Cincuenta y cinco años de la hazaña de Los Aguiluchos|De un avión llovieron hojas que denunciaban el asesinato de Livia Gouverneur
T/Mercedes Aguilar
27/11/2016
El 27 de noviembre de 1961, hace 55 años, cinco estudiantes de bachillerato desviaron la ruta de un avión, lleno de pasajeros y sobrevolaron Caracas para lanzar volantes por toda la ciudad.
En el volante denunciaban el asesinato de la joven estudiante universitaria Livia Gouverneur y la violenta represión desatada contra las fuerzas populares por el gobierno adeco de Rómulo Betancourt. La noticia se conoció en todos los países del mundo.
Rafael Bosque, Comandante del grupo que desvió la nave, describe la acción como una tarea, organizada por el Partido Comunista de Venezuela, (PCV), ejecutada por la Juventud Comunista, para dar a conocer la situación que imperaba en Venezuela y para que el gobierno sintiera una respuesta a la forma como estaba conduciendo la política en el país.
Esta acción, denominada Operación Livia Gouverneur, fue considerada como un acontecimiento de impacto mundial que se había cumplido en forma perfecta. Hoy, forma parte de los hechos que contribuyeron al arribo de la Revolución Bolivariana, resalta Bosque.
“Cien por ciento positiva, resultó tal como se planificó, pues se realizó sin tropiezos. No hubo problemas para los pasajeros, los tripulantes, ni para nosotros. Fue una pequeña contribución, un granito de arena, dentro del mar de hechos que este pueblo hizo en esa etapa histórica por liberase y construir un mundo de justicia y paz”, aseguró.
Comprmiso con el pueblo
Bosque destacó el desprendimiento que hubo, por parte de los jóvenes, que sin esperar prebendas personales, arriesgaron su vida, pues pese a lo bien calculado, cualquier detalle fortuito e insignificante podía causar una tragedia.
“Estábamos conscientes de eso, pero actuamos guiados por nuestro sentido de la responsabilidad y el compromiso por la Patria. Confiamos en el partido y honramos la confianza que nos dio”, explicó Bosque.
Desvío del avión
“No nos conocíamos. Éramos cinco estudiantes: Efraín León Ascanio, 22 años, militante de la JC, sector de El Manicomio; Gilman Bracamonte, 20 años de El Cementerio, parroquia Santa Rosalía; Rubén Basilio Palma, 22 años, de ese mismo sector, ambos militantes de la JC; Antonio Paiva, estudiante de Ingeniería en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Rafael Bosque, estudiante de bachillerato y militante de la Juventud en la parroquia San Juan, Comandante del grupo”, recordó.
“Cada quien estaba en su sector, ellos en sus barrios, Paiva en la universidad y yo me encontraba en lo que llamaban el Aparato Especial. Nos vimos la primera vez cuando nos reunimos para recibir las instrucciones”, apuntó.
“Actuamos con serenidad. Tanto que cuando llegamos donde chequean el embarque la muchacha que estaba allí me pegunta: Vas a llevar eso como equipaje de mano?” y le contestamos :“Sí”. Ella me preguntó de nuevo: “Van a llevar en mano ese equipaje? y que llevas allí?”.
Le dije: “Un estuche con una ametralladora y un maletín lleno de propaganda” y todos nos reímos. Ella también rió: Eso marcó el ritmo de la acción desde el comienzo al fin”.
“Estábamos muy claros de que debíamos llevar todo como equipaje de mano. Eso no podía pasar al compartimiento de equipaje porque de ocurrir, cómo sacábamos eso de ahí”, reflexionó.
“Pero en esa época no había detectores de metales, ni chequeo visual. Pasamos sin problemas”, explicó.
Marco histórico
Desde principios del año 60, a mediados del 61 la situación política comenzó a agudizarse debido a la dictadura disfrazada de democracia que encabezaban los partidos Acción Democrática y Copei y que hacía honor al acuerdo político suscrito por sus cúpulas en el norte y ratificado aquí en el Pacto de Punto Fijo.
Señaló que el pueblo esperaba, después de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, una mejoría económica y la solución de sus graves problemas sociales, pero encontró que se manejaba un criterio de limitación, dificultad, presión, y represión.
