EL NACIONAL - Sábado 13 de Octubre de 2012
La artista usó desechos de producción industrial y latas de refrescos para crear muros y rosetas
ANDREÍNA MARTÍNEZ SANTISO
Anabela San Vicente disfruta con una sonrisa del buen momento que vive. Es una artista prolífica que se ha destacado por sus propuestas en las técnicas del collage y en la exploración de materiales reciclados y el papel. Hace dos años expuso por primera vez en solitario su trabajo en la galería Gsiete del Centro de Arte Los Galpones, después de haber participado en numerosas colectivas. En mayo repitió la experiencia en el Gabinete del Dibujo de la Estampa en Valencia y ahora regresa a una sala de exposiciones, esta vez en el Centro Cultural BOD-Corp Banca, con la individual Invenciones metálicas.
Si en las exhibiciones anteriores el protagonista de sus obras había sido el papel con textura, rugoso y transparente, intervenido con tintas, lacas, esmaltes y pinturas, ahora es el metal desechado y transformado por efectos del paso del tiempo el que le despierta curiosidad para crear collages de grandes dimensiones.
“En esta oportunidad Anabela expone con mayor ambición, mayor formato y espectacularidad en el sentido del efecto visual de su presencia escénica y materiales diferentes a los anteriores. Son piezas que siguen reivindicando su carácter de collages como el aporte más renovador y fecundo del arte del siglo XX”, indica el experto en arte Perán Erminy en el texto del catálogo.
La creadora considera que toda la obra que expondrá a partir del martes en el Centro Cultural BOD-Corp Banca, que cuenta con la curaduría de Bélgica Rodríguez, muestra la conexión espiritual entre el hombre, su tiempo y su entorno. Al llegar a la sala lo primero que se observan son varias rosetas, cada una con una gama de color distinta: verde, naranja, roja, blanca, dorada, azul y rosa. Son como la de las iglesias, sólo que están hechas en aluminio. “Quise buscar una armonía dentro de la analogía del color. Lo más interesante es como la forma del círculo y del cuadrado interactúan”.
Son piezas que están hechas para la contemplación, para que cada persona le de su propia connotación, señala la artista plástico. No son representaciones del mundo real, pero sí está formada por objetos que alguna vez tuvieron su función particular. Como, por ejemplo, las chapas de botellas de refresco o de cerveza que San Vicente alineó en secuencias regulares hasta crear dos enormes mallas.
“Matisse decía que si una obra de arte no tenía un contenido humano no transmitía nada. Es como construir una casa: hay que considerar al hombre en primer término. Cada quien va a percibir las creaciones de una manera diferente. Es un intrincado de cosas, de objetos, de estructuras, cada una de por sí tiene su vida propia y en conjunto también tienen otro significado”, expresa la artista nacida hace 60 años en Caripito, estado Monagas.
En una de las salas se exhibe el trabajo de San Vicente con la escultura, pero también unidos por la técnica del collage. Son tablones de madera, con varios puntos de aluminio, que están aglutinados. “Se pueden interpretar como multitudes, como el concepto del consumismo o hasta el de individuos. Son piezas trabajadas y fabricadas a mano, las moldeé inspiradas en las prótesis mamarias”, asegura.
En Invenciones metálicas la creadora también exhibe cuatro enormes muros que están construidos por ladrillos que alguna vez tuvieron otro uso. Son metales, desechos de la producción industrial. “Todos conviven en armonía. Uno puede tener más tiempo que otro, pero todos coexisten. Son materiales reciclables con los que apliqué el principio de Marcel Duchamp: darle al objeto un valor estético”.
Invenciones metálicas
Anabela San Vicente
Inauguración: martes, 7:30 pm
Sala de exposiciones del Centro Cultural BOD-Corp Banca. Torre Corp Banca, La Castellana
Fotografía: El Universal, Caracas, 01 de Junio de 2011.
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