De algunos contrastes
Luis Barragán
Medio siglo atrás, la situación venezolana era difícil. Hemos insistido, los actuales gobernantes jamás soportarían algunos instantes parecidos, y – como en 2002 – no tardarían en desatar una inmediata y feroz represión que, muy luego, edulcoran evadiendo responsabilidades, complacidos con una versión amable e interesada de los acontecimientos convertidos en una épica.
Por 1963, el propósito del gobierno de Betancourt fue el de realizar los comicios generales: coincidiendo los extremos, sectores de la derecha trabajaban por un golpe de Estado, deseado desde la izquierda para simplificar la estrategia adelantada con el descarado apoyo de Fidel Castro. Fue tal la acumulación de los sucesos que, ejemplificado con el mes de agosto del citado año, además de los ya acostumbrados actos terroristas, regresó Marcos
En orden inverso, la policía política no sólo logra la detención de Carlos Savelli Maldonado, acusado de distintos hechos conspirativos, sino – entre otras personas – una muy particular: la de Alirio Ugarte Pelayo, notable dirigente de URD, partido que suscribió el Pacto de Punto Fijo. Posteriormente liberado, después de denunciada su incomunicación en la dirección de Estupefacientes de la Digepol, el Juez Primero de Instrucción, Augusto Matheus Pinto, dio una explicación sobre el propósito de las investigaciones, como no las dan ni se atreven hoy ningunos de los jueces permanentemente visteados por el poder establecido, excepto éste ordene lo conducente.
Serie futbolística en Caracas, entre el Real Madrid y Oporto, pero comandado por Paul del Río (a) Máximo Canales (de quien supimos, por cierto, la primera vez gracias a un reportaje de la revista Resumen, a mediados de los setenta), un grupo insurgente secuestra a Alfredo Di Stéfano, quien –
Requerido por la justicia venezolana, es extraditado Marcos Pérez Jiménez, condenado por corrupción y, a la vuelta de cinco años, puesto en libertad. Estuvo en una celda especial de la Cárcel Modelo, lo que actualmente no ocurriría porque ella no existe, y tampoco la más mínima consideración con el oponente, por lo general, destinado a compartir con la delincuencia común, si fuere el caso.
Por aquellos días, Teodoro Petkoff se escapa del Hospital Militar, Monseñor José Rincón Bonilla media entre el gobierno y los partidos PCV y MIR, Wolfgang Larrazábal suelta y repite una frase terrible contra el Presidente Betancourt. Sin embargo, más allá del mes que nos ocupa, recordemos que la coalición gubernamental perdió – desde el año anterior – el control de la Cámara de Diputados, y – a pesar de los pesares, compensado con el apoyo del Senado – finalizó el período constitucional con el Congreso intacto, salvo los tardíos y contados allanamientos parlamentarios, añadido el apresamiento inmediato de quienes – a la postre – reconocieron su compromiso con la lucha armada, por el nada divertido atentado contra el tren de El Encanto.
a las horas – es liberado luego de ser bien atendido por sus victimarios. Tratamos de una espectacular acción propagandística que tuvo una inmediata proyección mundial, y no quisiéramos imaginarnos que el gobierno actual pasara por algo semejante, pues, añadiéndole todo lo que puedan, daría e impondría una versión demencial de la agresión propinada en su contra y, en lugar de purgar la pena, como ocurrió con Canales, en el Cuartel San Carlos, los ejecutores – de sobrevivir – estarían aún peor que Simonovis y compañía por desacreditar la Patria Sagrada.
Pérez Jiménez al país, fue secuestrado el futbolista Alfredo Di Stefano y detenido Alirio Urgarte Pelayo.
http://opinionynoticias.com/opinionnacional/16196-de-algunos-contrastes
No hay comentarios:
Publicar un comentario