martes, 7 de febrero de 2017

ALIANZA ESTRATÉGICA CON LOS SECTORES MEDIOS Y POPULARES



Luis Barragán: La MUD debe ir más alla del G-9 e incluir a sectores no partidistas

Enrique Meléndez / 7 feb 2017.- El diputado Luis Barragán (Vente Venezuela – Aragua) considera que la reestructuración que se lleva a cabo en estos momentos de la Mesa de la Unidad Democrática es insuficiente; pues, a su juicio, hay sectores sociales que están apartados de la elaboración de las políticas de la oposición que deben encontrar espacios allí.

¿Persisten las diferencias en la MUD a pesar de que está en ciernes su reestructuración?

-Por supuesto que sí. No hay reestructuración ni relanzamiento de la unidad opositora si, previamente, no existe un debate enriquecido por todos los matices y puntos de vista diferentes. El problema fundamental es el de la institucionalidad de la oposición que, por democrática, debe tomar en cuenta a todas las corrientes y fuerzas que la integran – por minoritarias que sean.

-Ampliar y relanzar a la MUD significa un proceso intenso – pero no prolongado – donde podamos incluir otras corrientes y sectores sociales: me refiero al sector estudiantil, a los gremios profesionales, empresariales, sindicatos, a los vecinales, a las academias que pudieran sentirse representados por los factores que hasta ahora han hecho vida en la MUD; pero que pudieran también no sentirse representados, y hay que satisfacer esa necesidad que existe de enlazarlos directamente a la elaboración estratégica de la MUD.

Pero se tiene entendido que el G-4, como mecanismo operativo de la MUD, ya no existe, sino un G-9. ¿Qué piensa usted?

-No es suficiente. Desde mi punto de vista particular no es suficiente. Porque hay sectores que están apartados de la elaboración de las políticas de la oposición, y es necesario hallar cupo para esos sectores sociales, que son agentes fundamentales e imprescindibles para el cambio político; para la transición.

-Luego, es necesario el replanteamiento mismo de la oposición democrática que, insistimos, por democrática debe incluir a todos los factores. Además, solventar el problema de 2016 donde la conducción opositora se confundió con la conducción propia de la Asamblea Nacional; siendo instancias distintas porque una debe ser política y estratégica, y la otra debe servir de herramienta para llevar adelante los objetivos democráticos de la oposición.

-Asimismo, está el precedente de 1958: después de caída la dictadura de Pérez Jiménez donde la Junta Patriótica se transformó en la conducción política para la defensa de las instituciones democráticas, y, si bien es cierto que hubo dirigentes en el entonces Congreso de la República, siempre se distinguió entre el ámbito parlamentario y el ámbito político.

-Si mal no recuerdo, la presidencia y la vicepresidencia del parlamento en el año 1959 correspondió a Raúl Leoni, que era el presidente de AD, y Rafael Caldera, que era el secretario general de Copei, respectivamente. No obstante, la elaboración de políticas alrededor del Acuerdo de Punto Fijo significaba ampliar las consultas más allá del parlamento; no había confusión. Incluso, para las fuerzas que no estuvieron de acuerdo con dicho pacto o que no lo suscribieron o lo desertaron, como fue el caso de URD.

-El año pasado se confundió de tal manera la dirección de la oposición que la agenda tan particular del parlamento, en lugar de servir de herramienta polítiva; adquirió una naturaleza propia, y, esa confusión lo que trajo fueron algunos de los problemas e incluso afectó la vocería de la secretaría ejecutiva de la MUD.

¿Usted cree que a “Chúo” Torrealba se le vencieron los tiempos, como dicen sobre todo dirigentes de Primero Justicia?

-Hay un fenómeno. producto de esta desinstitucionalización que alcanzamos de la MUD; que responde a lo siguiente: la MUD fue un exitoso frente electoral, con alguno de los problemas consabidos que no viene al caso discutir y que que luego trató de permanecer como frente electoral, aun cuando ya había pasado el 6 de diciembre.

-El secretario ejecutivo es un vocero institucional de la oposición democrática. Se trata de un actor que debe desplegar habilidades para escuchar y no identificarse con factor alguno de los que integran la MUD; no obstante, pienso que “Chúo” Torrealba se deslizó en un juego político muy particular que, a la postre, fue contraproducente para la misma MUD.

-Pero de igual manera hubo factores que pretendieron, y muchas veces lo lograron, confiscar la secretaría ejecutiva de la MUD para sus particulares objetivos. No emito juicio de valor sobre esos particulares. Pero, ciertamente, no respondían al interés común; a la necesaria consulta con los factores restantes.

-Creo que es tiempo; por una parte, de que los factores partidistas que hacen vida en la MUD y los sociales, que deben entrar y concursar en esa MUD, mantengan una relación distinta con el secretario ejecutivo, y no tratar de hipotecarlo, de condicionarlo.

-Por otra parte, que el que haga de las veces de secretario ejecutivo pueda asumir responsablemente las tareas que le han sido asignadas y, como un director de orquesta, tratar de mantener el equilibrio y no perder la noción de las realidades por sobrevenidos intereses.

07/02/2017:

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