“Había mucha gente encarcelada, hasta se llevaban para las Colonias Móviles de El Dorado, en Santa Elena de Uairén, a los estudiantes capturados en las manifestaciones populares de protesta por la situación del país, aplicándoles un decreto que llamaban la Ley de Vagos y Maleantes”, indicó.
“Surgieron las manifestaciones de descontento. La represión contra el pueblo y las fuerzas de izquierda agudizó la contradicción entre gobierno, pueblo y fuerzas de izquierda. El gobierno respondió con más represión “, subrayó.
El Comandante de Los Aguiluchos recordó que Betancourt se rodeó de una camarilla de origen cubana proveniente de los aparatos represivos del dictador Batista, que se enquistó en el aparato policial político, en ese momento la Digepol, entre los que figuraban Salvador Romaní y Posada Carriles, quien después participó en la voladura del avión de Cubana de Aviación en 1976.
-Ante toda esa situación debía haber una respuesta del pueblo y de la izquierda. La gente del Partido Comunista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) un desprendimiento de AD producido en el 60, consideró que no era suficiente la lucha callejera, el debate en el congreso, los discursos, las denuncias.
“Juzgaron que estaban dadas las condiciones para pasar a otro tipo de lucha y en marzo del año 61 el PCV realiza su tercer Congreso y allí toma la decisión de ir a la lucha armada”.
“Se organiza la operación para la cual fuimos escogidos. Nos reunimos varias veces con un piloto que conocía las características de los aviones. Explicó los detalles de la nave que era necesario conocer, como moverse dentro de ella.
Subrayó que todo se planificó: “Qué día, a qué hora, la logística, que consistía en la propaganda, las armas, los pasajes del avión, es decir, todo lo necesario, lo más rápidamente posible, tomando en consideración que por primera vez se realizaba una acción de ese tipo. Se hizo 26 días después de la muerte de Livia”.
Las consecuencias
Aparte del objetivo propagandístico, nuestra misión hizo que muchos adquirieran conciencia de la situación política que se estaba viviendo y después motivó a muchas personas a incorporarse al proceso-precisó Bosque.
“Fue tal el incremento que al año siguiente se abrieron los frentes guerrilleros rurales que ya en los años 60 y principios del 61 estaban organizándose y entrenándose. Mucha gente tomó la decisión de incorporarse a la lucha armada. En forma inmediata”.
Dijo que en lo personal, como partícipes del hecho tenían que sufrir las consecuencias: “Estuvimos presos durante 4 años y medio. Caímos el 27 de noviembre de 1961 y salimos en marzo del 66”.
La cárcel se convirtió para nosotros en una escuela. Compañeros profesores universitarios, personas con más experiencia, como por ejemplo José Rafael Núñez Tenorio, Héctor Rodríguez Bauza, Antonio García Ponce, Luis Emiro Arrieta, contribuyeron a esa formación política, ideológica, estudios formales y formación cultural para los que estábamos allí, agregó.
Fuente:
http://www.correodelorinoco.gob.ve/un-avion-llovieron-hojas-que-denunciaban-asesinato-livia-gouverneur
Los Aguiluchos” y la Operación “Livia Gouverneur” A 47 años del secuestro del avión de Avensa
Andrés Eloy Milano
27/11/2008
Un grupo de jóvenes de la Juventud Comunista, denominado “Los Aguiluchos”, como así fueron conocidos: José R. Bosque Figueroa, Antonio Paiva Reinoso, Rubén B. Palma Delgado, Efraín E. León Marcano y Girman Bracamonte, secuestran, el 27 de noviembre de 1961, un avión de la Compañía “AVENSA” y lanzan desde el aire propaganda denunciando la represión. “El secuestro del avión fue un éxito, no hubo sangre, eso fue limpio, perfecto. Se logró el objetivo que era tirar propaganda sobre Caracas y hacer una acción espectacular, que era lo que quería la dirección.
La muerte de Livia Gouverneur desató la más grande repulsa que se conozca en la historia del movimiento estudiantil en Venezuela. El 28 de noviembre de 1961, cinco jóvenes militantes de la Juventud Comunista del PCV secuestran el avión DC-6B (YV-C-EUG de Avensa), con 43 personas a bordo, en una operación que llevó el nombre de la heroína y que denunciaba al mundo también la suspensión indefinida de los derechos constitucionales.
