SOL DE MARGARITA, Caracas, 2 de mayo de 2013
Aliño Compuesto / Manuel Antonio Narváez
Tres escenarios
“¿Cómo ves tú la cosa?” es la expresión que automáticamente complementa por estos días al saludo entre venezolanos. La pregunta da pie para las más diversas elucubraciones. Escuetos o enjundiosos, racionales o delirantes, en tono doctoral o de mojiganga; nadie desaprovecha la oportunidad para expresar su parecer sobre la evolución y desenlace de la situación por la que atraviesa el país.
Para no ser menos, doy mi opinión glosando tres escenarios posibles. Comencemos con el Escenario Diálogo y Negociación; en él se producirían acuerdos básicos para ajustar la política económica y propiciar el desenvolvimiento civilizado del debate político. Aunque muy deseable, este escenario parece poco probable tomando en cuenta el tono del discurso y las acciones recientes del gobierno.
Tenemos una segunda posibilidad en el Escenario Radicalización Extrema. En este caso el Gobierno, agobiado por los problemas económicos y políticos, asumiría por la fuerza el control del país. Dado el sesgo autoritario y militarista que caracteriza a buena parte de la dirigencia chavista, este escenario no puede descartarse. Sin embargo, las altas cuotas de violencia que implicaría, así como las reservas democráticas de la sociedad venezolana y la presión internacional, reducen sus probabilidades de ocurrencia.
Finalmente, el Escenario Guerra de Trincheras. Visto el equilibrio de fuerzas, nadie puede dar un golpe fulminante. Avanzaríamos de escaramuza en escaramuza, algunas más intensas que otras, pero ninguna decisiva. Una guerra de trincheras no se gana, la pierde quien primero se desgasta.
Desde esa perspectiva, el lánguido y menguante liderazgo de Maduro, la pérdida de potencia financiera del gobierno y la inviabilidad intrínseca del socialismo del siglo XXI, colocan al chavismo en desventaja; a mediano plazo perderá la pelea.
Si la oposición conserva la serenidad, se mantiene firme en la ruta democrática y neutraliza a los intemperantes que quieren cargar a la bayoneta, este es el escenario más probable.
Breve nota LB: Tememos que, adecuados para una lluvia de ideas, ni los colegiados de los partidos discuten las hipótesis, contentándose con los que pocos creen y deciden. El problema para ellos, es de escena: no lo adivinan siquiera: ¿cuál es el diagnóstico compartido de la realidad?
Ilustración: Fernando Vicente.
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