domingo, 23 de noviembre de 2014

JUGAR CON EL DOLOR AJENO

De un misil psicológico
Luis Barragán


La semana pasada, acudieron a la sesión plenaria de la Asamblea Nacional los representantes del comité de víctimas de las guarimbas y, en su nombre, dos personas ocuparon la tribuna de oradores dando un testimonio conmovedor de lo que lamentablemente ocurrió con sus esposos a principios de año, aunque una de ellas – efectiva del componente - entre lágrimas  insistió en defender a la Guardia Nacional Bolivariana, como si ésta fuese objeto de persecución. Ambas, hallaron cupo en medio de las acostumbradas solicitudes de créditos adicionales, tomado también un flanco del palco para invitados.

El referido comité surge bajo el evidente estímulo y empuje de una estrategia gubernamental parecida a la implementada después de los consabidos hechos de abril de 2002, intentando apropiarse de una tragedia que indudable y cínicamente generó al desconocer el derecho constitucional a la cívica, libre y espontánea protesta de los jóvenes venezolanos.   Y, aunque respetamos profundamente el testimonio ofrecido en la sesión,  obviamente la jefatura parlamentaria del gobierno no se atreve siquiera aceptar que los familiares de los más de 40 jóvenes muertos en los meses anteriores, pisen el centro histórico de la ciudad capital para consignarle la más inofensiva solicitud de audiencia: es decir, las víctimas sobrevivientes de la represión no tendrán ocasión para que todos los parlamentarios  las oigan, excepto acudan a una comisión insólitamente convertidos en victimarias.

Por supuesto, carente de todo pudor,  la bancada oficialista dijo redondear un magnífico acto propagandístico de escasos antecedentes en Venezuela, salvo los que ella ha marcado en una década. La dirección de debate sentenció a Leopoldo López como el asesino, negándose a los otros dos o tres nombres que adicionalmente acostumbra en sus campañas de laceración política, con la intención de estigmatizarlo frente a la entidad castrense: no por casualidad que uno de los testimonios fue de una activa integrante de la Fuerza Armada que jamás sería autorizada ni invitada para decir lo contrario.

Los parlamentarios de la oposición escuchamos atentos, respetuosa y silenciosamente. Hubo la tentación de responder y colegas como Juan Pablo García o Freddy Marcano así lo deseaban, pero se impuso la prudencia: concluyó el punto, y el oficialismo prosiguió afanosamente cumpliendo con el cometido de las faltantes solicitudes crediticias.

Harto descaradas, deshonestas y groseras, operaciones propagandísticas como la que nos sirve de ejemplo, incluyendo el poderoso  misil psicológico  que lanza desde la institución parlamentaria, jamás pueden realizarse impunemente. Advierten de una putrefacción ética que acarrea severas consecuencias, así los promotores se crean relevados de toda responsabilidad ya que – mintiéndose – el poder les pertenece y pertenecerá por siempre.
Fuente:
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/21124-de-un-misil-psicologico
Fotografía tomada de Google Imágenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario