domingo, 30 de noviembre de 2014

VIAJE A LAS ESTRELLAS

¿Del gobierno o de a oposición?
Luis Barragán


Quizá el mayor número de desavenencias, malentendidos  y confrontaciones cotidianas se dan en el lento y díscolo transitar de nuestras calles y avenidas. Por lo que respecta a la autoridad, constituye un motivo de fastidio zanjar las diferencias o se abre la posibilidad de un buen negocio, solventándolas arbitrariamente para borrar  la más mínima noción de ciudadanía.

Recientemente, en la ciudad de Barquisimeto, buscando para cenar antes de regresar al centro del país, concluido el Congreso Ciudadano de Occidente, el diputado Freddy Marcano y el suscrito hallamos una particular alcabala policial nocturna: varios conos consabidamente anaranjados apaisajaban a un par de agentes policiales y, al reducir nuestra velocidad, uno de ellos pidió que orillásemos el vehículo a la derecha. Estacionados, se acercó el agente empuñando la pistola para advertirnos de un operativo navideño que incluía la retención de las personas para recibir una charla en materia de tránsito, con las molestias del caso, y – seguidamente –  pidió nuestra identificación.

Nos identificamos como todo ciudadano, cédula en mano, y antes que Freddy sacara la licencia y los papeles del vehículo, insistiendo la autoridad en las molestias que acarrea el tal taller, preguntó cuál es nuestro oficio y por qué pasábamos por una avenida, por cierto, tan transitada. No hubo más remedio que identificarnos a través de nuestras credenciales como parlamentarios nacionales que, al principio,  el policía creyó como de ejecutivos  gubernamentales hasta que se percató de las señas de la Asamblea Nacional.

“¿Diputados del gobierno o de la oposición?”, nos interrogó con vacilación que no es igual a tímidez, pero le respondimos clara, directa y simplemente: diputados a la Asamblea Nacional. Probablemente, la situación  no estaba en su manual, dando inmediatamente las buenas noches.

Nos aparcamos cerca del raro operativo para comer y notamos que ambos policías uniformados se asomaron al restaurante, por lo que decidimos que, al terminar, los abordaríamos para conocer sobre tamaño esfuerzo por preservar la seguridad de todos. Sin embargo, minutos más tarde, ya comidos, antes de abordar nuestro vehículo, ni el menor indicio de los conos rasgaba la noche que avanzaba.

Ciertamente, no es la primera vez que ocurre, mostrando la debilidad de algo que llaman inmunidad (es) parlamentaria (s), porque – de un lado –únicamente cobra importancia la condición de parlamentario del PSUV a todo evento. Varias han sido las diligencias, añadidas las que procuraban informarnos y alcanzar la libertad de los jóvenes detenidos, tras las conocidas protestas, donde nada importa la condición de parlamentarios: en una ocasión, nos advirtió un alma piadosa de placa policial que, al sabernos de la oposición, nos rodearían unas mujeres-policías para inventar un incidente desagradable que podía significar la promoción profesional de las provocadoras, tomando las precauciones del caso; o, en otra, con motivo de la retención de María Corina Machado en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, intentando indagar su retención por más de una hora, vimos cómo desplegaron la modalidad los funcionarios del lugar frente a Leomagno Flores, Carlos Berrizbeitia y el suscrito.

Tenemos – por otro lado – que la (s) inmunidad (es) parlamentaria (s) tienen muy poco valor institucional, susceptible de cualesquiera de las trampas que  ideé al instante el gobierno, cuando no de la directa conspiración desde el propio Estado que controlan, usando y abusando de sendos mecanismo de inteligencia para diseñar un espectáculo, trátese de Wilmer Azuaje o de Juan Carlos Caldera. Por supuesto, siempre que seamos diputados de la oposición, aunque no tardará la práctica en dar alcance entre las propias esferas del oficialismo, ya que una modesta disidencia, puede autorizar la violación de un privilegio o fuero que no es del diputado, sino de la cámara y sus vitales funciones: entonces, ¿qué puede esperarse para el ciudadano común?

Fuente: http://diariocontraste.com/en/barragan-del-gobierno-o-de-la-oposicion/

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