La Operación “Livia Gouverneur”
En un día lluvioso de noviembre, a una semana de la muerte de la estudiante universitaria y combatiente revolucionaria Livia Gouverneur, el diputado comunista Teodoro Petkoff convoca a una reunión clandestina a una célula de la Juventud Comunista del PCV.
-¿Qué carajo tendrá entre manos el diputado?-, comenta Grimán en voz baja.
-Con ese papelero que carga en encima nos va a meter en una vaina seria-, comenta uno de los muchachos bajando la cabeza como para nadie lo escuche.
-Muchachos, la muerte de Livia debe ser el acicate que necesitamos para denunciar este gobiernito asesino. He estado pensando –continúa Teodoro- que podemos hacer como hicieron los portugueses el año pasado cuando se llevaron un avión y lo pasearon por Lisboa.
Se dirige Teodoro a una de las paredes de la casa y pega un plano de un avión DC-3 de esos que adornan las oficinas de las agencias de viaje. Se quita el paltó y con un bolígrafo señala.
Vean esta vaina. Esto es papita. De lo que se trata es apoderarse del avión sin hacerle daño a nadie y soltar panfletos en Caracas. Simplemente deben manejarse en esta zona –señala el diputado la zona delantera, “de primera” con dos aquí -ustedes se ponen de acuerdo, y Rubén con la ametralladora y Girman toman la cabina.
-Verga Teodoro, tú y tus vainas-, dice Rafael. ¿No has pensado que un avión de esa naturaleza a tan baja altura –porque tenemos que volar bajo- se pueda escoñetar y matar a los que vamos en el avión y los que están abajo como unos pendejos?..
-Les voy a decir una vaina-, dice Teodoro, “el que se mete a comunista tiene que ser arrecho y no pensar que siempre las vainas van a salir mal. Esto nunca se ha hecho en Venezuela y debemos confiar en el elemento sorpresa”. Coño, ¿No te parece?..
-OK, salgamos de esto… sabrás lo que haces. Confío en la Dirección del partido-, contesta Rafael más calmado. -Teodoro y después que volemos esa vaina, ¿para dónde nos vamos?-, dice Antonio Paiva.
-Les sugiero Curazao- contesta Petkoff rascándose la cabeza. “Esa isla está bajo leyes holandesas y esos carajos no se meten en vainas… no creo que le hagan presos. A Castro León, Moncada Vidal y los otros presos que tomaron el avión cuando iban presos aterrizaron allá y no les pasó un coño. Así que tranquilos.”
-Coño, se me olvidaba lo más importante…-se devuelve Teodoro súbitamente, girando sobre sus talones- la propaganda que van a lanzar. Antes de irse yo les mando una maleta llena de los planfetos. El texto lo redacto ahora. Esta operación la vamos a llamar Livia Gouverneur a sugerencia de Pancho Toro. Así que a moverse…
Llegado el día, los cinco jóvenes hacen su cola para montarse en el avión y embarcan sin problemas. El avión de Avensa despega a las 10 am llevando una carga de coraje dentro de su vientre.
El avión de Avensa estaba programado para cubrir la ruta matinal Caracas-Maracaibo. Vuelo No 519. A las 9,30 am los cuarenta y tres pasajeros chequean sus boletos en el terminal aéreo de Maiquetía. Las tramitaciones son de rutina
Ya en la pista, rumbo al avión, Girman y Rafael se dan cuenta que no es un DC-3 sino un DC-6.
-Coño vale, las vainas del diputado-, comentan entre sí.
-Bueno, camaradas, a improvisar se ha dicho. Debemos hacer todo rápido. Apenas termine la aeromoza (Flor Suárez) de hablar y se estabilice el avión actuamos-, dice Girman.
Por supuesto que cuando se montan en el DC-6 la diferencia con el DC-3 es abismal. El primero es más largo, el segundo es inclinado. Montan una maleta llena de planfetos y cada uno lleva su arma. Rubén lleva una Sub-ametralladora Madsen.
Los panfletos dicen:
“¡La suspensión indefinida de las garantías constitucionales es la dictadura personalista de Rómulo Betancourt!
¡Un año de violación de los derechos humanos y de las libertades públicas, abolida la constitución y asesinando a los estudiantes es el balance de la nueva dictadura!
