domingo, 27 de mayo de 2018

DE UN AUTOR CONTRABANDEADO

Aquél desembarco de Roth
Siul Nagarrab

A mediados de la presente década, camino seguro a nuestra quiebra editorial, llegó una oleada de autores foráneos a las librerías sobrevivientes de Caracas, a muy bajo precio, quizá por obra de un afortunado contrabando, tal como acontecía con la ropa de marca, perfumes o golosinas que, de repente, alentaban a la buhonería que poblaba las calles, como nunca después logró repetir. Recordamos, por escasos bolívares, pudimos adquirir el grueso volumen de Hannah Arendt sobre los orígenes del totalitarismo que, además,  nos negábamos a aceptar en Venezuela, reponiéndolo en el anaquel de casa, pero también numerosos títulos de un autor que no conocíamos: Philip Roth, recientemente fallecido.

Reducida la oferta de novedades, siendo muy pocas las alternativas a elegir, en aquélla época compartimos las febriles lecturas de Paul Auster y Haruki Murakami, con el abaratadísimo Roth.  Nos impusimos de su prosa, cadencia y paciencia, pero también de las más inteligentes ridiculizaciones políticas que Nixon nunca le agradecería, removiendo sus rencores.

Alrededor de diez de sus títulos, llegaron a nuestras playas y todavía nos disponemos a releer “La conjura de América” y las “Lecturas de mí mismo”, aunque “Deudas y dolores”, novela de iniciación, se convirtió en nuestro título favorito. Más allá de la trama protagónica, a la que seguramente le fastidió a la persona beneficiaria de la depuración de nuestra modesta biblioteca casera, pues, nunca  comentó sobre el autor, tuvo la habilidad de introducirnos y de vivenciar la vida cotidiana de una familia judía de los Estados Unidos de los cincuenta del veinte, complementando lo que Amo Oz ha retratado del Israel contemporáneo.

A Roth tampoco se le encuentra en los remates de libros que quedan, como a casi ningún otro meritorio autor, excepto se trate del infaltable Paulo Coelho, por el que piden hasta un millón de bolívares, aunque el desprevenido comprador no sepa que el ejemplar ya puede descargarse íntegro y gratuito en las redes.  Tres libros atrás,  pasó el tiempo en el que estuvimos al día con Vargas Llosa o lo complementábamos con el puente de las Fuerzas Armadas: no hay divisas para intentar “La llamada de la tribu” en su versión digital, siquiera.

No hubo otro desembarco de Roth y, tememos, pasarán muchas lunas antes de tenerlo de nuevo acá, o, lo que es peor, a sus sucesores en el arte de la narración - ¿redundamos? – magistral.  Quizá, a modo de ilustración, así como un Truman Capote estuvo en el verbo de nuestra dirigencia política, décadas pasadas, sólo queda – ahora -  Coelho y … quién sabe.

27/05/2018:
http://www.opinionynoticias.com/opinioncultura/32719-nagarrab-s 

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