domingo, 10 de diciembre de 2017

CINDERELLA

Mi Mapa Incluye El Esequibo
Luis Barragán

A escasos días de vencerse el plazo impuesto por la Secretaría General de la ONU para dirimir la controversia territorial entre Venezuela y Guyana, luce oportuno hacer mención de la sostenida contribución de la sociedad civil organizada en una materia que, entre nosotros, todavía espera por una Política de Estado. Por ejemplo, la organización no gubernamental Mi Mapa Incluye El Esequibo, conducida por Jorge Luis Fuguet, ha trabajado activamente en la defensa de nuestros históricos y legítimos derechos.

Empleando a fondo las redes sociales (*), la entidad ha hecho un continuo y sistemático seguimiento informativo de todo lo relacionado con la reclamación, promoviendo foros y discusiones en la medida de sus posibilidades materiales. La sabe una materia grave y delicada, intercambia y concursa con otras organizaciones similares, pero nunca evade la responsable fijación de posturas en un problema que hoy así lo demanda, pues, estas y no otras son las oportunidades para legitimar una inquietud, preocupación e interés ciudadano que va más allá del sólo y personal conocimiento o dominio técnico de un tópico.

Un representante de Mi Mapa tuvo la única oportunidad, sin hallar otras, de intervenir en una sesión ordinaria de la Comisión Permanente de Política Exterior de la Asamblea Nacional, principiando 2016. Presenciamos una exposición lo suficientemente pedagógica y aportante de novedosas perspectivas que no tuvo mejor suerte; por cierto, particularmente conocidas de antemano, pues, ya habíamos coincidido en algunas jornadas de trabajo.

Es necesario que se sepa que la labor venezolanista, voluntaria y ciudadana de organizaciones como Mi Mapa, no se reduce sólo a la investigación histórica, el seguimiento informativo, la divulgación didáctica y la consideración de probables soluciones prácticas al problema, sino que sus integrantes han viajado en distintas ocasiones, internándose en el territorio venezolano del Esequibo. Costeados por sus propios bolsillos tales viajes, ahora casi imposibles por la consabida crisis económica y por el celo mismo de las autoridades que tratarían de impedirlos, tienen una extraordinaria vivencia de sus habitantes y de una geografía que cobran una vital cercanía e identidad, a pesar de la lejanía física.

Para la coincidencia y también la discrepancia, ha sido productiva la relación de trabajo con Mi Mapa,  contribuyendo a un necesario y sobrio compromiso de la diputación que modestamente ejercemos con un tema trastocado en una tan injusta y prolongada deuda histórica.  Próximos a cerrar un año de intensas actividades, le agradecemos a la entidad y a Fuguet, sus extraordinarios aportes a la causa esequibana.
(*) @AntroCanal    

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