¡Todos los venezolanos en la protesta del 28 de noviembre!
¡Honor a los caídos en la lucha por la libertad!
Operación Livia Gouverneur”
Bueno, qué coño. Actuemos rápido.
Cuando han transcurrido apenas siete minutos de vuelo, Antonio Paiva, uno de los pasajeros más jóvenes, se levanta de su asiento. Al mismo tiempo lo hace otro, casi tan joven como él, Wilmer Bracamonte. Paiva se dirige hacia la cabina. A corta distancia lo sigue Bracamonte. Mientras tanto un tercero, José Borges, se ha colocado al final del pasillo
Cuando Paiva entra en la cabina, ni el piloto ni el copiloto se mueven. Tiene que alzar la voz. No puede ocultar la emoción. -Por favor, ¡quietos en su sitio!
Todavía pasan unos segundos para que la tripulación reaccione.-¿Quién es usted?, pregunta el capitán Juan Nolck. Paiva tiene una pistola en la mano. -Somos revolucionarios. ¡Obedezcan y no pasará nada!
-A sus espaldas se encuentra Bracamonte. Está pálido lo que le hace aparecer mucho más joven. No llega a los 18 años. Un leve vello comienza a despuntar encima de los labios y en la barbilla. Está armado con un revólver 38, cañón corto.
-Eso no se puede hacer, muchachos, dice el capitán Nolck; si se abren las ventanillas, el avión puede hasta estallar. Paiva está prevenido.
-Vuele a baja altura. Despresurice el avión para abrir las ventanillas. Sabe que el avión debe ser despresurizado para poder arrojar las hojas volantes. En la cabina la tensión baja. El capitán Nolck entiende que los muchachos “saben lo que hacen”. Que no puede engañarlos. -Bueno, Uds., son los que mandan.
El avión comienza a cambiar de rumbo. Inclina un ala. Vira a la izquierda. Se empina de proa.
-Señores, pasajeros –dice en voz alta Rafael a los pasajeros- estamos en estos momentos llevándonos este avión para sobrevolar Caracas. Bajo el nombre de Operación “Livia Gouverneur” queremos denunciar el régimen adeco represivo del señor Betancourt. En estos tres últimos años, la matanza de estudiantes ha sido intolerable. Desde hace un año Venezuela vive bajo un régimen de excepción. Las libertades democráticas, ganadas por el pueblo con la insurrección de enero de 1958, han sido liquidadas. Las agresiones contra la izquierda están a la orden del día. Persiguen y encarcelan, allanan los locales de los partidos de oposición. Se aplica una política de rabioso anticomunismo. "Aislar y segregar" es la consigna oficial. Las calles para la policía, disparar primero y averiguar después: son los lemas que se difunden desde Miraflores.
Les aconsejo que se queden quietos en sus puestos, no se desabrochen los cinturones-. Luego del discurso, todos deciden entrar en la cabina del piloto que después de encañonado y alertado resuelve no oponer resistencia junto a la demás tripulación.
Un vuelo no previsto surca el cielo de Caracas. El poderoso zumbido de un cuatrimotor Douglas de la línea aérea Avensa resuena por encima de las torres del Centro Simón Bolívar. A muy baja altura. Los caraqueños están acostumbrados a las pequeñas avionetas que se desplazan hacia La Carlota. Pero, éste es un gigantesco avión comercial que aturde con sus motores.
Cuando el avión de Avensa está casi rozando los edificios del centro de Caracas una nube de pequeñas hojas se esparce por su alrededor. Los papeles levantan vuelo. Se dejan mecer por la brisa. Luego descienden suavemente por los edificios y las calles.
Pasado la hora de vuelo, entran a Caracas por el corredor del oeste. Tres veces dan la vuelta a la ciudad capital a unos 500 metros de altura. No se cansan de lanzare panfletos. El piloto el copiloto y pasajeros ayudan divertidos en la tarea. Los pasajeros disfrutan del “Tour” a baja altura sobre la capital.
-Coño, pasemos por Miraflores y lancemos que jode-, dice uno de los muchachos en la febril jornada de manos que se entrecruzan sacando papeles de la maleta y metiéndolas en las ventanillas.
