jueves, 8 de mayo de 2014

PERSEVERANTE

De una viga artística
Luis Barragán


Desafortunadamente, no tenemos el arte por oficio. Sin embargo, atraídos desde la infancia, bajo inspiración materna, con los años la curiosidad despuntó también  gracias a los textos de Bélgica Rodríguez, María Elena Ramos o Roberto Guevara que la prensa nos entregaba, reseñando sendas exposiciones que, luego, en un sencillo ejercicio de distracción, procurábamos visitar. Una afición que hoy multiplica la red de redes, exponiéndonos a un constante (des) encuentro estético que, paradójicamente, tiene por novedad la vejez debido a la infinita repetición de imágenes ya exhaustas.

Legos en la materia, tenemos la impresión de un intercambio tan masivo que tiende a oprimir el ingenio, simulándolo.  El diseño gráfico que ha prosperado, suele reforzar el gusto convencional asfixiando el trazo inédito, como ocurre con una estrofa o un  compás audaz. Por ello, ya es hábito volver a los artistas que la historia nos entrega, reivindicándolos.

Pocos días atrás,  nos detuvimos ante el mural afectado de Oswaldo Vigas, camino a la Plaza del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela.  Objeto de un necesario, delicado y paciente trabajo de restauración, la agresión de los llamados colectivos,  delegatarios del terrorismo de Estado, dejó sus nefastas  huellas en la sede rectoral.

Una viga en nuestro historial plástico, nos detuvimos y conmovió profundamente tamaña agresión.  Particular opinante que subestimaba – algo válido -  el cinetismo, por ejemplo, es acreedor del reconocimiento del pueblo venezolano por su obra creadora, la que todavía  merece un cupo más amplio en la infopista.

Quiso ser poeta en sus años de juventud, lográndolo en la otra dimensión de la creación. Prácticamente nonagenario, decidió incursionar en las otras veredas de la trascendencia.

Era indispensable que la oposición democrática dejara el testimonio del agradecimiento popular en la Asamblea Nacional, aunque – en lo personal, como ha ocurrido en otras oportunidades – no deseábamos lidiar con un Proyecto de  Acuerdo, ni regresar a la Tribuna de Oradores en un gesto de disimulada vanidad. Por ello, lo pensamos varias veces, e – incluso – lo consultamos con la colega parlamentaria del estado Carabobo, Deyalitza Aray, nos atrevimos  conscientemente a formular la propuesta de un minuto de silencio en tributo a Oswaldo Vigas en el curso de nuestra intervención sobre la solicitud de un crédito adicional para el ministerio de la Defensa.

Evidentemente, fuera de orden, no es motivo de complejo reconocer que la dirección de debate haya aceptado nuestra proposición, materializándose a través del minuto de aplausos, como acostumbra el oficialismo, ya finalizando la sesión alrededor de las diez de la noche. Y nos satisfizo triplemente, porque Vigas perseverará como un  referente importante para los venezolanos, quedó el testimonio inicial de la oposición y, además, subrayamos el valor de la civilidad al plantear un problema del presupuesto militar.

Fuente: http://opinionynoticias.com/opinioncultural/19169-de-una-viga-artistica
Fotografía: LB (Caracas, 05/05/14). Mural de Oswaldo Vigas en la sede rectoral de UCV. Nótese, además, el estado del techo.

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