domingo, 5 de febrero de 2017

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Gloria Stolk. "Perros perdidos sin collar". El Nacional, Caracas, 30/10/1966.
- Luis Villalba Villalba. "Francisco Antonio Rísquez". Revista Shell, Caracas, nr. 20 de 09/56.
- Rodolfo José Cárdenas. "Gerontocracia y revolución". El Nacional, 31/12/65.
- Kotepa Delgado (Francisco José Delgado Segura) y los del '28. El Nacional, 01/07/86.

Fotografía: Aporte de Carlos Lachica para el grupo Caracas en Retrospectiva (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1358092654211076&set=gm.10154956695783544&type=3&theater), quien apuntó: "Caracas años 40...una imagen poco vista...fachada Este del Hipódromo Nacional de El Paraíso ( al fondo a mano izquierda la Plaza Camilo Torres)".


Una no tan breve nota LB: Ciertamente, no había visto el edificio que varias veces intentamos imaginar.No sabemos en qué momento lo ocupó el Liceo de Aplicación que tuvo gran prestigio debido a la directa responsabilidad que tenía el Instituto Pedagógico de Caracas sobre él. Se habla de la plaza vecina y es notable la amplitud de los espacios, como una generosa vegetación. Por lo pronto, da pie a varios comentarios.

Un inmueble de tan particular diseño decó que a duras penas sobrevivió a la violenta transformación de Caracas, es el mejor testimonio de nuestras desidias y envalentonamientos petroleros. Se supone que estaba destinado a desaparecer con la construcción del hipódromo de La Rinconada, pero la necesidad de una sede para el liceo lo salvó, soportando remodelaciones tras remodelaciones que lo resguardaran del hampa (muros sobrepuestos a otros, cambios de tuberías presto a numerosos remiendos, manos de pintura de las que queda un verde nostálgico del antiguo liceo), aunque - entendemos - todavía sobreviven los pisos de un extraordinario diseño. Y es que, en los remotos tiempos en los que estudiamos en el Aplicación, una actividad que nos satisfizo, sin una clara consciencia del motivo, nos llevó a investigar un poco la historia de la institución, por cierto, divulgada gracias al abaratado empleo del mutígrafo, con una cierta preocupación por el deterioro de una construcción irremplazable.

Valga acotar, las demandas por nuevas y modernas sedes constituyó la bandera por excelencia de aquellos tiempos, hoy inatrevida.  Ingenuamente pensábamos de muchachos que la sede hípica del liceo, pdía salvarse y ampliarse por la intervención del Instituto Nacional de Hipódromos. Empero, a una entidad pública de tan jugosas ganancias, tampoco le conmovió algo más allá del negocio y de la mentalidad que creó. Mucho antes de su incomprensible quiebra,  debió aportar para preservar el inmueble de El Paraíso y no distanciarlo del Instituto Pedagógico. Se impuso esa demanda por sede nueva, lograda en Montalbán y de una estructura que la molicie delincuencial ha convertido en prisión, sin mérito arquitectónico alguno. Y, como una necesidad sucede a la otra, el viejo edificio lo ocupa desde hace varios años el Liceo Eduardo Crema. La historia se repite una y otra vez, colmándonos de una ridiculez que ya pisa los talones del post-rentismo, con todo lo que implica: resignarse a lo que hay.

Otro comentario, ¿en qué momento la plaza dejo de ser la plaza?, ¿qué se hizo del busto u otro motivo que hubiese de Camilo Torres? Presumimos que, teniendo cerca las sedes del Pedagógico y del Colegio de Abogados, poco a poco fue asediada y se convirtió en un improvisado estacionamiento hasta que llegó el asfalto. Pudo conservarse la plaza, pero la construcción de La Araña fue la mejor ocasión para llevársela impunemente por el medio, facilitándolo el traslado de la estatua de La India en la encrucijada de La Vega,  Montalbán y la O'Higgins.  Siempre se presumió que el estacionamiento, cuya entrada enquistaron después con un módulo de IPOSTEL, trazo superviviente en medio del vigente deterioro del lugar, pertenecía al Colegio, mas no es así (¿alguna vez lo fue? Recordamos que una reivindicación del liceo fue recuperar la porción de terreno que le correspondía, a mediados de los setenta, y, por ello, después, amurallándola, hoy dispone de un área deportiva. La pregunta obligada es, en definitiva, ¿quién administra el estacionamiento?, ¿de cuál concesión hablamos?, ¿por qué vedó un camino o vereda como también ocurrió con la (s) antesala (s) del parque Naciones Unidas, además, cuyo estacionamiento igualmente acabó con una alternativa para llegar al Liceo Caracas?

Estupendo hallazgo de Lachica que nos ayuda mucho a imaginar el pabellón de la vieja sede que, una vez, muy limitados, quisimos hacerlo a raíz de una fotografía de Gómez saliendo del sitio, en los años veinte del XX. ¿Qué propuestas se pueden hacer para salvar el lugar?

Fotografías adicionales: Lachica ilustra los lugares donde se encontraban el Monumento a Carabobo y la Plaza Alejandro Petión, añadiendo otra que le permite comentar: "aquí tienes la imagen a la cual le recupere en parte su enfoque y colores , ella corresponde al libro Plazas y Parques de Caracas el cual fue editado por la Gobernación del Distrito Federal en el año 1957".

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