A modo de brevísima introducción
Casualmente, en semanas anteriores acumulamos un buen número de fotografías sobre Domingo Alberto Rangel, pasando de cien respecto a sus artículos. De un modo u otro, siempre estuvo presente en nuestros modestos archivos. E, incluso, por carecer del tiempo necesario, hemos postergado nuestra aspiración a un ensayo alusivo, pues, por una parte, nos atraen aquellos actores que procuraron una perspectiva política e ideológica ambiciosa que las circunstancias hicieron y los hicieron fracasar, a veces, de manera inavertida, al lado de las otras, estrepitosamente.
Por otra, pudiera llamar la atención que un militante del humanismo cristiano tenga interés por Rangel, y - además - lo haya cultivado en la medida de lo posible, a través de una interesante y extensa bibliografía y hemerografía. No obstante, siendo una recia personalidad de la política venezolana, ahora insospechada, está justificado el interés, aunque - también lo meditamos - ha influido tanto o más que destacados líderes democriostcristianos recientemente fallecidos en nuestras percepciones.
Hicimos estas notas apresuradas, con motivo del lamentable fallecimiento. Y nos permitimos orbitarlas junto a otros referentes. Habrá tiempo para ese ensayo aspirado sobre un elenco dirigencial que, salvando las condiciones particularmente históricas, quizá digan de una modernidad frente a la post-modernidad presuntamente en curso.
Valga la coletilla, nuestra aproximación es muy diferente al salto tardío de talanquera de los oportunistas que ahora apuestan por Chávez Frías. El nuestro, no es salto alguno; el de ellos, es un descarado oportunismo como pocas veces se vió en la política venezolana: parafraseando a Frei, preferimos la libertad para seguir luchando por el pan.
LB
Fotografía: Gonzalo Barrios, Domingo Alberto Rangel y Jesús Angel Paz Galarraga. Momento, Caracas, nr. 237 del 27/01/61.
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