De la sonoridad del hampa y del deterioro
Luis Barragán
Un colega parlamentario de la oposición nos comentó sobre el natural esfuerzo de toda alcaldía para cubrir las fechas decembrinas con una festividad que le conceda un ambiente diferente a sus agobiados habitantes, por lo que – suponemos – votó la astronómica cifra que, a través de un crédito adicional, conquistó el burgomestre del Municipio Libertador para algo más que un sarao navideño. Decidimos no intervenir en la sesión plenaria de la Asamblea Nacional al respecto, porque debimos hacerlo con otro tema, en un turnocercano. Sin embargo, fue inevitable aludirlo.
Nos tocó ventilar la solicitud del crédito adicional favorable a la remodelación, ampliación y equipamiento de las áreas de esparcimiento y actividades de recreación de los cadetes de la Guardia Nacional Bolivariana y lo apoyamos porque ya lo había hecho la oposición representada en la Comisión Permanente de Finanzas. Por una parte, no impidió que cuestionáramos tamaña solicitud por varios motivos: siendo un gasto previsible, era perfectamente presupuestable en lugar de someterlo a una solicitud contingente y tardía, en medio de la discusión del Proyecto de Presupuesto para 2015; la solicitud nos pareció contraproducente, pues, siendo clave el parlamento para unas distintas relaciones civiles-militares, mejor aporte a la Fuerza Armada es la discusión y aprobación del Proyecto de Ley de Defensa y Desarrollo de la Fachada Atlántica, el cual introdujimos en 2013, en vez de una vicisitud tan rutinaria y que la expone al más disímil intercambio de opiniones; la cifra para la remodelación, ampliación y equipamiento (más de 39 millones de bolívares), le es negada a las universidades públicas y autónomas y hasta para la preservación de los espacios de la Universidad Central de Venezuela, declarados - nada más y nada menos - como patrimonio de la humanidad, por la UNESCO.
Por otra, resultó imposible olvidar la solicitud de dinero para el tal programa internacional Suena Caracas que, faltando poco, contempla la inversión constante y sonante (SIC) de dólares para la contratación de sendos artistas extranjeros, entre otros asuntos. Todo el mundo sabe de la sonoridad de la ciudad capital, por el hampa y el deterioro que terriblemente la aquejan, aunque pudimos abundar sobre los dólares que tanto faltan para alimentos, medicamentos, etc.
Hay demasiado cinismo en eso que llaman socialismo del siglo XXI, respondiendo a la descomunal crisis que ha generado y que cada vez le cuesta más represar, tapándola con un espectáculo tras otro, aunque ya no alcance el dinero para tanto bullicio. A nadie puede contentarle el estrepitoso fracaso de la reunión de la OPEP en Viena que gozaba de otras expectativas para el canciller Ramírez, pero resulta inevitable inculpar a los propulsores de la otra Venezuela Saudita, añadido el indecible endeudamiento, por no citar que, de haberse cumplido con los planes que heredó en PDVSA e inmediatamente repudió, más de década y media atrás, estaríamos produciendo cinco millones de barriles diarios, con amplios mercados para los derivados, la faceta más importante del esfuerzo energético.
Suena el gobierno, pretendiendo burlarse de la buena fe de los venezolanos: la mayor estridencia es el del hampa y el deterioro que exhiben un auge que no cesa. Intimidad del fracaso, nunca será secreto para nadie.
Fuente: http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/21183-de-la-sonoridad-del-hampa-y-del-deterioro
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