domingo, 2 de octubre de 2016

LA BANDERA EN ALTO

Jóvenes emigrantes
Luis Barragán


De vez en cuando, los voceros del oficialismo hacen referencia a la masiva emigración de venezolanos que el régimen, no otro, ha forzado. Unas veces, sellan el comentario con una severa condena moral, mientras que, otras, los llaman de regreso con una falsa candidez.

Recordamos, hace más de un año, las palabras del alto funcionario de la operadora estatal de telecomunicaciones, en la Comisión de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional. Aseguró, así de simple, que no amaban a la patria huyendo de las tareas de construirla con independencia del imperialismo, aunque en realidad sus palabras fueron un poco más procaces.

No hay instancia alguna, ni siquiera el parlamento, donde Maduro Moros y sus asociados, puedan  responder  al país por las condiciones harto objetivas que conducen a la práctica expulsión  - sobre todo – de las nuevas generaciones, cuyos niveles académicos poco importan para la hazañosa tarea de sobrevivir fuera del país. Las condiciones de vida de la diáspora, acotemos,  contrasta con la minoría de connacionales que voluntariamente se marchó para salvaguardar el fruto del saqueo del erario público: hay o hubo los que fueron  contratistas y funcionarios que gozan de las mieles de sus desparpajos, al igual que  familias enteras de una vanidad delatora que se dieron a la golosa fuga preventiva, incluso, intentando disfrazarse de opositores.

Aceptemos, es tal la destrucción de la economía venezolano que, revocado Maduro Moros y su régimen,  el repentino regreso de la muchachada no les garantizará un empleo inmediato y  decente. Por supuesto, las puertas estarán abiertas para el esfuerzo heroico de reconstruir a la nación, pero es de entender que  será indispensable concebir, implementar y desarrollar una apropiada y  audaz política de cambio y modernización que, por sí sola, ejercerá toda su fuerza gravitacional. Además,  con el significativo dato de la necesarísima reinserción venezolana en el circuito global.

La globalización o mundialización, a pesar de sus tropiezos y extravíos, constituye una tendencia y un fenómeno irreprimibles, aunque una literal y generalizada guerra puede empañarla y distorsionarla. El enunciado nos permite diferenciar entre los venezolanos que regresen, manteniendo y desarrollando un vínculo productivo con el exterior, o, incluso, el que se quede fuera dándole otro sentido a su nueva y definitiva residencia, respecto al modelo cubano de todos estos años: cubrir de denuestos al superviviente en el extranjero, pero permitir y estimular el parasitarismo estatal a través de las remesas que envíe a familiares y relacionados en suelo venezolano.
Fotografía: http://infodia.com.ve/site/2016/08/30/conoce-la-organizacion-de-venezolanos-en-el-exterior-en-apoyo-al-1s/
03/10/2016
http://www.radiowebinformativa.com/opinion/jovenes-emigrantes-luisbarraganj

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