miércoles, 27 de noviembre de 2019

CADETE

Nota de Johan Rodriguez Perozo
22 de noviembre a las 20:46 ·
Hace dos días expresé en este muro mi interés por escribir una nota, a propósito del intercambio sostenido por los estudiantes que marcharon con la intención de llegar a Fuerte Tiuna y el "comité de recepción" designado por el régimen, conformado por varios integrantes de la Academia Militar de Venezuela… en ese momento dije que no me llegaba la musa para escribir lo que quería, entonces eché mano de una reflexión expresada por uno de nuestros docentes venezolanos, publicado en estos muros por una buena amiga… como poco conocedor del ambiente militar, hubiese querido expresar algún tipo de consideración respecto a la intervención del alférez que sirvió de interlocutor de los estudiantes pero, confeso como ya expresé de ser un lego en la materia, hago mía la reflexión de sobre el particular de mi dilecto profesor Fernando Falcón, ya que la misma recoge en buena medida lo que seguramente satisface mi deseo, invitamos a su lectura…
El Alférez Mayor
Llegar a ser Alférez Mayor, es decir, el cadete más destacado del cuarto año de cualquiera de las Academias Militares en Venezuela (Guardiamarina Mayor se le llama en la Armada, pero aplica lo mismo) es el sueño de todo cadete que ingresa a cualquiera de los Institutos Militares. Los actuales oficiales, según haya sido la duración de su período de formación han visto en funciones y convivido con alrededor de 3, 4 o 5 de esos ejemplares de la excelencia. Ellos deben ser el mejor estudiante, deportistas excepcionales, de aptitud física destacada, de extraordinario comportamiento moral y de una poco común destreza militar. En suma, el Alférez Mayor, es el compendio de lo que se espera de una formación militar ideal.
Tuve la oportunidad de ver a cuatro Alféreces Mayores en mi proceso de formación: La excepcionalidad marcial y académica de Guaicaipuro Lameda Montero, además extraordinario gimnasta. La inteligencia nata y práctica de Alcides Rondon, la capacidad reflexiva y serena de Oswaldo Contreras y la fortaleza moral y bonhomía de Francisco Usón Ramirez. Con cada uno de ellos me unen distintos pero profundos y duraderos lazos de amistad. Con todos ellos he discutido sobre asuntos militares y Políticos en su debida oportunidad. En todos reconozco profundidad en la reflexión, calidad en la argumentación y criterio propio...un poco más tarde conocí a otro excepcional Alférez Mayor, el que rompió el record de notas histórico en la Academia Militar, el que obtuvo el primer puesto en todos sus cursos militares y en la Especialización en Derecho y Política Internacional en la UCV. Inteligencia, reciedumbre de carácter y lealtad personal a toda prueba...me refiero a Igbert Marin....hace unas pocas horas vi el producto de la decadencia de las otroras profesionales fuerzas armadas venezolanas...un alférez mayor( minúsculas a propósito) balbuceante, con vocabulario medio, repitiendo consignas de carácter político y pretendiendo aleccionar sobre política a Estudiantes de Ciencias Políticas!!!...mientras eso ocurría, un Alférez Mayor, de excepcional calidad académica y fortaleza Moral, Luis R Castellanos H trata de sobrevivir en el exilio y en una ergástula del régimen el antiguo Alférez Mayor Igbert Marin, incomunicado, maltratado y tal vez torturado, paga con su libertad y su integridad física el delito de haber sido fiel a su juramento de servir a Venezuela...No hay poder humano que haga que se perdone tanto daño, tanta ignominia y tanta vergüenza...en que han convertido al ideal del Alférez Mayor!!!!

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