jueves, 15 de julio de 2010

granada literaria


EL NACIONAL - Lunes 12 de Julio de 2010 Escenas/2
Verbos y esquirlas
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

Son la materia y la forma que componen el Diccionario anarquista de emergencia (Norma, 2008), de Juan Manuel Roca e Iván Darío Álvarez. Lo que sigue, son los botones de prueba: "El primero que fue príncipe fue un asesino y se vistió de rojo para ocultar, bajo este color, las huellas de su crimen" (Schiller); "El proletariado soy yo" (Stalin); "No hay súbditos por haber reyes, sino reyes por haber súbditos" (Marx); "No hay cosa tan cruel como el miedo, cuando el miedo tiene las armas en la mano" (Barret); "Todo el que persigue a un hombre porque no es de su opinión, es un monstruo" (Voltaire); "Los cementerios están llenos de gente que suponía que el mundo no podía marchar sin ellos" (Shakespeare); "La prudencia es una solterona vieja y fea cortejada por la incapacidad" (Blake); "El periodismo consiste en decirle a la gente que se murió alguien que no sabía que estaba vivo" (Chesterton); "Hay que estar siempre con los oprimidos, pero sin olvidar jamás que están hechos del mismo barro que los opresores" (Cioran); "Yo imagino que es muy bueno mandar, aunque sea a un hato de ganado" (Cervantes); "Cuando más injusto o corrompido es un Estado, más numerosas se tornan las leyes" (Tácito); "El gobierno militar es el peor después de la teocracia" (Billaud-Varenne); "Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente" (Groucho Marx).

Las citas podrían continuar, pues la obra es rica y la materia abundante como ninguna otra.

De naturaleza dual, este diccionario propone, en su primera parte, fragmentos aforísticos de pensadores anarquistas o de autores que aportaron comida al anarquismo aunque ellos no lo fueran. Muy productiva, como la antesala, la segunda parte reúne un conjunto de notas biográficas de célebres anarquistas y su utilidad e interés no deja de ser mejor que la de la primera. Son muchos nombres y buenos y comentarlos no es posible.

Como todo buen diccionario, evalúa en su cuerpo su propio significado. Así, los artículos sobre tópicos lingüísticos brillan y hacen pensar por sus inusuales tratamientos. Sobre el diccionario, un pensamiento de Bataille asume su definición: "Un diccionario empezaría a partir del momento en que ya no dice el sentido, sino las tareas de las palabras".

Obra de autores colombianos, está movida por principios y cuestionamientos que tocan la política, lo libertario y el terrorismo. Los autores resaltan que surge en un país donde los movimientos libres han sido comparativamente inexistentes, frente al talante dogmático de las reformas sociales. El artículo "Uburibe", en homenaje a Jarry, ataca con fuerza: "Personaje real de la comparsa política colombiana". La definición irónica no queda excluida, así, la voz "Limbo" se define: "Véase Historia de Colombia". Sobre la libertad, la invocación recae en Camus: "La libertad es el derecho a no mentir". Sobre el terrorismo, aparece el príncipe Kropotkin: "La ilusión de que puede vencerse a la coalición de explotadores con unas libras de explosivos".

Este diccionario nos recuerda que cuando la libertad está en peligro surge la anarquía y pinta un hueco en la pared de las prisiones para recobrarla. Sus esquirlas verbales invitan a adueñarse de las llaves de un horizonte de libertades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario