domingo, 11 de diciembre de 2011

MACABRO PRETEXTO DE SUPERHABILITACIÓN


EL NACIONAL - Domingo 11 de Diciembre de 2011 Ciudadanos/1
LLUVIAS De 18 decretos aprobados con poderes especiales sólo 5 son para emergencias
Un año sin techo, pese a la habilitante
El Gobierno asumió que los afectados tendrían una larga estadía en los refugios: en el Presupuesto Nacional de 2012 se creó una partida especial para atender a los que se alojan en oficinas públicas
ADRIANA RIVERA


Rosalía se entera de las peleas maritales de los vecinos del piso 4, que suelen darse a gritos al amanecer. El escándalo se cuela por las paredes de drywall y por las cortinas de flores azules, que son los muros de su casa desde el 26 de noviembre de 2010, cuando su vivienda en San Agustín, al oeste de Caracas, se vino abajo con los aguaceros. Su familia cumplió un año en el refugio del Sambil de Candelaria con la promesa de que pronto le darían una casa, como otros cientos de familias que comparten el local que sería un centro comercial.

"Parezco una nómada. Unos días los paso en casa de mi madrina, otros en casa de alguna compañera de la universidad. Otros en el refugio", dice la joven de 19 años de edad. La familia tampoco se ha recuperado: el padre es el único que trabaja, la madre se queda en el refugio y cobra el sueldo mínimo que le paga el Gobierno por su condición de damnificada. "Mi hermana tiene una enfermedad en los riñones y con la poca higiene de los baños se lo pasa enferma, con infecciones", relata.

Para la atención de la emergencia, el presidente Hugo Chávez pidió una Ley Habilitante. Sin embargo, de las 18 leyes que ha decretado entre 2010 y 2011, sólo 5 se refieren a esa materia: la ley que crea el Fondo Simón Bolívar para la Reconstrucción (administrado por Pdvsa, que no ha presentado los balances), La Ley Especial de Refugios Dignos, La Ley Orgánica de Emergencia para Terrenos y Viviendas (que permitió expropiar terrenos, estacionamientos y galpones para construir casas), la Ley de Reconstrucción Integral de la Región de Barlovento y el marco regulatorio de la Gran Misión Vivienda Venezuela. El resto de las normas están relacionadas con la Fuerza Armada, reformas financieras y bancarias, el sector agrícola, la administración pública o el área laboral.

La ley que regula las condiciones de trabajo de los conserjes y la Ley de Costos y Precios Justos, por ejemplo, forman parte del conjunto de normas dictadas por el Presidente.

Un año después de que las lluvias dejaran cerca de 130.000 damnificados en todo el país, sólo en la Gran Caracas se calcula que casi 21.000 familias permanecen en albergues. Datos de la Asociación Civil de Pequeños y Medianos Hoteleros de la Gran Caracas indican que 170 hoteles siguen ocupados por los afectados. Ministerios, el Palacio de Miraflores, instalaciones militares, galpones, museos y bibliotecas siguen fungiendo como hospedajes.

Fuera de foco. "Para cubrir las necesidades básicas de los afectados no se necesitaba una Ley Habilitante. A través del decreto de emergencia se podían obtener los recursos necesarios para habilitar viviendas y construir otras 30.000 en menos de 9 meses. Una persona no puede estar más de 90 días en un albergue; es inhumano. Eso no le permite recuperarse de su condición de afectado, volver a su vida como era antes de la tragedia", afirma Antonio Rivero, ex director de Protección Civil.

La lista de tareas pendientes se extiende: "Había que fortalecer el trabajo articulado a escala nacional, regional y local con los organismos en materia de seguridad ante catástrofes; evitar que la gente siguiera construyendo en sitios inseguros y hacer un monitoreo permanente en las cuencas de los ríos para asegurar desalojos tempranos".

Mercedes Marrero, fundadora de la Comisión para la Mitigación de Riesgos de la UCV, lamenta que las normas decretadas no se relacionen con la Ley Integral de Gestión de Riesgos, sancionada por Chávez en 2009. "Esa ley prevé una serie de disposiciones que hubiese permitido tres años después tener un resultado sostenido sobre el tema de riesgos en nuestro país. Inexplicablemente, no cuenta con las instancias de coordinación y seguimiento y se continúan realizando acciones espasmódicas que a menudo son abandonadas", señala.

Para Ángel Rangel, ex director de Protección Civil y experto en atención de desastres, el problema fue politizar la ayuda a los damnificados. "Se creó un Estado Mayor de Lluvias y se trató como un tema reactivo, de estructuras militares. A gobernadores y alcaldes de oposición no se les incluyó. Había que incorporar la variable riesgo en planes de desarrollo e inversión pública", sostiene.

Largo rato. Pese a los anuncios de que se han construido 100.000 casas este año, sólo 5.000 familias damnificadas en 2010 han sido reubicadas, de acuerdo con la información que dio el vicepresidente Elías Jaua a mediados de noviembre.

El decreto de emergencia por lluvias fue prorrogado tres meses más y los aguaceros de este año han causado más de una decena de muertos y amenazan con dejar otros contingentes de damnificados en los refugios ya colapsados. En las últimas semanas, habitantes de los refugios Seniat de Los Ruices, La Rinconada, Cuartel San Carlos, Ministerio de Cultura, Club Valdiano, Aquiles Nazca de San Martín y Montecristo han protestado para exigir viviendas.

A pesar de las promesas presidenciales de que en menos de un año la contingencia habría pasado y se construirían las casas necesarias, el Gobierno previó una larga estadía en los albergues. La conclusión se desprende de la revisión del Presupuesto Nacional para 2012, en el que se creó la partida especial 007 llamada "Protección y Atención Integral a las Familias y Personas en los Refugios en Caso de Emergencias o Desastres", para dar recursos a los organismos que tienen a su cargo la manutención de esos hospedajes. Un total de 437 millones de bolívares destinará el Gobierno para administrar los albergues. Las instituciones que aportarán más dinero son el Instituto Venezolano de Seguros Sociales y los ministerios de Relaciones Interiores y Justicia, Educación y Despacho de la Presidencia.

La esperanza de algunos damnificados, pese al tiempo transcurrido, se mantiene. Rosalía resume así su dilema: "Si hay gente de la tragedia de Vargas a la que todavía no le han dado casa, ¿tú crees que a nosotros nos la van a dar? Nos dicen que hay que esperar hasta agosto de 2012. Seguimos en el refugio porque mi mamá sí tiene fe".

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