sábado, 18 de mayo de 2013

PISAR EN FALSO O FALSEAR LA PISADA

EL IMPULSO, Barquisimeto, 18 de mayo de 2013
Corea: ninguna guerra “termonuclear”
Edgard Otaiza Vasquez

Hace años, en los libros especializados se describía la guerra termonuclear y el arma causante. Era el hidrógeno el elemento químico que, al fusionarse consigo mismo, liberaba una gigantesca cantidad de energía superior a la que se obtenía en el proceso de fisión de átomos de uranio o plutonio en la ya probada bomba atómica (bomba A).
El nuevo artefacto explosivo fue bautizado como bomba de hidrógeno, bomba H o bomba termonuclear. Para la fusión del hidrógeno se necesita un disparador, el cual es una bomba A de fisión “normal”, que eleve la temperatura del proceso a muchos millones de grados Kelvin. De allí el término de arma termonuclear, de 1952, según el diseño de sus creadores, los físicos estadounidensesEdward Teller y StanislawUlam, que aún se mantiene.
Lo anterior sirve para referirnos al texto en la página A3 de este diario(11-04-2013)del acreditado internacionalista Julio César Pineda. Al referir la posibilidad de una primera guerra “termonuclear” iniciada por Corea del Norte, Pineda induce a confusión al extender el uso del término termonuclear a cualquier evento que emplee armas nucleares, cuando solamente se ajusta al uso de la bomba H. Si el mundo se alarmó por las amenazas del joven dictador norcoreano ante la posible utilización de un escaso número de bombas atómicas de baja potencia, debería aterrorizarse en grado sumo si se tratara de bombas termonucleares.
En sus dos primeros ensayos atómicos (2006 con 1,5kT y 2009 con 3kT), Corea del Norte empleó plutonio como material fisionable. Se estima que dispone de plutonio para 4-8 nuevos ensayos. La bomba de 2013, aproximadamente con 7kT (la lanzada sobre Hiroshima tenía 20kT), fue probablemente con uranio enriquecido.La producción de plutonio en los reactores nucleares es reconocible desde satélites, pero el enriquecimiento de uranio es indetectable, pues las centrífugas necesarias para suprocesamiento solo se observanin situ. Para 2010, las instalaciones atómicas de Yongbyon tenían alrededor de 2.000 centrífugas, según Siegfried Hecker, profesor de la Universidad de Stanford, ex-director del Laboratorio Nacional de Los Alamos,conocedor de esas instalaciones.
El Instituto Isis de Washington estima, que hasta 2016 Corea del Norte podría producir uranio fisionable para construir 21-32 bombas atómicas.Pero es dudable sucapacidad para construir una cabeza explosiva suficientemente pequeña que se ajuste en un cohete balístico y, más importante, cuándo puede disponer de un sistema portador confiable.Los especialistas opinan, que tal tecnología, más desafiante que construir una bomba A, no está al alcance de Corea del Norte.  La  debilidad central del programa norcoreano yace en lafalta de suficientes ensayos, indispensables para hacer práctico un sistema de armas tan complejo.
Hasta tanto, pesa más el efecto „amenaza“, sin despreciar las baladronadas y provocaciones.En consecuencia, aunque Kim Jong Un apretara ahora el hipotético botón que cita Pineda para producir el efecto apocalíptico, no sucedería nada.
Corea del Norte tampoco ha perdido „todo apoyo de estos antiguos aliados“ (Rusia y China), como escribe Pineda. El grave error norcoreano fue pasar la línea roja al anunciar un ataque atómico preventivo contra Estados Unidos, que no sería compartido por sus aliados y puso en alerta a Norteamérica. Si bien la influencia rusa ha disminuido, la de China se mantiene.Ninguna otra nación como China tiene tanta influencia sobre Corea del Norte, dada su dependencia alimentaria y de armas convencionales. Solamente Estados Unidos y China pueden devolverle la cordura al joven dictador, diplomática, económica y militarmente.
La acción diplomática se está practicando.Estados Unidos y China han convenido hace poco alcanzar una península coreana libre de armas atómicas. China promueve un desarme y se mantiene cautelosa. Los gritos norcoreanos disminuyen.
El conocido científico Carl Sagan, astrofísico, profesor de astronomía y ciencias espaciales de la Universidad de Cornell, excepcional comunicador, proponente de las sondas espaciales Mariner, Viking y Voyager, pionero en alertar al mundo sobre los peligros del calentamiento global del planeta y el análisis de las consecuencias climáticas de la guerra nuclear, la que combatió intensamente, escribió:"No es la tierra ni la vida en la tierra lo que está en juego, sino nuestra existencia como seres humanos y todo lo que nosotros defendemos".
Fotografía: Tomada de la red.

No hay comentarios:

Publicar un comentario