lunes, 21 de octubre de 2013

SUBVERSIVA HUMILDAD

Jorge Mario, el sospechoso
Luis Barragán


Seguramente tardará en llegar a Venezuela, aunque no en traducirse al castellano: el periodista italiano Nello Scavo, ha publicado recientemente un libro también revelador de la conducta asumida por Jorge Bergoglio, en el curso de la dictadura militar  argentina. Avalado por Adolfo Pérez Esquivel, cuenta de los riesgos que corrió el hoy Francisco I por salvar a personas perseguidas por el régimen, incluyendo a sacerdotes.

Además de levantar sospechas por su condición de jesuita, en la extrema derecha, el ascenso papal de Bergoglio soportó una recia, rápida y eficaz campaña de la extrema izquierda que lo versionó como un desalmado y gozoso colaborador de la represión política. Corrió la tinta espesa – incluyendo la de bytes – para estigmatizarlo con rudeza, no bastando las intrigas que el kirchnerismo ha tejido.

Las revelaciones de Scavo  permitirían constatar lo desaconsejable que es generar juicios rápidos de valor sobre aquellos que, adquiriendo tan graves responsabilidades, merecen – por lo menos – el beneficio de la duda. La paciencia de Jorge Mario ha sido proverbial, actuando serenamente ante todo lo que se ha dicho hasta de su propia existencia en el seno de la despiadada dictadura. Sin embargo, otro dato es importante: actuar, sin esperar nada a cambio.

Que sepamos, ante las acusaciones, declaraciones y  composiciones gráficas que lo acorraralaron o dijeron acorralarlo, no habló directamente de los más de cien casos de las personas a las que ayudó en medio de la represión. Lo que importaba era que Dios lo supiese, diría, como suele ocurrir con muchísimas personas que realizan actos de solidaridad que no andan cacareándolos, pero ha sido importante que el periodista italiano algo diga porque Bergoglio no es el monstrete que los extremos pintan.

Tardará en llegar, si es que lo hace, el libro a nuestro país, el país donde hay 67 millones de dólares para unos deportistas y – simplemente – ya no hay papel para libros ni … libros. Mientras tanto, la red de redes nos informa.

http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/8215927.asp

No hay comentarios:

Publicar un comentario