lunes, 26 de agosto de 2013

ENTRADAS Y SALIDAS, A LA VEZ

De la arquitectura de delación
Luis Barragán


Muy escaso es el atrevimiento teórico de los hacedores del socialismo rentístico que nos agobia, explotados hasta la saciedad  los estereotipos sociales que sirvan para la literal agresión personal, moral y política de sus opositores, adversarios y disidentes. Nunca nos han dado una pista de la particular y concreta concepción de clase - y de las clases en pugna -  que diga autorizarlos, afilando maniqueamente

Persistentemente, dividen la ciudad capital entre un este de insensibles millonarios, aunque Petare desborde de barriadas populares, y un oeste de pobreza inaudita, así exhiba una perturbada clase media que – además – le contenta sentirse heredera de quienes la hicieron una remota referencia de la ostentación, como ocurre con El Paraíso.  La sola representación los releva o dice relevarlos de la natural, contundente pero desoída interpelación que se les hace en relación al común deterioro de la calidad de vida, los índices de criminalidad y costo de la vida, entre otros de los señalamientos que, en propiedad, revelan una crisis institucional por obra de una ya descarada indiferencia y desafiante impasibilidad.

Hay más de cinismo que de auténtico ideario, no sólo porque los altos y medianos funcionarios del gobierno, añadidos los relacionados,  prefieren y – sobre todo - pueden habitar las zonas más exclusivas o educar a sus hijos en los más encarecidos planteles de la urbe, contrariando el discurso con el que inclemente nos fustigan, sino por la misma versión que esgrimen del lujo, boato o suntuosidad que endilgan al otro, esforzándose por hacer una vida lo más secreta posible de sus gustos y aficiones.  Confidencialidad traicionada con los públicos desplazamientos en pasillos, avenidas, calles y autopistas, o las oficinas que sirven para sus diarias e inevitables gestiones.

A modo de ilustración, en una reciente visita que realizamos, nos sorprendió la grata sencillez del local que ocupa la Fundación Cultural de Chacao, precisamente el municipio emblematizado y duramente hostigado por las consignas del oficialismo nacional. Varias piezas de arte, debidamente registradas como bienes públicos, trazan un itinerario de despachos  modestos y funcionales de inmediata e impecable atención.

Inevitable comparación,  la entrada a la sede del ministerio de Cultura refuerza su ociosa suntuosidad  con una doble y lastimosa circunstancia, pues, hallándose significativamente en el Centro Simón Bolívar, desechó el acceso tradicional y optó por desalojar a una farmacia de larguísima  tradición, para consagrar otra de iluminadísimo cuño farruquiano que luce como una señal victoriosa ante el inmenso complejo en ruinas que le acoge. Sincerándola, tratamos de la arquitectura que delata diferentes posturas, trazando una frontera evidente entre lo auténtico y lo inauténtico, acaso como alguna vez lo concibió Ignace Lepp.

Aquella vieja noción de sencillez republicana que igualmente nos inspiró por décadas, nos interroga y zanja la distinción entre un mandatario nacional que de su bolsillo pagaba los viajes de su esposa al extranjero y otro que hasta impúdicamente se hizo de un costosísimo avión de última generación, como de aquél funcionario que velaba por un digno despacho para atender los asuntos públicos y otro que, por lo demás, ha convertido las remodelaciones en un estupendo negocio. Aquella vieja noción, facilita una comprensión de la estética petrolera de la última década que es acusación de una grosera intimidad pequeño-burguesa de la que ni siquiera – ya – abjuran, pero que ha de servir para el escrito de cargos de quien ose cuestionarlos.
las más variadas percepciones que, sobre la pobreza y la riqueza, permitiéndonos la hipótesis, también tienen por origen el género telenovelístico.

Fotografías: LB, una, tomada a la entrada de la Fundación Cultural de Chacao; y, la otra, frente al acceso del ministerio de Cultura, Centro Simón Bolívar (Caracas, 23/08/13).
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/16418-de-la-arquitectura-de-delacion

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