viernes, 28 de octubre de 2016

TESTIMONIO

San Judas Tadeo
Guillermo Martin

En 1986, mi hermana consiguió su primer empleo luego de tres años de búsqueda. Fue luego que nuestra madre rezara por primera vez la cuarentena a San Judas Tadeo pidiendo por su causa. Poco tiempo después, ambas asumieron la responsabilidad de la novena y la festividad de San Judas en nuestra parroquia; cuando murió mi madre, mi hermana sacó fuerzas de flaqueza y se cumplió como correspondía. Mamá heredó la imagen de la señora Blasina Tocuyo, así como la responsabilidad de velar por la devoción, y luego encargó una imagen más grande para la Iglesia, ahora ellas nos cuidan desde arriba. En Ciudad de México, pude conocer más sobre su culto. Por cierto, hay una película de 2010, protagonizada por Zac Efron (Charlie St. Cloud/ Siempre a tu lado), donde Charlie sobrevive a un accidente de tránsito y se culpa por la muerte de su hermano menor, Sam. De hecho, es tanto su sentimiento de culpa que Sam no puede descansar en paz; años más tarde, un señor reconoce a Charlie en la calle y le dice que fue el enfermero que logró reanimarle tras el accidente. Como le ve deprimido, le recuerda que Dios le dejó vivir por alguna razón y que cuando le auxilió le había rezado a San Judas Tadeo. El enfermero tenía cáncer y fallece en pocas semanas; mientras que Charlie, quien se había enclaustrado a trabajar en el cementerio y desperdiciaba la oportunidad de una beca universitaria, está conmocionado porque su novia ha desaparecido tras salir con su velero y enfrentar una tormenta. Esa noche alguien toca a su puerta, la viuda del enfermero quien le trae un regalo y un mensaje póstumos: la medalla de San Judas Tadeo y la frase "No hay causas perdidas". Charlie, quien era muy buen navegante, se lanza a la mar, en busca de su novia y el fantasma de Sam le orienta al lugar donde el velero había encallado. Charlie recobra su vida con ella, Sam logra descansar en paz y la devoción en San Judas nos recuerda que, cuando hay fe y ganas de seguir luchando, no hay causas perdidas; para Dios todo es posible.

Fuente:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10154166896002746&set=a.10151096978462746.431738.597677745&type=3&theater
Ilustración: https://es.pinterest.com/

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