viernes, 2 de mayo de 2014

EPISODIO

Cosa de locos
Nicomedes Febres

*Uno ya no sabe como expresar lo que sucede. En estos días he leído mucho y revisado El Cojo Ilustrado porque tengo varios compromisos editoriales que comienzan con una conferencia sobre la relación entre medicina, historia y literatura porque hay un hilo conductor entre ellas en nuestro país que comienza con José Domingo Díaz, el médico pardo que fue el más encarnizado enemigo de Bolívar, pero quizás el mejor médico de nuestra ciudad en ese tiempo e introductor de la vacuna de la viruela en Venezuela y autor de unas memorias formidables sobre la rebelión de Caracas, sigue con Vargas, albacea de Bolívar y cuyas memorias fueron publicadas donde narra hacia 1852 la importancia que tendrá el petróleo en el futuro de Venezuela, Manuel Díaz Rodríguez, nuestro mejor novelista del siglo XIX, Jesús Semprún, médico, brillante crítico literario, poeta y cronista, Luis Razetti, José Gregorio Hernández, que hasta crítico de arte fue, Elías Toro, llegando a la obra monumental de gente como Isaac Pardo (Esta Tierra de Gracia y otros) y Francisco Herrera Luque para citar pocos. Por otro lado, la columna en Tal Cual que pienso hacerla sobre el testimonio fotográfico de nuestra negritud; luego un estudio sobre la flojera en Venezuela, la crónica sobre José María Lares, nuestro primer diseñador gráfico modernista, totalmente desconocido, escrito para la revista El Desafío de la Historia, amén de los libros y las ocupaciones habituales. Total, que mientras más respuestas salen, más preguntas surgen y viene este mequetrefe a decir al voleo ayer luego, que según las fuentes policiales, el caso del stripper está virtualmente resuelto, que su asesinato fue planificado en Miami. Además, lo dice con un desparpajo que asombra, como si tuviese pruebas indudables de la relación directa entre los asesinos intelectuales y unos malandritos de La Palomera. Su deber es mostrar las pruebas más allá de cualquier duda razonable, sino quedará como un hablador de pendejadas de esquina caraqueña. Quien haya ido alguna vez a La Palomera sabe que es un barrio duro, miserable, donde FIA ha hecho un mural para una escuela municipal en unión de la alcaldía. Me pregunto como puede ahora aparecer en una rueda de prensa el jefe de la policía científica dando declaraciones sobre el resultado de la investigación de sus expertos y la declaración de Miraflores. O yo estoy loco o lo está él. Con maduro, la majestad del poder parece cantinflérico, con el perdón de nuestro querido Cantinflas. Y les juro que no quería hablar de política. El episodio me recordó a un pollito, de esos que, después de cada pasito pone una cagadita. Hay muchas cosas que impone el Poder, entre ellas no poder opinar, sino decidir, por lo que tiene prohibido hablar pendejadas; tener vida privada porque debe estar expuesto al escrutinio público permanente y hablar antes de oír a todos los demás.

*La foto del día es un sitio donde en 1908 sucedió una de las grandes tragedias del arte venezolano. Fue la casa de don Carlos Zuloaga, uno de nuestros grandes empresarios y mecenas de su tiempo, que fue promotor de la urbanización El Paraíso e hizo esa casa con todos los avances antisísmicos de la época, luego del terremoto de 1900. Don Carlos poseía, sino la mejor, una de las mejores colecciones de arte venezolano de su tiempo. Una tormenta eléctrica provocó que un rayo cayera sobre la casa y la quemara rápidamente. Allí se perdió gran parte de la obra de Tovar y Tovar, Michelena, Cristóbal Rojas,Herrera Toro, Mauri, Lovera y muchos más. Paradójicamente Don Carlos fue socio en la fundación de la Electricidad de Caracas con su hermano Ricardo Zuloaga.

Fuente:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10203387912199271&set=a.2324650196458.132741.1255727869&type=1&theater

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