domingo, 7 de julio de 2013

EXCEPCIONALIDAD

De la ministerial almirante
Luis Barragán


Inicial y compartida impresión, es un hecho positivo el nombramiento de una mujer para tan altas funciones públicas que, como recordara Rafael Arráiz Lucca, en una rápida entrevista televisiva, tiene por referente fundamental la incorporación a la vida política de país hacia 1947. La ahora almirante en jefe, Carmen Meléndez, asciende a tan importante cartera ejecutiva, marcando – ciertamente – un precedente histórico, como algunas veces lo fue el nombramiento de civiles en el ramo. Empero, no pretendiendo jamás descalificarla en términos personales, obran tres circunstancias que comprometen el sentido político del nombramiento.

Nos permitimos observar, por parte, que el ministerio en cuestión cuenta con una notable posición jerárquica, pero dista de la relevancia que ostentó en el pasado, aunque todavía simbólicamente representa  la culminación de la carrera militar. A juzgar por la vigente Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el despacho es el máximo órgano administrativo militar, mientras que el Comando Estratégico Operacional, directamente dependiente de la Comandancia en Jefe, adquiere un superior peso en términos estrictamente militares.

Por otra, concediéndole la razón a la televidente que llamó al programa, la propia condición de mujer no significa una alteración de la íntima naturaleza del régimen. Entre otras dependencias, la Fiscalía, la Defensoría, el Poder Electoral, el Tribunal Supremo y la Contraloría, las tiene por titulares,  convertidas en una conveniente emblematización con independencia de todo reconocimiento profesional.

Por último, lo que importa son los procesos de reacomodo al interior de la Fuerza Armada con la vista puesta en la actual coyuntura. No existe una instancia institucional de controversia, dado el inmovilismo parlamentario en la materia, capaz de dar cuenta – incluso – de las normalidades de la vida castrense que autorizan declaraciones como las de Henrique Capriles sobre los ascensos o la propia política de ascensos.

Valga la coletilla, la consideración y el nombramiento de un civil para el ministerio de la Defensa ya es una vieja novedad. Oportuno oxímoron, fueron titulares Modesto Urbaneja, con Antonio Guzmán Blanco; Victorino Márquez Bustillos y Carlos Jiménez Rebolledo, con Juan Vicente Gómez; José Vicente Rangel y – militares ya retirados – José Luis Prieto y Ramón Carizalez, con Hugo Chávez, por lo que incurrió en un seguramente involuntario error Arráiz Lucca, dada la inminencia de la cadena radiotelevisiva, al creer en un solo precedente.

http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/15848-de-la-ministerial-almirante

No hay comentarios:

Publicar un comentario