martes, 7 de marzo de 2017

GLOBAESEQUIBACIÓN

Del  nacionalismo utilitario
Luis Barragán


Hay quienes suponen que el replanteamiento de la controversia esequibana, facilita la emboscada nacionalista tan urgida por el gobierno, sugiriendo una respuesta pasiva y decididamente indiferente. Esperando y necesitando por siempre de  una feroz invasión imperialista que culmine en toda una resistencia épica, según el libreto,  acaso podría incurrir en la ocupación de una porción del territorio en reclamación, radicalizando el fervor patriótico que pueda salvar la estancia misma en Miraflores. No obstante, fijado el plazo de remisión a la Corte Internacional de Justicia por el Secretario General de la ONU, el caso adquiere otra y creciente, como angustiosa gravedad que, por cierto, escapa del debate real de los problemas, pues, dada la incoherencia y levedad que suele caracterizarlo, tiende a banalizarse el diferendo.

Por ello, a propósito del 51° aniversario del Acuerdo de Ginebra, fue importante la discusión que suscitó en la Asamblea Nacional, aunque brillase por su ausencia la bancada oficialista, circunstancia que no impidió que se notasen algunos matices más allá del esfuerzo también didáctico de los oradores. En lo particular, concluimos que una futura solución ha de enmarcarse en el proceso benévolo de la globalización que requiere de la reivindicación de una casa propia para incursionarlo, en contraste con el proceso maldito que nos ha convertido en un Narco-Estado, clave importante frente al nacionalismo temerario que destile como una falsa respuesta del gobierno o de la oposición.

Vale decir,  el ultranacionalismo que le pueda ser tan útil al régimen venezolano, como lo fue en su momento para el cubano: por ello, volviendo a nuestras fuentes, acudimos a un breve ensayo de Luigi Sturzo, escrito en los inicios de su dura confrontación con el fascismo (*). Y es que, cuando los acontecimientos tienden a confundirnos, insuficiente el análisis político y técnico inmediato, los principios y valores abren una generosa ventana de comprensión.

La postura de Maduro Moros, no responde a la Venezuela pluralista y responsable que, décadas atrás, abordó sobriamente la controversia, porque encarna una propuesta totalitaria que fácilmente podemos constatar por “una completa centralización administrativa, con la transferencia de la suma total de todos los poderes del gobierno, convirtiéndose éste, a su vez, en el ejecutor ciego de la voluntad de un líder dotado (no importa cómo), en escala dictatorial, de todos los poderes políticos, jurídicos y morales”. Además, para que “la máquina dictatorial tome impulso, es necesario suprimir todas las libertades políticas y civiles, todos los derechos fundamentales de la persona humana y de la familia, las comunidades y las ciudades, de las universidades y de las iglesias”, siendo su principal instrumento la fuerza (47).

Nunca el régimen ha sido nacionalista, pero se ha apropiado – corrompiéndolo – de un lenguaje que lo (y nos)  hace creer que es tal o, en todo caso, a sus más ingenuos seguidores. El nacionalismo chavista en boga, no satisfizo siquiera las condiciones más elementales para la seguridad y soberanía alimentaria de la nación, aspirando a convertirnos en un país-potencia, según el llamado Plan de la Patria y la retórica propia del Estado-Cuartel.

Lógica derivación, la supervivencia del Estado totalitario que desesperará por sobrevivir navegando las aguas del terrorismo y del tráfico de drogas, armas u órganos humanos, por irónico que parezca,   ha de apelar al (ultra) nacionalismo, una “concepción teórica y una actividad práctica que tiende a sobrevalorar la nación y hacer de ella un principio ético-político absoluto, dominante y negativo” (29). Le es y será importante garantizar una mínima plataforma territorial, amparada internacionalmente, gozando sus más altos funcionarios y facilitadores de una inmunidad indispensable, para realizarse en la perspectiva malévola de la globalización que necesita de la permanencia y resguardo oportuno de uno más Estados-Nacionales y, nada casual, definitivamente antidemocráticos.

Entonces, ¿cuál nacionalismo puede propugnar el gobierno de Maduro Moros, frente a Guyana o cualesquiera otros países con los que se declare en conflicto? No otro que el de la terca reafirmación de su poder, procurando una  base territorial y una fuerza de combate inherente al patriotismo de la guerra, en los términos de Jürgen Habermas, para preservar el Estado-Nacional que, dirá, lo ha sido aun sin el territorio Esequibo.

El nuestro, es un nacionalismo democrático que, sabiéndose frente al reto benévolo de la globalización, la concursará reivindicando un territorio que lo sabe también apto para que la vecina Guyana no quede atrás en un siglo que parece atascarse. Promesa del Estado Constitucional, realizador – precisamente – del patriotismo constitucional de Habermas, no ha de desmayar en la búsqueda de soluciones prácticas, viables, convincentes y sustentables que explican el Acuerdo de Ginebra, mediante una negociación sensata y realista.

Enunciados por Sturzo, la consciencia nacional con su generosa carga de afectividad, ha de despertar por la superación histórica de una dictadura que, como la venezolana,  ha impuesto el sentido identitario de una mera supervivencia; el más genuino sentimiento nacional, debe celebrar la superación de  las actuales y desgraciadas circunstancias para convertirse en una apuesta por el optimismo fundado; el ideal nacional, resultará de las realizaciones y metas que emerjan de una irreductible pluralidad que no tema a una cita irresistible con el cosmopolitismo. Es decir, un nacionalismo realizador que contribuya a la  modernización política, económica, social y cultural de la misma Guyana, haciendo de este común rincón del mundo una esperanza de libertad, prosperidad y paz.

(*)  Sturzo, Luigi: “Nacionalismo e internacionalismo”. Ediciones del Atlántico. Buenos Aires, 1960.

06/03/2017:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/29252-barragan-
http://www.entornointeligente.com/articulo/9690720/'/articulo/9690720/VENEZUELA-Del-nacionalismo-utilitario-06032017'

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