Ya sobre Miraflores, luego de lanzar una tanda de papeles se dan cuenta que desde abajo hay movimientos de tropas que preparan fuego antiaéreo.
-Ni de vaina paso sobre Miraflores otra vez –dice el piloto- son capaces esos coños de madre de tumbarnos.
-Si tienes razón, vámonos pa’l coño. Señor piloto ponga rumbo a Curazao que si llega, ordena Rafael.
Una vez llegado a Curazao y ya alertadas las autoridades de la isla, los cinco jóvenes deciden entregarse según lo acordado.
Lo que no sabía era que el gobierno venezolano ya acordado con el curazoleño que si se repetía lo de Castro León serían devueltos al país, como así aconteció.
Una comisión de la Digepol comandada por Atahualpa Montes se dirigió a la isla a arrestar a los jóvenes que después de esta acción fueron a parar a prisión por cuatro largos años, durante su prisión en el año 1965 el Aguilucho Antonio Paiva contrajo matrimonio con la militante combatiente Sol Aranda.
la tarjeta de felicitación (en dos partes) y firmas originales de los camaradas Luis Emiro Arrieta, Héctor Rodríguez Bauza y Antonio Garcìa Ponce.
La pintura de la tarjeta fue realizada por Gil Bustillos
Una operación que con nombre de mujer dignificaba la resistencia de un pueblo que aún combate.
A 47 años de esos hechos la juventud venezolana es y será siempre el protagonista.
Fuente:
http://circulobolivarianofabriciojeda.blogspot.com/2008/11/los-aguiluchos-y-la-operacin-livia.html
Antonio Paiva Reinoso - El Aguilucho
Por: Gil Ricardo Salame Ruiz | Sábado, 16/10/2010 05:07 PM | Versión para imprimir
Quien hace unos días se presentó en VENEVISION como flamante economista, adeco, y Nuevo Liberar, despotricando de nuestro presidente Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, perteneció a la Juventud Revolucionaria del Partido Comunista de Venezuela y fue encarcelado por órdenes del propio Rómulo Betancourt tras haber secuestrado un avión para lanzar volantes sobre Caracas. Veamos lo escrito el 30 de octubre de 2009.
Por: J. Enrique Montero P. Especial para Tribuna Popular
“La suspensión indefinida de las garantías constitucionales es la dictadura personalista de Rómulo Betancourt. Un año de violación de los derechos humanos y de las libertades públicas, abolida la Constitución y asesinando a los estudiantes es el balance de la nueva dictadura!!! Todos los venezolanos unidos en la protesta del 28 de noviembre!!! Honor a los caídos en la lucha por la libertad!!! ¡¡¡Operación LIVIA GOUVERNEUR!!! “
En una acción de audacia y valor, para aquella época, sin precedentes similares en Venezuela, cinco jóvenes militantes de la JUVENTUD COMUNISTA DE VENEZUELA, cuyos héroes fueron: JOSE RAFAEL BOSQUE, EFRAIN ENRIQUE LEON, RUBEN PALMA, ANTONIO PAIVA REINOSO y GIRMAN BRACAMONTE, secuestran la nave aérea en vuelo de Maiquetía a Maracaibo y obligan al piloto y copiloto sobrevolar Caracas para lanzar los volantes. El “Aguilucho” que habló, portando una sub-ametralladora, les comunicó a los pasajeros con mucha serenidad: “Señores pasajeros, no se preocupen. Este avión ha sido tomado por nosotros en cumplimiento de una misión política que nos ha encomendado nuestro Partido, el PARTIDO COMUNISTA. Es el inicio de la operación LIVIA GOUVERNEUR”.
Luego de llevarse a cabo la operación con todo éxito, el avión es llevado a Curazao, en vista de que no pudieron ir a Cuba, donde solicitan asilo político, el cual les fue negado por las autoridades de la isla, quedando detenidos los camaradas, quienes serían extraditados a Venezuela días más tarde. Así finalizaba el episodio de la audaz operación llevada a cabo por unos jóvenes COMUNISTAS que fueron bautizados con el calificativo de “LOS AGUILUCHOS” .
¡¡¡ HONOR Y GLORIA A NUESTROS MARTIRES Y HÉROES!!!
Fuente:
https://www.aporrea.org/actualidad/a110364.html
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