estar contestando con la afirmativa, al descubrir una vez que quien la hacía había hallado antes un volumen cuyas hojas no habían sido cortadas. Más tarde comprendí que recordar, a quien decía tal cosa, su asi manifiesto desconocimiento de la actividad intelectual, era ganarme un enemigo y con razón pues a nadie le gusta ser tildado de ignorante. Hoy respondo que para mí, la atroz pesadilla que visita mis noches más negras y pesadas es la de ser enviado a un infierno donde no hay libros nuevos, donde sólo están los ya leídos; me aterra que eso pueda suceder en la realidad, y procuro tener siempre muchos más de cuantos puedo leer. La razón tampoco parece convencer a mis desconfiados inquisidores. De modo que he decidido con toda sencillez, no responder más a pareja interrogación, o no relacionarme con quienes la hagan”
Manuel Caballero
(“El orgullo de leer”, Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1988: 13 s.)
Fotografía: Biblioteca del profesor Richard Macksey, tomada de: http://diariodelapelusa.blogspot.com/2012/05/una-para-los-amantes-de-las-bibliotecas.html
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