Doas veces Lucas

En su homilía de hoy, el Padre Emilio Rodríguez Sosa señaló como uno de los primeros mandamientos, la hospitalidad de acuerdo a la primera lectura. Importa el huésped por encima de la religión que profese, los judios mostraban la hospitalidad sin importar nada más, todo se concentraba en la atención al huésped etc. Jes ...ús es viajero y, con Marta y María, ofrece dos modelos. La una, toma las previsiones necesarias, incluyendo la preparación de la cena; la otra, estando a los pies del Señor. Y es que a lo largo de dos mil años, el debate habla de la oración o la acción, por lo que ha surgido una opción que no entiende la una sin la otra. E, incluso, se ofrecen como tentaciones al darle prioridad a la oración, los sacramentos, la devoción, frente a la visita de los enfermos, la ayuda activa al semejante (y viceversa). Ambas, planteadas así, olvidan a Jesús. Por lo que, según San Benito, hay que orar y laborar escuchando nuestro corazón.

NOTITARDE, Valencia, 18 de Julio de 2010
"Caminando con Cristo"
Oración y trabajo (Lc. 10, 38-42)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El evangelio de este domingo nos presenta a Jesús compartiendo con dos hermanas, Marta y María, que lo reciben en su casa. Lo primero que hay que decir, es que Lucas le interesa destacar en su evangelio la cercanía y consideración que Jesús tuvo con las mujeres, los niños y los pobres (los menos favorecidos de su tiempo y de todos los tiempos). Jesús es huésped en una familia, la escena es muy humana, de nuestro diario vivir. Marta preocupada por atender las cosas de la casa, mientras que María estaba sentada a los pies del Maestro, escuchando sus palabras. Cuando Marta, que parecía ser la hermana mayor, le dice a Jesús que le dijera a María que la ayudará en las cosas de la casa, Jesús le dice: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor". ¿Qué es lo único necesario? ¿Qué significa que María escogió la parte mejor? No sería justo afirmar o responder de entrada que Jesús desvaloriza la acción de Marta, su hospitalidad; expresión del amor al prójimo. La intención de Jesús no es presentar una dicotomía o división entre la acción de Marta y la contemplación de María, para valorar más la actitud de la segunda. Se trata, que en la vida cristiana se coloquen a la par ambas actitudes, escucha de la Palabra de Dios y la acción que la pone en práctica. Es decir, escucha y acción son complementarias, la una exige o reclama a la otra y ambas tienen que ser acogidas en la vida de un discípulo de Cristo y como distintivo del estar en el Reino de Dios.

Las palabras de Jesús a Marta no condenan su actitud, sino que le advierte de un peligro (el activismo y la ansiedad que se genera en andar afanados sin tomar un espacio para la meditación, la contemplación y el descanso en Dios). Es aquello que Jesús dijo en otro momento: "Busquen el Reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura" (Mt.6, 33). Porque "no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". (Mt.4,4). El otro extremo también es peligroso, quedarnos solamente en la contemplación, en decir que somos cristianos, que creemos y seguimos a Cristo y al final no actuamos como cristianos; damos antitestimonio de nuestra vida cristiana y nos quedamos en pura publicidad, pero no se nota el servicio, la entrega por el prójimo y la atención a los hermanos más necesitados. Jesús dijo en una ocasión: "No sólo el que me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos". El peligro aquí es el espiritualismo y la fuga del mundo, pensando que sólo el pietismo salva al mundo.

No puede haber entonces contradicción ni exclusión entre contemplación y acción o entre oración y trabajo o reflexión o praxis cristiana; porque tienen un mismo origen y quien escucha la Palabra de Dios, tiene que vivirla en el día a día de su existencia, en la construcción del Reino de Dios allí donde vive o desempeña sus tareas. Así pues, Marta y María son para el creyente y para toda la comunidad cristiana ejemplos de las actitudes complementarias que se necesitan tener como discípulos y misioneros de Nuestro Señor, Jesucristo. Necesitamos trabajar, dedicarnos a la construcción de una mejor sociedad, de un mejor país, de una mejor familia, de una mejor y santa Iglesia; que implica dedicación, esfuerzo, muchas veces angustias por querer hacer todo bien y, por eso, al mismo tiempo necesitamos escuchar a Dios en el silencio de la oración, en la meditación asidua de su Palabra que da vida, en la contemplación de las cosas buenas y bellas que Él nos ofrece y nos regala cada día y que son el "combustible" para seguir la ardua labor de nuestro diario vivir. Con Dios todo, sin Dios nada. Con oración y trabajo el cristiano vive realmente como un discípulo y realmente contribuye, no sólo a transformar el mundo con la fe, la esperanza y el amor, sino que está haciendo posible la construcción del Reino de Dios en la historia humana.

La Venezuela de hoy, el mundo de hoy, reclama cristianos católicos que vivan y conjuguen a la vez las actitudes de Marta y María: contemplativos en la acción.

IDA Y RETORNO: Reiteramos nuestro apoyo, oración y admiración por el Cardenal Jorge Urosa. Me dicen algunos: "Padre da miedo tantas cosas…". Les digo el cristiano católico no se paraliza por el miedo, somos hombres de fe, esperanza y amor. Quien está con Dios y la Virgen vence y nada ni nadie puede contra el poder de Dios. La consigna de nosotros los cristianos católicos en estos días tiene que ser, más que nunca: orar, participar y votar. No cabe la actitud indiferente ni apática ante lo que sucede en el país y frente a los ataques injustos a la Iglesia, en contra del Papa y nuestros legítimos pastores. No tengamos miedo, ni el poder del infierno podrá contra la Iglesia de Cristo.

Dios bendiga a nuestros niños, esperanza y futuro de nuestra patria. Por ellos, por una Venezuela plural y democrática es nuestra lucha. Feliz día a los niños y que Dios los cobije en su amor de Papá y la Virgen María los cuide con su amor de Madre.


Ilustración:
Liubov Popova / “Sin título/Busto humano”