domingo, 28 de mayo de 2017

UNA MUY MÍNIMA ANTOLOGÍA

Hay Tweeds que son de antología, por la forma y contenido. En el diario trajinar, resulta difícil guardarlos todos para una posterior, penosa y casi imposible clasificación. Está la opción del "me gusta", aunque también suele pasar rápido y, con un parpadeo, se extravían. El móvil celular no es la mejor opción para guardarlos, después de vistos con una pasmosa prontitud. Luce más pausada la vista en la pc. Sin embargo, son pocas las ocasiones para ello.

Las redes están repletas, en lo profundo de su basural de ligerezas, instantaneidades y banalidades, también de insignes ocurrencias. Las que siguen, probablemente no sean las mejores, pero - rehenes de la constante fugacidad - logramos atraparlas. Quién sabe si ya hay ediciones- incluso - impresas de los mejores "tuís" de todo momento. Lo cierto es que un ingenio, un talento que, algo más que trotar, va galopando hacia el extravío de las redes, dejando en su inevitable y vasto anonimato, fugacidad al fin y al cabo, el talento literario, humorístico, fotográfico que despunta para un grato momento. Por supuesto, el caso de Ricardito, como se le conoce, merecerá una mayor atención de los historiadores del oportunismo más desvergonzado del ahora flaco líder del 100% estudiantes y cuáles otros porcentajes.
LB

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