NOTITARDE, Valencia, 14 de julio de 2013
"Caminando con Cristo"
El que ama tiene y da vida (Lc.10, 25-37)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes
El evangelio de este domingo nos presenta a Jesús que es interpelado por un maestro de la ley, que queriéndolo poner a prueba le pregunta: "¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?". Jesús, que sabe leer las intenciones que hay dentro del corazón humano, le responde con otra pregunta, sabiendo que la pregunta de este hombre no está hecha con sinceridad, ya que como maestro de la ley sabe la respuesta; por eso Jesús le pregunta: "¿Qué está escrito en la ley?, ¿qué lees en ella?". Y la respuesta la centra este hombre en amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y al prójimo como a uno mismo. Ante tal respuesta, Jesús le dice: Si haces eso; es decir, si vives amando a Dios sobre todas las cosas y amando al prójimo como a ti mismo tendrás vida. Este hombre por ser legalista, estudioso de la ley, de la Palabra de Dios, tenía conocimiento de lo que era más importante; lo que le hacía falta era aplicarlo, llevarlo a la práctica. En este punto podemos pensar o reflexionar en tantos cristianos que se convierten en legalistas, que se quedan en un conocimiento intelectual de la Sagrada Escritura o lo que es peor, hacen interpretaciones a su antojo o se convierten en fundamentalistas ante la Palabra de Dios y olvidan lo que es esencial en el cristianismo que es el amor y el amor sugiere, demanda, implica entrega, donación, relación, encuentro; no es mera teoría. El mundo de hoy necesita cristianos que pasen de la teoría a la práctica, que vivan amando y no haciendo del cristianismo una religión para dividir, clasificar o condenar a otros. Eso no es lo que nos reveló Cristo; el verdadero cristiano debe amar a Dios y amar al prójimo al estilo de Cristo; lo demás no vale de nada; sin amor el cristianismo está vacío y quien ama vive feliz, siempre alegre, motivado, optimista, esperanzado, es persona de diálogo positivo y de encuentros profundos, que sabe respetar y acoger, que hace de cada momento un espacio nutritivo.
El maestro de la ley, no queriendo quedar en ridículo ante Jesús y sus discípulos buscó justificarse haciéndole otra pregunta: "¿Quién es mi prójimo?". Ante esta segunda pregunta, Jesús le responde con la parábola del buen samaritano. Este cuento (eso es una parábola, un cuento que deja una enseñanza) impactaría de entrada al maestro judío que interpeló a Jesús; ya que para los judíos, los samaritanos eran personas despreciables, había una rivalidad y competencia entre judíos y samaritanos; los judíos los consideraban impuros por haberse mezclado con otras culturas; sin embargo, los samaritanos eran personas creyentes, con unas creencias más modernas y de avanzada y no con el legalismo de los judíos. Al hablar Jesús del buen samaritano, en primer lugar, le está diciendo al maestro de la ley que ante Dios no hay que ser legalista, fundamentalista, clasista; que no hay que despreciar a nadie si se tiene fe en el Dios creador de todos los hombres, que nos ha hecho hermanos y como núcleo de la enseñanza Jesús le advierte a este religioso judío que lo más importante ante Dios es el amor y que el amor a Dios se demuestra, se verifica en el amor al prójimo; es decir, con cualquier persona que encontremos en el camino de la vida, sea cual sea su condición, cultura, clase social, color o ideología; lo importante para el creyente es servir por amor, ayudar a quien lo demanda o necesite sin esperar nada a cambio y estando prestos para ayudar.
Los cristianos de hoy y de mañana necesitan y deben ser "buenos samaritanos". El cristiano no puede pasar de largo o ser indiferente allí donde hay llanto, dolor, desesperación, hambre, miseria, pobreza, soledad, angustia, enfermedad, miedo, tristeza, vacío, culpa, heridas, violencia, muerte. Un verdadero cristiano al estilo de Cristo, el Buen Samaritano por excelencia, se detiene ante el hombre y la mujer que se siente solo o deprimido, que se ve sumergido en el pecado o en la oscuridad del dolor. Cristo es nuestro modelo de caridad, de entrega, de donación, de servicio y nos enseña que quien ama, tiene vida, vive feliz y alcanzará al final de sus días en este mundo la vida eterna; que no es otra cosa que vivir para siempre en Dios y con Dios. Pidámosle a Jesús que nos enseñe a amar y que no nos cansemos de amar y que aprendamos a ser buenos con nuestros semejantes. Que nos libre de quedarnos sólo en teorías.
IDA Y RETORNO: Total repudio a la profanación que se hizo con el Santísimo en la parroquia Nuestra Señora de Begoña. Imploramos a Cristo que perdone y convierta los corazones de aquellos que sin ningún escrúpulo fueron capaces de cometer semejante acto sacrílego. Para los cristianos católicos de esa parroquia debe ser una invitación a amar y ser más y mejores adoradores de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Que aumente el fervor y la piedad eucarística y se supere cualquier indiferencia o frialdad de la fe.
Ilustración:http://arturo-valdez.blogspot.com/2010/06/arturo-valdez-dispersion.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario