domingo, 20 de mayo de 2018

MÁS FORTALEZA QUE FUERZA

Evangelio Dominical: Pentecostés
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado sobre el Evangelio que se proclama el Domingo Pentecostés, ciclo B, correspondiente al domingo 20 mayo 2018.  La lectura es tomada del Evangelio según San Juan 20, 19-23
“Reciban el Espíritu Santo”
Hoy es la fiesta de Pentecostés
¿Qué significa ‘Pentecostés’?
‘Pentecostés’ era la fiesta judía de la cosecha (Levítico 23, 15-21; Deuteronomio 16, 9-12). Era una palabra griega, que significa 50.
Desde el domingo de Resurrección han pasado siete semanas, que son 49 días (7 x 7 = 49). Pentecostés es el día 50º después del domingo de resurrección.
La fiesta de Pentecostés clausura el Tiempo Pascual. Es casi como el “broche de oro” de los 50 días que hemos vivido “con alegría desbordante” por la resurrección de Jesús.
Los cristianos eligieron esta fiesta para celebrar la venida del Espíritu Santo (el don del Resucitado), pues coincide con los 50 días después de Pascua.
¿Y cómo fue esa venida del Espíritu Santo?
Primero fue anunciada por el mismo Jesús muchas veces.
La primera vez que Jesús les promete a los discípulos el Espíritu Santo fue en la Última Cena. El evangelio de hoy nos lo recuerda.
El Espíritu Santo llegó en Pentecostés, como se narra en los Hechos de los Apóstoles.
Estaban los Apóstoles con María, la Madre de Jesús, reunidos en oración, pero con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y el Espíritu Santo irrumpe con fuerza en aquella sala, llenando de vigor aquellos discípulos amedrentados: hay un gran ruido, hay un viento fuerte, hay lenguas de fuego sobre las cabezas de los Apóstoles. Y Pedro, lleno del Espíritu Santo, subió al balcón de la casa, donde estaban todos reunidos. Habló al gentío, que había venido de diversas partes del mundo a celebrar la Pascua, y todos les entienden, aunque son de lenguas diversas.
Y 5.000 hombres se convirtieron al cristianismo.
¿Por qué elige Dios los símbolos del viento y el fuego?
El viento es un símbolo muy usado en la Biblia, y está muy bien elegido. El viento remueve todo, es muy activo, se hace sentir. Pero no se le ve. No vemos el aire.
En eso se parece a Dios: sabemos que Dios está ahí, pero no lo vemos.
Pentecostés es viento huracanado que se lleva lo viejo y nos visita con lo nuevo, la vida y la gracia de Dios.
El Espíritu Santo es también como un fuego, que enciende otros fuegos. Da entusiasmo y alegría. El fuego aparece en la Biblia como un símbolo de Dios. Por ejemplo, en la zarza ardiente Dios nos da a conocer su nombre: "Yo soy el que soy" (Éxodo 3,2.6.14).
Pentecostés es fuego que quema lo viejo y nos hace nacer a lo nuevo.
¿Y cómo está presente el Espíritu Santo?
-          ¿Cómo puede Dios estar presente, si nunca se le ve? Una niña respondió:
-          Mi mamá me dice que Dios es como el azúcar, que se echa a la leche o al café. Se disuelve y desaparece aparentemente, pero está ahí.>
Ya lo dijo S. Juan: “A Dios nadie lo ha visto”, pero está ahí de una forma invisible, como el viento.
¿Cómo llama Jesús al Espíritu Santo?
‘Paráclito’, que en griego puede significar un abogado que lucha a tu favor, o un testigo que testifica por tu bien, o un defensor, un consejero, un consolador e intercesor en un momento de peligro, de duda, de angustia, o sin saber qué hacer.
Y si en la tierra el Espíritu Santo es el encargado de ayudarnos, ¿ya Jesús no nos ayuda desde el cielo?
Jesús continúa actuando como nuestro Paráclito en el cielo. Dice S. Juan: Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo (1 Juan 2:1).
Con el Espíritu Santo, todo se hace más fácil. Como dicen: Es más fácil que pelar mandarina.
¿Cuándo nació la Iglesia?
Además, Pentecostés es el día del nacimiento de la Iglesia junto con María, Madre de la Iglesia. La Iglesia es esa comunidad de los que creemos en Cristo, y nos sabemos impulsados a llevar el mensaje de amor a todos los pueblos.


¿Qué nos trae el Espíritu Santo?
Los siete dones del Espíritu Santo son: entendimiento, sabiduría, consejo, ciencia, fortaleza para cumplir el deber, piedad y el santo temor de Dios.
El Espíritu capacita a “caminar en una vida nueva”, la vida propia de resucitados.
Al Espíritu Santo a veces se le llama “el Dios desconocido”. Se le nota por los efectos que produce.
Los frutos del Espíritu Santo son amor para con todos especialmente a los más pobres, entusiasmo, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, solidaridad, amabilidad, dominio de sí, fe, longanimidad, benignidad, gozo, prudencia, paciencia, generosidad, fidelidad, mansedumbre, humildad...
 El Espíritu es el protagonista silencioso pero eficaz de toda la historia de la salvación. Desde la primera página de la Biblia hasta la última el Espíritu Santo lo llena todo, lo penetra todo, lo invade todo. El Espíritu es el maestro interior, el maestro del corazón.
Especialmente hoy podemos decirle esta oración de bienvenida:
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Fuente:
https://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-pentecostes-4
Cfr.
Marcos Rodríguez: http://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/970-dios-esp%C3%ADritu-jes%C3%BAs.html
Isabel Vidal de Tenreiro: http://www.elimpulso.com/opinion/opinion-que-venga-el-espiritu-santo
Ilustración: Juan Bautista Maino.
Pieza escultural: Boris Vallejo.

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