EL MUNDO, Barcelona, 2 de mayo de 2017
CANELA FINA
Maduro, envuelto en la estelada
Luis María Anson
- Amigo Oriol -le dice Carlos Puigdemont a su vicepresidente- no quepo en mí de satisfacción. Por fin nuestro proceso independentista ha conseguido el reconocimiento internacional. Supongo que habrás visto cómo la estelada envuelve al gran líder Maduro en imagen que ha dado la vuelta al mundo.
- Sí lo he visto, Carlitos, un éxito incuestionable -reconoce Junqueras.
- Y que lo digas, Oriol, y que lo digas. Nicolás Maduro se ha convertido en un caudillo respetado por todos. Es un hombre liberal y demócrata que ha conseguido para el pueblo venezolano inmensa prosperidad. Nunca se ha vivido tan bien en Venezuela, los supermercados están repletos, las cárceles vacías, las manifestaciones se celebran en un clima de paz y tranquilidad, la abundancia ha llegado a todos en una nación donde se respetan escrupulosamente los derechos humanos y las libertades.
- Tienes razón, Carlitos. Es un orgullo que Maduro se haya envuelto en la estelada, respaldándonos con su inmenso prestigio democrático. Aparte que no hay más que oírle hablar para comprender que es hombre de refinada educación, extraordinaria cultura y talante conciliador.
- El éxito ha sido tan grande que todas las cancillerías extranjeras hacen cola solicitando que visitemos sus países. Y por cierto, nuestro equipo de relaciones públicas y propaganda, que conforme a nuestra política de austeridad está compuesto solo por 5.254 personas, madura ya, y nunca mejor dicho, una nueva operación.
- Tú me dirás, mi querido Carlitos.
- Pues sí te digo, amigo Oriol. Existe en la decadente Rusia actual la esperanza en una asociación marxista-leninista dedicada a la exaltación y al recuerdo del gran Stalin, reconocido por todos como hombre de acendrado amor a la libertad y de profundo sentido democrático. Me propongo desplazarme a Moscú para hacerme una fotografía con ellos, presididos todos por una escultura de Stalin envuelta en nuestra sacrosanta bandera estelada.
- Magnífico, Carlitos, magnífico. Haré todo lo posible por acompañarte porque eso, tras el éxito con Maduro, consagrará el independentismo catalán en todo el mundo. Bueno, tal vez podríamos completar la operación estalinista con otro hito pero no estoy seguro de que seamos capaces de llegar tan alto.
- Tú me dirás, Oriol.
- Sería magnífico que nos recibiera Kim Jong-un, el prestigioso líder norcoreano, y que asistiéramos junto a él, y en compañía de Ada Colau y Gabriel Rufián, al lanzamiento de un misil intercontinental. Ese misil volaría envuelto en nuestra bandera estelada, que se entere la Merkel, y también Trump, lo que garantizará un éxito mundial para Kim Jong-un y para el proceso.
- No te falta razón, Oriol, la verdad es que sería una pasada. Y por cierto ¿por qué estamos hablando en español, el odiado idioma en que escribía el novelista catalán Cervantes?
- Pues está claro, Carlitos, porque nos va a sacar Anson en un artículo y eso también cuenta. No debemos desperdiciar la menor ocasión para la propaganda del glorioso Alzamiento de nuestro proceso.
(*) Luis María Anson, de la Real Academia Española.
Fuente:
http://www.elmundo.es/opinion/2017/05/02/5907676e22601d1c318b45f2.html
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